falling for you || joerick

II - 02

—Entonces, ese ojo morado, ¿Qué le hiciste a Erick?

—Cállate.

Solo recibió una risa burlona de parte de su amigo; habían salido hace diez minutos de la universidad, se dirigían a la salida cuando algo llamo la atención de ambos. Más bien alguien, una chica nueva hacia camino hacia las puertas. Su piel era pálida, una estatura media y de cabello rojo.

Richard sonrió y golpeó el brazo de Joel —Chica bonita.

Joel se encogió de hombros y sonrió —Sí... — respondió antes de alejarse.

—¿A dónde vas?

—Tengo planes con Erick — gritó desde lejos.

—Bien — gritó de vuelta —, déjame solo, como siempre.

La madre de Erick entró a su hogar; veinte para las nueve, encontrándose a Erick y Joel besándose profundamente. Las manos de Joel enredadas en el cabello de Erick, mientras éste rodeaba la cintura del mayor.

No la oyeron entrar, la mujer dejó escapar un jadeo tranquilo y sorprendido. Joel casi dejó caer a Erick. Ambos estaban enrojecidos con sus labios hinchados y las piernas de Erick temblaban.

—Hola, mamá — murmuró el menor.

Entonces, ambos miraron a Joel, que sonreía ampliamente por alguna extraña razón. Se limitó a levantarse y caminó con confianza hacia ella.

—Gusto en verla de nuevo.

—Ya hemos pasado por esto — ella suspiró recordando la últimas veces que ha pillado a los dos chicos en situaciones vergonzosas. Miró a su hijo que se encontraba apoyado contra Joel —. De todos modos, ¿Les parece una noche de películas?

Y Erick era un llorón como su madre. Era una película de romance, todos los personajes habían muerto y era tan cursi pero tan triste.

—Que horrible película — dijo Joel finalmente rompiendo el silencio —. Tragedia aburrida.

Erick miró a Joel y apartó las piernas de su regazo —Sin corazón.

Mientras Joel rodaba los ojos, Erick escuchó atentamente a su madre cuando empezó a hablar de lo que pensaba de la película. Y una vez más estalló en lágrimas.

Joel bostezó en voz alta y agarró a Erick por la cintura tirándolo más cerca de él —¿Puedo quedarme a dormir aquí?

—Puede quedarse — la mujer aceptó con calma. Se levantó y camino lentamente hacia su dormitorio.

—Y eso me da mucha risa porque Zabdi parece la mamá de Chris cuando realmente son novios, son muy tiernos ¿Sabes? Se cuidan mutuamente y Chris putea a todas las chicas que se acercan a Zabdi, de alguna manera me siento orgulloso porque yo le dije que hiciera eso. Me recuerda una vez que estábamos en el comedor y accidentalmente tire mi comida encima de una chica. Chris estaba literalmente ahogándose porque se ríe tan fuerte y Zabdiel parecía que no podía respirar... Él es una de esas personas que se ríen fuerte, pero en silencio, ¿Sabes a lo que me refiero?

—Sí — Joel rio. Se encontraban en el patio de la casa de Erick, luego de la película buscaron unas mantas y se pusieron a disfrutar de la noche.

—He hablado mucho, lo siento.

—No me importa — se encogió de hombros —, eres encantador.

—No soy encantador.

—Erick, ni siquiera lo niegues, ambos sabemos que lo eres.

—Uh, ¿Podrías, podrías cantarme algo? — pidió el menor con nerviosismo. Joel se sorprendió un poco, sin embargo, lo hizo.

Cantó una canción desconocida para el menor. Al principio su voz era tan temblorosa, tan silenciosa que incluso los grillos eran más ruidosos, pero cuando Erick comenzó a mirarlo con admiración, tomó confianza. Se detuvo cuando llegó al estribillo junto a la sonrisa de Erick.

—Me gusta cuando sonríes.

Así que sonrió aún más.

—Lo siento — murmuró luego de un breve silencio —. Lo siento por todas las veces que te grité y te lastimé.

Erick había perdido la cuenta del número de veces que Joel se disculpaba por el pasado. Y se estaban besando de nuevo, Joel agarró el muslo del muchacho más joven y lo posiciono sobre sus caderas. Deslizó sus dedos debajo de su camisa.

Quedaron recostados observando el comienzo de la noche. Joel observó a Erick quien tenía los ojos cerrados, sin embargo, seguía despierto.

Ambos pensaban distintas cosas, que al fin y al cabo los llevan al mismo destino. Muy en el fondo de los pensamientos de Joel, se formó una frase.

Eres mi sol, mi único sol, me haces feliz cuando mis cielos están grises. La sonrisa de Erick era la única cosa en la mente de Joel.

—Te amo — y ambos quedaron congelados ante aquella confesión.

Porque quizá, ambos lo susurraron al mismo tiempo.