Narrador omnisciente.
Luke sabía que no sería fácil encontrar a su híbrido a simple vista en ese lugar, había tantos libros por todas partes que solo si se prestaba atención podías ver la cola de Michael saliendo de en medio de todos los papeles y objetos académicos. La suave cola de su gatito se movía de un lado al otro, probablemente Michael estaba demasiado concentrado en sus estudios. Luke entendía que los exámenes de ingreso a la universidad serían en un par de semanas y no es que los híbridos no pudieran asistir pero siempre se les tenía menos estima.
- Mike, la cena está lista.- Dijo el rubio mientras apilaba los libros que estaban prácticamente tirados en el suelo.
- ¿Um? - Michael levantó la vista de su libro de historia y movió sus orejas blancas al escuchar la palabra "cena".- ¿Pediste pizza? - Preguntó emocionado y se levantó rápidamente del suelo, quitando algunos libros del camino. Luke rodó los ojos, solo por eso se levantaba.
- Si pero es la última vez en este mes, la próxima vez cocinamos.- Le advirtió, dejando los libros sobre el escritorio pero ni bien se dio vuelta notó que Michael no estaba. Luke bufó, últimamente el híbrido solo comía y estudiaba como si su vida dependiera de ello, sabía que estaba interesado en sus estudios pero le irritaba no tener aunque sea una parte mínima de su atención.
Michael se había tragado tres porciones de pizza para cuando Luke llegó al comedor, el híbrido no había almorzado así que no le sorprendía. El rubio se sentó a su lado y le ordenó que comiera más despacio, no quería a su pequeño enfermo. Mientras Michael tragaba, tocó una pequeña caja de terciopelo en su bolsillo y relamió sus labios antes de sacarla.
- ¿Q-qué es eso, Lu? - Preguntó nervioso, se sentía inseguro cada vez que recibía un regaño de su parte e incluso un poco incómodo por la gran cantidad de dinero que gastaba.
- Es para tí, abrelo, gatito.- Deslizó un poco la caja sobre la mesa y la dejó frente al híbrido quien bajó las orejas y se sonrojó por completo. Michael abrió sin atreverse a mirar a los ojos al rubio y se sorprendió al ver el hermoso collar de oro con un pequeño y delicado dije de un gatito jugando con una piedra preciosa que en definitiva no era para nada económica.
- Es hermoso...- Susurró, aún sorprendido por el detalle. Luke sonrió, se había tomado su tiempo para elegirlo y aún así no estaba seguro de si le gustaría o no.- Muchas gracias, me encanta, Luke. - Levantó la mirada y le ofreció una sonrisa grande a su dueño antes de abrazarlo con fuerza.- Te amo, gatito, te mereces esto y mucho más.- Susurró contra sus tiernas orejitas blancas. Michael ronroneó y se frotó contra su cuello en un gesto felino.- Date la vuelta, quiero verte usándolo.- Tomó el collar entre sus dedos y Michael se volteó. Luke colocó el collar correctamente y observó a su lindo minino con este, se veía hermoso e iba con la pequeña pulsera que le había obsequiado antes de su viaje a Londres.
- No me lo quitaré.- Murmuró y besó cortamente sus labios cortamente. Luke asintió, su sonrisa de estúpido enamorado no se borraría en un buen tiempo.
- ¿Que tal si vemos una película y te olvidas de esos libro por hoy? - Sugirió, deseando una afirmación. Michael asintió y su cola se movió de un lado al otro, deseando estar con su dueño.
Sin embargo, en cuanto Luke dejó a Michael recostar su cabeza sobre su regazo se durmió después de un largo día. El rubio continuó mirando la película mientras acariciaba sus suaves orejas blancas, no le importaba si estaba dormido siempre y cuando estuviera acurrucado a su lado. Luke no necesitaba nada más en ese momento, con Michael todo parecía estar bien, él era como su amuleto de la suerte a pesar de todo. Al finalizar la película se quedó mirando al híbrido, simplemente era la casualidad más hermosa que se había cruzado en su vida.
Sus labios rojos y esponjosos, su piel de porcelana, sus largas pestañas, sus ojos verdes, sus caprichos, su voz, su sonrisa, su risa, su adoración por los libros, su ambición por conseguir lo que quería, su amor por la crema batida, sus celos, sus gemidos, sus besos, sus abrazos y todo y cada uno de los detalles que poseía esa pequeña pero dulce criatura que solo con estar presente había mejorado su vida en todas las maneras posibles.
Luke estaba total y absolutamente enamorado. Se inclinó y besó suavemente sus labios, con cuidado de no despertarlo y susurró,
- Hace seis meses que te adopté, feliz aniversario, gatito..
Los seis meses más increíbles de su vida.
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No daddy (Muke) Completa.
Fanfiction✖Muke. ✖Gay Michael era el gatito rebelde, nadie sabía por que era así de distinto, todos los demás habían aceptado ser sumisos desde temprana edad, pero Michael era diferente de todos ellos y esa diferencia llama mucho la atención de Luke. Todos l...