Apasionado Tormento

Capítulo 21: Perdiendo la paciencia

Me miro en el espejo y hago una mueca de disgusto, mi labio está colorado y con una fea herida en él, mi mejilla está mucho peor, me duele a horrores pero afortunadamente puedo esconder el enorme hematoma con algo de maquillaje cuando sea necesario.

Salgo de mi escondite por primera vez en tres días y todo me parece un desastre; Ash está tras la pista de Thomas mientras Shelddon pasa tiempo con su madre e hijo, me llama cada tanto y pasa gran parte de las noches conmigo y aunque intenta parecer feliz sé que es solo de labios para afuera; parece ser que gracias a Thomas estoy arruinándole la vida a todos.

― Buenos días hibernadora. ―Me sorprendo con la imagen de Ashley vestida con su ya usal ropa deportiva en el sofá junto a Dante ―el desayuno está servido ―me mira y ríe ante mi gesto― descuida lo ha traído Bruno hace poco, no te torturaré con mi exquisita sazón.

― Debes dejar de utilizar al italiano para nuestra alimentación, me siento mal por eso ―musito amarrando mi cabello me encamino la cocina para comer.

― Shelddon llamó, le dije que dormías así que dentro de poco me imagino estará amargándome la vida, digo, visitándote ―anuncia desde su lugar.

Ruedo los ojos pero una pequeña sonrisa escapa de mis labios, su actitud me ha subido el ánimo en estos días de tortura mental, como sin prisas y haciendo ligeras muecas por el dolor de mi rostro.

― Buenos días hermosa.

La voz de Shelddon me hace saltar en mi lugar y tragar apresuradamente lo que produce algo de tos. Al verme mi novio se apresura a darme suaves golpecitos en la espalda mientras besa mi frente.

― Lamento asustarte, ¿Cómo te encuentras hoy?

Sonrío leve y aseguro que me siento mucho mejor, solo para calmarlo. Pregunto por Jay y por su madre, pregunto por él porque sé que es infeliz al verme de esta manera. Pregunto por todo lo que se me ocurre para no pensar en la mirada constante de sus ojos sobre mi mejilla.

― ¿A tu madre le gusta la ciudad?

Shelddon sonríe y hace una mueca divertida.

― Es un poco reacia a admitirlo pero sé que ama un poco de frío.

Asiento en señal que le he escuchado y me levanto para dejar todos los desperdicios en la encimera. No puedo más, debo pedirlo.

― Me gustaría conocer a tu madre.

― Ella muere por conocerte.

Decimos al unísono y se me escapa una risa algo nerviosa, no esperaba eso y asiento nuevamente.

― Pero le he dicho que estás algo indispuesta y no será posible hasta que te mejores. ―Se encoje de hombros.

― Quiero conocerla hoy, puedo maquillarme un poco más de lo usual para cubrir mi mejilla -―lo miro esperanzada― no me gustaría hacerla esperar.

Veo a Shelddon tragar pesado y asentir para luego darme una sonrisa que no le llega a los ojos. Me asegura que hablará con ella para ir todos a almorzar esta misma tarde pero que de momento no me preocupe por ello.

***

Me miro en el espejo una vez más esta vez sintiéndome mucho más decidida, el hematoma de mi mejilla ha desaparecido gracias a una cobertura perfecta de maquillaje, mis ojeras se han ido igualmente para ser reemplazadas por el mínimo de maquillaje en mis ojos y mis labios se ven saludables con la herida disimulada con algo de gloss.

― Dime que me veo presentable.

Miro a mi mejor amiga quien deja su celular a un lado para soltar un silbido.