Leonid
Anya se encontraba sentada sin inmutarse, solo veía la comida en su plato pero nada más. Este proceso ha durado dos semanas desde lo que pasó. Yo todavía me encontraba algo impactado, me sentía desilusionado y traicionado ¿tú mejor amigo había fingido su muerte? No lo creo, creo que hay algo más ahí. Hay algo más oscuro en esa historia que no nos están contando.
Él la amaba, estaba totalmente seguro de eso. Vi su amor con mis propios ojos y siempre en la sombra envidie algo así, a pesar de todo lo Carpe Diem que podría ser mi vida. Pero la manera en la que la miró cuando la vio fue impactante, sus ojos no demostraban nada. Estaba vacío por dentro.
Ella lo había visto, por supuesto. Anya no había caído en ese vacío por completo solo por el simple hecho de que se aisló y alejo el sentimiento. Se podía hacer la fuerte, podría estar un poco loca pero yo la conocía. Demonios. Claro que la conocía.
Pero esta vez era diferente porque después de todas las lágrimas que cayeron de sus mejillas cuando la encontré en la puerta del apartamento vuelta mierda, con el cabello despeinado y el maquillaje corrido, su mirada fue lo que más me impactó. Sus maravillosos ojos ya no te mostraban alegría, que todo estaría bien. Había mucha oscuridad en ella, volvió de nuevo a la vida antes de Aeron, volvió a esa vida donde estaba muerta en vida.
La familia tiene un lado oscuro, muy oscuro. Por eso me alejé, por eso Ana se fue. Y por ello ya no mantengo contacto con ellos más del necesario, pero lastimosamente ella se dio cuenta más temprano que nosotros pero igual tarde porque ya Aeron estaba muerto.
Anya era increíble y la admiraba por eso. No era todo, ella podía sin frívola y sanguinaria cuando se trataba de personas que no quería. Podía ser la perfecta máquina para matar, pero porque no le importaban esas personas. Nunca la podías comprender del todo y por eso él la amo.
Que Aeron esté vivo es más una maldición que una bendición y eso lo sabía, eso era lo que la tenia así. Y que estuviera en Nueva York y conocido como el Rey creo que era mucho para asimilar.
— ¿Los jefes no han llamado? —Su voz sonaba monótona, como un robot. Me dolía verla así, sentía que no era ella. Y sabía a lo que se refería, nos habían mandado a matar a alguien y hace un día me llego la información completa.
—Sí, pero nada importante.
Era algo incómodo, lo admitía. Ninguno sabía qué decir porque el único tema que reinaba en nuestra mente era sobre el ser innombrable.
Trate de quitarle importancia al asunto, despejando mi mente. Busqué la laptop que se encontraba en la pequeña mesa que causaba una división entre el sofá y el televisor volviéndome a sentar una de las sillas giratorias del mesón o isla que se encontraba en la cocina.
Ella se acercó un poco más a mí mientras yo buscaba la información en la computadora portátil. La planilla se encontró frente a mis ojos y ella observaba todo con la mente fría.
Era nuestro trabajo, no importaba en lo absoluto hasta que veo como abre los ojos como platos y me fijo en la información.
Nombre: Michael Maxwell
Edad: 55 años
Profesión: Dueño y presidente de Well Enterprises
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Aeron ©
ActionÉl era como la adicción que tienes a la cuchilla, la satisfacción que sientes al cortar alguna parte de tu cuerpo... las muñecas, el estómago, las piernas... Dándote tanto placer que por más daño que te haga no lo dejas de hacer, el sentimiento de l...