Capítulo 36: Sueños y realidades que mantienen despierto

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Si me dieran dinero por las veces que mi hijo jadeó en sorpresa con los nuevos animales del zoológico que ha acariciado en el sin fin de visitas guiadas de seguro no tendría que volver a trabajar durante el resto de mi vida. El pequeño Jay mira impresionado a la pareja de pingüinos barbijos que han llegado al habitad glacial desde los brazos de Elizabeth quien tiene exactamente el mismo rostro, es divertido y sin poder evitarlo con un ademán de la mano libre les pido que se acerquen.

Cuando lo hacen con cuidado tomó al macho y empiezo a explicar la diferencia entre este ejemplar y la hembra, empezando por los rasgos físicos como el pico.

— Jay, adivina como se llama este pequeño.

El pequeño arruga la cara en concentración mientras reviso atento la salud de mi nuevo amigo, pero aunque me tardo en dicha tarea no obtengo respuesta alguna.

— No sé papi, mejor dime tu como se llama.

Divertido por su respuesta me aseguro de mostrarle el barbijo.

— Skipper.

Jaydan ríe fuerte y se sacude un poco hasta que Elizabeth entre risas lo deja sobre el suelo.

— ¡Como la película papi!

Asiento encantado ante la correcta resolución de mi hijo, sabía que su nombre le iba a encantar y con mucho cuidado dejo a Skipper en el piso junto a Jay y tomo a la hembra quien por desgracia la hemos bautizado Lilu y no cualquiera de los otros tres personajes de la película.

Miro por un momento a Elizabeth quien obviando mi presencia se inclina un poco temerosa para acariciar el lomo de Skipper logrando que este suelte un graznido y se acerque más a su mano. Siempre tiene ese tipo de reacciones frente a los animales, es una fortuna y una verdadera belleza.

Dejo lista a Lilu luego de unos largos minutos y delego con mi personal las pocas actividades restantes con las aves pues debo llenar un par de informes especificando las condiciones en las que hemos recibido a estos pequeños. Llevándome a mi hijo y a mi chica salimos del habitad rumbo a una de las oficinas en donde me pongo manos a la obra luego de comprar algunos bocadillos en la plaza de comidas.

Escribo como autómata sobre el teclado sin perder de vista a Elizabeth quien habla con mi hijo; intento concentrarme en mi labor, pero apenas y puedo dejar de pensar en el delicioso sueño de esta mañana en donde finalmente volvía a tenerla sobre mi cama y entre mis brazos. Casi puedo seguir sintiendo la vívida sensación, como si hubiese enredado mis manos en su cabello, como si hubiese besado su frente. Es una jodida tortura y lo peor de todo es que la pobre no tiene ni idea de lo que tenerla cerca significa para mí.

Frunzo el ceño junto a los labios regresando la mirada a la pantalla y alejando todo pensamiento ajeno al trabajo cuando un correo entrante de parte del departamento de policías de la ciudad llama mi atención; sin querer darle más vueltas lo abro luego de mandar e imprimir una copia de los informes notando pronto que el correo es del departamento especial que dirige Ashley.

<< ¿Ahora que habrá pasado?>>

Leo detenidamente el contenido ahogando una maldición para no llamar la atención de mis acompañantes y sin poder creer lo que estoy leyendo repaso nuevamente todas las palabras prestando atención a los detalles.

De: Fuerza Policial Especial (F.P.E) Departamento de policía de Atlanta, Georgia.

Para: Consultante civil, agente rescatista Shelddon A. Parker

Asunto: Caso Thomas Black.

Cordial saludo, a través de este medio le hacemos llegar la participación esencial en el caso abierto de Thomas Black en donde se vio inmiscuido en el operativo de rescate de la civil, la señorita Elizabeth Evans. El detenido se rehúsa a cooperar, pero hemos encontrado información sobre Rivercross en donde su colaboración es de vital importancia.

Apasionado TormentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora