Vivir en Georgia cada vez me gusta más, esta ciudad me ha brindado hospedaje, un empleo, una mascota, excelentes amigos y sin lugar a dudas el mejor momento de mi vida. Muchos creerán que vivo estresada debido a la alta tasa de accidentalidad que presenta la ciudad en épocas de invierno pero en realidad es mi deber estar ahí para ayudar a las víctimas, es lo que amo hacer, por lo que no me supone ningún problema.
Es el final de mi turno, son las seis de la mañana y estoy exhausta, luego de despedirme de todos me desvío a la cafetería por un café cargado, necesito estar despabilada para conducir. Al llegar sonrío amable al responsable de la cafetería.
- Buenos días, Carl, ¿me das por favor un americano cargado?
Sonríe amplio y asiente mientras se pone en su labor. Es realmente atractivo, lástima que sea gay- pienso para mis adentros mientras tuerzo el labio inferior.
- Luces realmente agotada, Liz -me mira comprensivo mientras me pasa una galleta de mantequilla de maní y avena, una de mis favoritas.
Hago una mueca mientras asiento.
- Si -bostezo- estoy muerta -le doy un mordisco a la galleta mientras busco en mi bolso algo de efectivo para pagarle.
Carl simplemente toma el dinero correspondiente al café y me guiña el ojo cómplice- la galleta va por cuenta de la casa.
Sonrío amplio.
- Eres el mejor Carl -anuncio a la vez que me alejo con mi galleta y mi americano- ¡ten un excelente día!
Al llegar a casa dejo que Dante me llene de cariñosos lametones.
- Emocionado de verme, ¿eh? -Sonrío encantada y voy por sus croquetas- necesito que te comportes hoy campeón, Ashley está en la ciudad y no tardará en venir de visita -le beso la peluda cabeza de mi pastor alemán y poco después de eso me dirijo a la ducha para despejarme un poco.
Al salir vuelvo a bostezar, está claro que la ducha en vez de despejarme lo que hizo fue aumentar mi pereza y sueño, miro el reloj de la pared y arrastrando los pies me encamino a mi habitación, para la llegada de Ashley faltan al menos unas tres horas así que podré descansar de una vez por todas.
Ring...ring, ring...
Jadeo sonoro cuando el agudo sonido del interfono suena pero al saber de quién se trata simplemente me levanto y camino a la sala, al llegar contesto rascándome un ojo.
- Mmm, bueno.
Una voz divertida me responde al otro lado de la línea.
- Levanta ese culo perezoso niña, llegó la diversión a Georgia.
Río permitiendo que pase al presionar el botón de acceso y corro a cambiarme, necesito ropa, después de todo me había quedado dormida con solo la bata mullida color rosa palo. Justo al terminar de ponerme un pantalón de yoga con una camisilla blanca Dante ladra y la puerta suena. Mi amiga ha llegado.
Desperezándome abro la puerta y una torneada rubia de ojos azules espera al pie de la puerta con dos modestas maletas. Al verme su rostro se ilumina y chillamos mientras nos abalanzamos en los brazos de la otra y soltamos una que otra lágrima, detrás de mí Dante salta y ladra como si supiera lo que está pasando cosa que me arranca una risita y hace que me separe de Ash.
- Vamos rubia -limpio mi rostro mientras tomo una de las dos maletas- estás guapa mujer, tú necesitas dejar de ser agente para ser modelo -digo de buen humor mientras cierro detrás de mí.
- Basta, sabes que el modelaje no es lo mío -sonríe acariciando al perro- ¿por qué es que vives en este refrigerador? -se queja acercándose al radiador que mantiene el apartamento caliente.
ESTÁS LEYENDO
Apasionado Tormento
Romansa¿Podrá el destino unir dos corazones lastimados? ¿Podrán amarse incluso sabiendo que hay secretos de por medio? ¿ Llegarán Elizabeth y Shelddon a tener el final feliz que tanto merecen? Esta no solo será una historia de romance más, esta jur...