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Me dejaba llevar por mis sentimientos y no pensamientos, porque por una vez en la vida estaba haciendo lo que me daba la gana, estaba avanzando como persona, creciendo al lado de alguien que me quiere tanto como yo le quiero a él y joder, es casi estúpido querer tanto a una persona en dos meses y medio, pero es que desde la primera vez que lo vi jodiendo en el pasillo de mi antigua casa, buscando un baño, me hizo sentir cosas en mi estómago que principalmente pensé que eran gases y por lo que se ve eran esas mariposas que normalmente dice la gente que se tiene cuando se está enamorado.

Por una vez habíamos cenado sin tener ninguna discusión, habíamos hecho cosas de pareja sin que hubiese ningún intermediario que decidiese joder nuestra noche, porque no fue así, todo lo contrario, todo fluyó y casi me acojiné pensando que de un momento a otro iba a suceder algo como siempre terminaba pasando, es por eso que aunque mi cuerpo estuviese calmado, mi mente no dejaba de torturarme con mantenerme alerta.  

Me llevó a una azotea impresionante, cuyas vistas eran nada más y nada menos que Times Square, una de las avenidas en las que nunca se duerme, siempre hay ruidos, coches y ganas de ajetreo mental; Allí, joder, allí era increíble, todo estaba decorado de una forma en la que nunca me imaginé; Era una zona no muy amplia pero si bastante perfecta, algunas luces de las que se cuelgan en las cabeceras con formas de bombillas se enrollaban en las vigas de hierro e iluminaba la zona de la forma más romántica que puedes imaginar, en el suelo descansaba una especie de sabana con un par de copas de cristal y vino blanco, como a mi me gusta, por no decir de los tupper de cartón con la serigrafía de mi chino favorito y joder, cada vez me gustaba más todo lo que veían mis ojos.

Estuvimos charlando de temas triviales, aunque su boca estuvo más tiempo pegada a la mía,  jugando con nuestras lenguas y manchándonos de saliva que charlando, puesto que a penas podíamos aguantar sin saborearnos mutuamente.

Según lo que me estuvo contando entre beso y beso, Noah estaba intentando seguir los pasos de su padre, y he decir que no se le da nada mal; Estaba estudiando Derecho en Columbia y quería ejercer de abogado o juez, según el no tiene claro si prefiere meter en la cárcel o defender a víctimas. Aun me sigo preguntando cómo conoció a mi hermano y es por eso que se lo pregunté.

—¿Cómo os conocisteis mi hermano y tú?— Seguidamente llevé la copa a mis labios y di un pequeño sorbo sin despegar sus ojos centelleantes de brillo de los míos.

Peleas y más peleas, es por eso que Liam desaparecía de casa durante días, porque los moretones que se dejaban no eran normal, hasta que un día decidieron luchar juntos contra otra banda y se consolidó una relación de amistad. Lo que más me removió fue el miedo a que un día los pillasen con toda la mierda en las manos y ambos perdiesen todo el estatus de su carrera universitaria por meterse de hostias como niños pequeños que pueden terminar en el otro barrio. 

Yo quería estudiar filología, ser escritora quizás o trabajar en una editorial, desbocar la pasión que me transmiten todos los libros en uno solo, hacerlo brillar y lanzarlo por encima de todo lo que se puede, dios, es algo que solo de hablarlo se me pone la piel de gallina, porque supongo que ahí estaba mi verdadera vocación.

Después de cenar estuvimos hablando del futuro, terminé en su regazo, acurrucada entre sus piernas mientras me frotaba los brazos para aportarme un poco de calor; Intenté ciertamente sacar un tema absurdo para mi edad, pero quizás importante, "Bebés" y su mirada de terror y su forma de evadir el tema y la forma en la que quería desconcentrarme subiendo sus caricias por mis muslos me dio la respuesta ¿Me sentí un poco triste? Quizás, no estoy diciendo que quiera hijos ya y que es posible que puede que no sea con él, pero joder ¿Qué digo? Claro que veo un futuro con él más de lo que me gustaría pensar e imaginar y que quizás choquemos en ese tema me hace sentirme insegura de la hostia. Yo si quería hijos, quizás cuando todo en mi vida esté consolidado y las cicatrices cerradas, no quería un equipo de fútbol, pero si quería un fruto de un amor deseado. 

Mi desastre ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora