Capítulo 9: Un juego peligroso

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¿Por qué siempre que todo me resulta medianamente placentero se tiene que venir una tormenta de problemas? Los chicos Parker son realmente interesantes y divertidos, me encanta pasar tiempo con ellos pero parece que nunca tendré suficiente y no por mi culpa.

Saber que mi mejor amiga ha decidido alejarse de mi apartamento sin razón aparente me frustra pero sin duda alguna no tanto como la frustración de tener de manera indefinida a Thomas en lugar de ella, sé que hay algo que no me están contando, Thomas, Ashley, joder incluso Shelddon y no sé cómo sentirme al respecto. Suspirando pesado y de manera sonora entro en el complejo de apartamentos, sin ánimos de usar las escaleras opto por el elevador.

- Al fin llegaste.

Miro a Thomas con aspecto inocente tirado en el sofá con una bolsa de papas en su regazo.

- No me hables, estoy molesta contigo –le señalo de manera acusadora y camino directo a mi habitación con Dante detrás de mí.

En mi habitación me saco las capas de ropa y no es hasta que miro mis manos que noto la chaqueta de Shelddon, nunca la pidió de regreso y eso me hace sonreír tontamente.

- ¿Lizzie? –gruño por lo bajo.

- Sigue.

Thomas entra en la habitación y mete las manos en sus bolsillos, ahora luce apenado.

- ¿Tuviste un mal día? – Inquiere.

Me dejo caer en la cama y lo miro sin dar créditos.

- Estoy molesta contigo y eso no cambiará hasta que me digas por qué no fuiste a ver el apartamento y porqué Ashley se fue.

Él lleva una mano a su cabello y rasca el mismo haciendo una leve mueca.

- Yo perdí la cita porque estaba ocupado –asegura- Ashley llegó enojada y al verme me tiró un par de cosas y empezó a gruñir cosas inentendibles, realmente no sé qué le pasó.

Entrecierro los ojos.

- Sabes que te adoro Thomas pero no puedes quedarte aquí, deberás ir a reanudar la cita o programar otra. Esto no es un hostal ni mucho menos -suspiro- y sigo enojada, sé que hay algo que no me estás contando –admito.

- ¿Es en serio Lizz? ¿No puedo solo quedarme y ya está?

Niego con la cabeza.

- Es por ese tipo, ¿no? Shelddon, con el que te viste hoy –ladea su cabeza un tanto socarrón.

Me levanto y lo miro ¿Quién rayos le dijo de Shelddon? Encarándolo cruzo mis brazos.

- No tengo por qué ocultar nada a nadie si es lo que estás insinuando –admito- y en todo caso ¿Cómo sabes de él?

Thomas enarca una ceja, ahora me mira como si quisiera arrancar mi cabeza.

- Eso no importa ¿por qué no me habías dicho?

- Dios, Thom, ¡no es de tu incumbencia si me follo a alguien o no!

Sus manos toman mis brazos de manera instantánea y me mira fijamente.

- Si lo es, lo sabes.

Me aparto bruscamente de su agarre. Le pido con toda la paciencia que tengo le pido que me deje sola en la habitación, cuando finalmente lo hace gruño y cierro con seguro la puerta para poder llamar a mi mejor amiga.

Marco el número de Ashley pero no es sino hasta el tercer intento que escucho su voz.

- Ashley ¿Qué sucede? –Inquiero apenas escucho su voz cansada.

Apasionado TormentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora