Uno.

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Narrador omnisciente.

Michael sentía asco cada mañana que se levantaba y veía a uno de esos "estúpidos" humanos llevarse a uno de los suyos, de los híbridos. Estaba cansado de tener que tratar con ellos, se creen superiores pero es todo lo contrario, es decir, ¿ellos tenían lindas orejas y cola? ¿ellos tenían el oído agudizado? ¿ellos podían distinguir cosas en la oscuridad? ¿ellos podían caer parados? ¿ellos tenían garras? No, ellos eran inferiores ante la mirada de Michael.

Aunque, por alguna razón, nadie del instituto pensaba como él. Lo llamaban rebelde y le decían que nunca conseguiría un daddy actuando así, él solo les mostraba el dedo del medio.

No quería a nadie en su vida, creía que podía cuidarse solo y eso iba a hacer cuando cumpliera la mayoría de edad, a menos que a algún idiota se le ocurra adoptarlo. Eso no iba a pasar ¿cierto?, le hablaba mal a cualquier "daddy" que se le acercara en la hora de visita todos los viernes, lunes y miércoles.

El teñido de rosa se sentó en una de las tantas mesas que había en el comedor, aunque no para comer, era la estúpida hora de visita que tanto odiaba. Desde su lugar, podía ver a los empleados de la institución desesperados por deshacerse de alguno de ellos, odiaba ese lugar pero ahí había nacido y ahí se quedaría hasta los 18, en dos años más.

— ¿Qué hace un gatito tan lindo solo?- Una voz grave y profunda resonó en sus orejitas blancas. Michael frunció el ceño y giró su rostro para ver al sujeto. Un hombre, alto, rubio, de enormes ojos celestes y de un físico bastante memorable, se había fijado en él. Michael lo miró sin interés.

— Esperar mi muerte, eres más viejo que yo, ¿Cuánto te queda? ¿Dos años como máximo? Deberías empezar a teñir esas canas.- Soltó un bufido y alejó su mirada del hombre, quien era muy joven pero Michael lo insultaría hasta que desapareciera de su vista.

— Ya veo porque los empleados me advirtieron que no me acercara a tí, eres un gatito muy travieso.- Chasqueó la lengua y las orejas de Michael se movieron en disgusto, no le gustaba ese ruido.

— Me niego a entregar el culo si viniste a buscar eso.- Gruñó como un gato haría para proteger a sus crías, algo exagerado, sus pelos se levantaron y lo miró mal. El rubio levantó una ceja en su dirección, le gustaba ese chico..era tan diferente a los aburridos y obedientes sumisos que había cuidado antes.

— ¿Alguna vez tuviste sexo de verdad? Bebé, tu posición es más placentera que la mía.- Intentó de convencerlo. Michael rodó los ojos y negó con la cabeza.

— Entonces deberías ser bottom.- Contradijo, el de ojos azules quiso reír en ese momento. Al rubio le parecía que a Michael solo le faltaba un cartel enorme con la palabra "bottom" para completarlo.- De verdad, no tengas esperanzas conmigo..soy una pérdida de tiempo, ve a buscar a alguien más que pueda complacerte.- La voz de Michael destilaba tristeza, tenía baja autoestima y eso solo incentivó más al rubio para conseguirlo, sintió la necesidad de contradecir cada una de sus palabras con acciones.

— Dime tu nombre. -Le ordenó Luke. Michael lo miró ofendido, él debía presentarse primero.

— Soy Michael, ¿no te educaron en tu casa? Primero te presentas y después preguntas.- Gruñó y se cruzó de brazos.

— Soy Luke Hemmings, claro que me educaron, como dominante.- Rió. Michael rodó los ojos y negó con la cabeza.- Vamos a firmar los acuerdos y luego te vendrás a casa conmigo, ¿si, Michael? -Esas palabras fueron como un balde de agua fría para Michael. Durante años había aceptado que nadie lo llevaría y ¿Ahora alguien lo quería? Era completamente ridículo en su mente.

— No, estás loco, deberías irte ahora.- Negó con la cabeza y su cola empezó a moverse nerviosa. Michael no podía creer que aún lo quisiera después de la conversación que tuvieron.- ¡No puedes hacerme esto! Soy una persona también..- Agregó con enojo, él lo quería como a un juguete. Luke lo miró sorprendió, obviamente que sabía que era una persona o bueno, un híbrido, no notaba la diferencia.

— Creí que todos querían salir del encierro.- Dijo con un tono de voz que Michael no llegó a comprender.

— ¿Para qué? ¿Para que vuelvan a encerrarnos en sus mansiones y a usarnos como juguetes sexuales? ¡Quiero estudiar, ir a la universidad y ser algo más que un estúpido títere! - Exclamó, sintiendo el deseo en cada palabra. Él era un soñador y no dejaría que nadie le arrebatara su sueño.

Luke sintió que por fin lo había encontrado, a su gatito perfecto. Michael era decidido, hermoso, no se sentía intimidado con su presencia y lleno de curiosidad por el mundo. El rubio quería a un compañero de vida más que a un juguete sexual, como muchos otros. Luke deseaba a Michael tanto mental como físicamente y aunque no pudiera explicarlo, se sentía completamente fascinado con él. Tan solo tuvieron una pequeña conversación pero le alcanzó para saber la clase de persona que era Michael. Luke hizo una promesa muy importante consigo mismo, prometió no rendirse nunca con Michael.

— Si vienes conmigo te pagaré un profesor privado de primera, además de pagarte la universidad.

Y Michael no pudo decirle que no a sus sueños.

No daddy (Muke) Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora