No daddy (Muke) Completa.

Veintidós.

Narrador omnisciente.

Luke envolvió a su pequeño en un abrazo al salir de casa y Michael se lo devolvió gustoso, no sabía a donde lo llevaría pero confiaba en la palabra de Luke en que no iba a regresar al instituto. El híbrido estaba emocionado por volver a viajar, le gustaba conocer nuevos lugares. Sus pensamientos se nublaron cuando los labios de Luke se acercaron a su cuello, dejando un suave beso en esa zona.

— Vamos, tenemos un largo viaje por delante. — Murmuró y el híbrido salió de su ensoñación para seguirlo. Le abrió la puerta del copiloto como todo un caballero y tocó su trasero mientras pasaba como todo un idiota. Michael rodó los ojos al sentir el toque y le dio una mirada juguetona.

— ¿A dónde vamos? — Preguntó ni bien Luke había entrado. El rubio de limitó a reír y negó con la cabeza. Michael frunció el ceño, sentía mucha curiosidad. — Luuke..— Insistió y alargó la "u" en su nombre. El nombrado solo miraba tranquilo la calle mientras conducía.

— No insistas, sabrás cuando lleguemos. — Murmuró y pasó una mano por su cuello, tocando un poco el collar de propiedad para luego dejarla apoyada sobre su muslo. Michael rodó los ojos nuevamente y Luke le dio una mirada, su gatito había vuelto con sus caprichos muy pronto.

Suspiró, tendría que buscar alguna manera para quitarle esa manía de querer saber todo pero definitivamente no volvería a ignorarlo como antes y tendría mucho tiempo para aprender a enseñarle o...quizá aprendería a aceptarlo. Michael se encogió en su lugar y lo miró, como si estuviera decidiendo si era buena idea desafiarlo o no. El híbrido no dijo nada al respecto a lo que Luke sonrió y estiró la mano para acariciar detrás de sus orejitas, logrando un ronroneo de su parte.

[...]

Se detuvieron frente a una casa vieja aunque bien cuidada, el jardín delantero estaba perfectamemte arreglado con rosas de distintos colores y Michael sonrió al pensar en el aroma de estas. Ni bien se bajaron del auto, el híbrido se inclinó para olfatear la rosa más cercana.

Luke hizo una mueca al verlo levantar las orejitas y curiosear el aroma de las otras rosas, había de color rojas, blancas, amarillas y rosadas. Se sintió triste al pensar en la persona que las había plantado y cuidado de ellas, su madre adoraba las plantas. La extrañaba, vaya que lo hacía pero con Michael a su lado todo parecía menos doloroso y el mundo se había tornado de colores brillantes ¿eso era el amor? Luke se sentía enamorado pero ¿Michael también lo sentía? Estaba seguro de que lo hacía, ese híbrido le había entregado su corazón. Sabía que había cometido errores y si, no se sentía bien al pensar en ello pero tenía que enmendarlo de alguna forma y ya que Michael le había contado gran parte de su vida ya era tiempo de que se enterara de la de Luke.

El rubio abrió la parte trasera del auto para sacar sus bolsos y cerró el auto antes de entrar a la casa con su gatito siguiendo su paso. Michael seguramente pensaba que se trataba de una casa normal pero para Luke era importante llevarlo a ese lugar. Al entrar, todo estaba perfectamente organizado y limpio, los portaretratos en las paredes y muebles llamaron la atención de Michael al instante.

— Luke..¿eres tú? — Preguntó, señalando una foto de su hermano mayor, Jack. Luke sonrió levemente y negó con la cabeza.

— No, es mi hermano Jack, él es Ben y ellos eran mis padres. — Respondió señalando a cada persona en la fotografía, una fotografía navideña que se habían tomado hace más de cinco años.— Este soy yo. — Dijo, señalando en la fotografía donde se encontraba. Michael rio, el aspecto de Luke hace unos años era el de un típico adolescente hormonal con un poco de acné en el rostro.

— ¿Dónde están? — Preguntó y levantó la mirada, notando que su dueño continuaba mirando la fotografía con cierta tristeza y eso hizo sentir un poco triste al híbrido.

— Jack y Ben están en California y mis padres murieron hace un tiempo. — Contestó, dejando la fotografía donde estaba. Michael se sintió culpable por preguntar. — Papá tuvo un accidente automovilístico y mamá se enfermó después de eso, no pudimos hacer nada. — Añadió. Michael bajó sus orejitas, sintiendo vergüenza por su pregunta.

— Lo siento.. — Susurró con pena. Luke tomó su cintura y lo apretó contra la pared más cercana, su gatito lo miró expectante.

— Nada de eso fue tu culpa, te traje aquí porque quiero que me conozcas ¿si? Viví casi toda mi vida en esta casa y quiero compartir mi pasado contigo, honestamente nunca pensé que traería a alguien a esta casa. — Se inclinó y presionó sus labios en un tierno beso. Michael rodeó su cuello y se mantuvo quieto, ninguno movió los labios, simplemente los presionaron.

— Te amo. — Maulló al separarse, sus ojos verdes no mostraban más que pura sinceridad y Luke se relajó.

— También te amo, pequeño. — Respondió y besó su frente. — ¿Qué te parece si te enseño mi antigua habitación? — Ofreció y el híbrido levantó sus orejitas curioso, quería ver eso.

Luke lo llevó por las escaleras después de verlo asentir entusiasmado, su habitación tenía cosas muy privadas y esperaba que Michael no encontrara nada vergonzoso ahí dentro, no recordaba la última vez que había entrado ahí. Entre sus hermanos cubrían los gastos que ocasionaba la casa y contrataban un servicio de limpieza mensual pero ninguno vivía ahí. No querían vender ese lugar, significaba mucho para ellos y todas las navidades se reunían en esa casa, recordando memorias pasadas una vez al año.

— ¿Qué haces? — Preguntó con extrañeza cuando entró a su habitación, Michael estaba buscando algo debajo de la cama y lo único que se podía ver era su colita sobresaliendo.

— Tienes muchas revistas xxx aquí.. — Gruñó un tanto celoso. Luke sintió sus mejillas arder, había olvidado esconder eso...

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No se si alguien seguirá leyendo esto pero aquí tienen un nuevo capítulo después de un largo tiempo.
Comenten que les pareció ❤.
All the love ❤.