No daddy (Muke) Completa.

Veinticinco.

Narrador omnisciente.

Michael jugaba con su nueva adquisición en su lengua mientras esperaba impacientemente a su dueño, solo habían pasado cinco minutos desde que Luke le ordenó ir a su habitación y esperarlo de rodillas sobre la cama pero para el híbrido  se sentían como horas. La curiosidad lo ponía ansioso, quería saber que haría el rubio para castigarlo, no había se opuesto porque sabía que su pequeño pircing tendría sus consecuencias y la resistencia solo empeoraba su situación.

Sus orejas se levantaron y apoyó sus manos sobre sus muslos cuando la puerta se abrió. Mordió su labio con fuerza, Luke solo llevaba un par de jeans negros ajustados y su torso completamente descubierto, de su hombro colgaba un cinturón de cuero negro y en su mano derecha llevaba una falda blanca que combinaba muy bien con las blancas orejas de su híbrido. Michael usaba panties pero no estaba cien por ciento de acuerdo con usar ropa tan femenina como las faldas, la última vez que había usado una terminó con el miembro de su dueño en su boca y se preguntó si eso sucedería nuevamente.

— Ponte solo esto, no quiero ninguna otra prenda, Michael. — Le ordenó, dejando la falda en el borde de la cama antes de dirigirse hasta su armario. El híbrido se levantó y quitó prenda por prenda, dejando únicamente sus panties blancas y se colocó la falda blanca tal como Luke quería.

— ¿Q-qué es eso? — Balbuceó nervioso, viendo una caja completamente negra en sus manos que nunca antes había visto.

— ¿Te di permiso para hablar? — Preguntó seriamente, con sus ojos azules oscurecidos y una postura superior. Michael notó que realmente Luke estaba mostrando su lado dominante, había sido suave pero ahora no parecía dispuesto a compadecerse. Sin embargo, Michael abrió los labios para decir algo pero Luke lo interrumpió. — Habla y te pondré una mordaza. — Dijo con un tono de advertencia, apoyó la caja sobre su mesa de noche y la abrió. Michael miró curioso como apoyaba el cinturón que antes estaba en su hombro sobre la cama ¿acaso lo azotaría con eso?

— N-no quiero azotes con eso... — Susurró con cierto temor. Luke levantó su mirada, fijándose en los ojos de su gatito y causándole un escalofrío.

— Te lo advertí. — Lo tomó por sus hombros y lo apoyó contra el respaldar de la cama, Michael maulló pero no se opuso porque confiaba en él después de todo.

Luke tomó sus muñecas y sacó una soga negra de la caja a un lado, posicionó sus manos correctamente y las ató con un nudo especial que no causaba ninguna clase de herida a la piel sensible de su gatito. Michael solo se quedó estático mientras su dueño lo ataba, levantó sus ojos verdes y notó el azul marino de los ojos de su..daddy. Era excitante verlo en ese estado y rápidamente comenzó a crecer una erección bajó la falda.

— Baja la mirada. — Tomó su mentón con ambas manos y lo obligó a mirarlo fijamente.— No te muevas. — Le ordenó y soltó su mentón, Michael bajó la mirada nuevamente. Luke sacó una bandana negra y la utilizó para tapar la boca de su híbrido, de hecho estaba sorprendido por lo bien que estaba llevando su castigo. Por último sacó un collar negro y lo colocó alrededor de su cuello.

Luego el rubio tiró de él como si de una muñeca se tratara, se sentó en el borde de la cama y lo posicionó boca abajo sobre su regazo, en una posición perfecta para darle unas cuantas palmadas. Luke miró de reojo el cinturón pero decidió dejarlo para otra ocasión, Michael se estaba dejando dominar más de lo esperado. El híbrido solo podía pensar en frotarse contra su dueño para calmar su entrepierna pero no lo hizo, Luke sería capaz de atarlo de pies y manos si se movía demasiado.

— Te dije que no quería otras prendas. — Dijo Luke al levantar su falda y ver las panties blancas que llevaba debajo, levantó su mano y dejó una palmada rápida en su trasero, Michael gimió contra la tela en su boca. — Serán treinta y cinco palmadas... — Murmuró más para sí que para Michael. Acarició su cola y la enrolló en su mano izquierda con cuidado para que no interfiriera. El híbrido apretó los ojos cuando comenzó después de quitar sus panties, no era para nada suave o compasivo al respecto.