Familia.

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El sol no los sorprendió el día siguiente, horas antes del amanecer tanto Victoria como Jerónimo estaban despiertos, no para platicar ni para alguna urgencia médica sino por la pequeña hambrienta que había dado la bienvenida a su segundo día de vida con un buen grito. Por la noche habían pasado a la pequeña cama de recién nacidos para no lastimarla mientras dormían, al escucharla Jerónimo se levantó y fue a cargarla para luego despertar a Victoria y que le diera de comer. Malena tenía un apetito importante a toda hora, en eso, había salido a su papá.

Mientras Victoria amamantaba a su bebé Jerónimo veía hipnotizado ésta escena, ya le había fascinado la primera vez y ésta no iba a pasar por alto tampoco, Malena bebía del pecho de Victoria con vigor, se habían saltado una comida durante la madrugada y la pequeña no iba a perdonarselos. Tanto Victoria como Jerónimo sonreían al verla y estaban felices de que sea sana.

- En eso salió a ti.

- Jajaja debe comer mucho para ser fuerte como el papá.

- Y ser más alta... Dijo Victoria en broma.

- Ey... Bueno ojalá sea más alta jajaja

Luego de alimentarla Jerónimo la cargó y paseó por la habitación, Malena casi no lloraba, solo por alguna molestia o por hambre, era prematura por dos semanas pero solo su tamaño denotaba eso, después era una niña fuerte y tenía a quién salir. Después de un rato Victoria la reclamó y Jerónimo la puso en sus brazos.

Todavía no creían en lo que estaba viviendo, hacia menos de 24 horas Victoria aún estaba cautiva y ahora estaban no solo juntos sino también con su bebé en brazos.

Luego de un rato hablando de los planes para su hija, los pasos a seguir cuando pudieran ir a casa y obviamente lo mucho que se habían extrañado, se llevaron a Malena a la incubadora nuevamente solo para chequearla y así Victoria y Jerónimo se quedaron solos.

- Victoria...

- Dime. Contestó Victoria recostandose en el pecho de Jerónimo.

- ¿Quieres hablar de lo que sucedió éstos meses?

- Fue horrible Jerónimo, horrible. Luego de que te fuiste en el estacionamiento alguien me tomó por detrás y me cubrieron la boca con algo, en ese momento perdí el conocimiento.
Cuando desperté estaba en una habitación oscura, tenía una venda en los ojos y en la boca y estaba atada. Luego vinieron esos hombres, nunca les vi la cara, me golpeaban, me amenazaban, me daban duchas heladas durante la madrugada, sentía a Malena moviéndose y temía cada vez perderla.
Victoria se quebró en este momento pensando en las veces que temió perder el embarazo, Jerónimo la contenía y sufría junto a ella, viendo lo mal que estaba prefirió parar el relato y esperar a los oficiales y psicólogos para que manejaran la situación de la mejor manera para Victoria.

Fuera de la sala aún esperaba toda la familia para ver a Victoria, se preguntaban cómo se vería y cómo reaccionaria al verlos.
Cuando pudieron entrar a verla se sorprendieron de lo delgada que se encontraba y de los golpes que traía. A los hijos principalmente se les hacía un nudo en la garganta al saber que fue su propio padre quien había lastimado así a su mamá.
De todas maneras Victoria solo atinó a extender sus brazos y abrazar a sus tres hijos, se sentía de nuevo en casa viendolos, abrazó a Fernanda y sus amigas de igual manera. Para todos fue un alivio ésta reacción ya que esperaban hasta que Victoria los rechazara. Luego de un momento las enfermeras trajeron a la bebé y la familia estaba completa, Victoria estaba rodeada por gente que amaba y la amaban, sobre la cama estaban Paula, Santiago, Mariana y Malena, sus cuatro hijos, sus tres hijas e hijo, esos primeros tres por los que daría su vida entera e incluso lo hizo dedicándose casi roboticamente solo a cuidarlos y ahora tenía a una nueva almita por quien velar, y también Estaba Martín, extendiendo uno de sus brazos hacia él Victoria lo llamo a reunirse con ella y sus hijos, él era parte ya de su familia, ese niño que la había odiado tanto pero se había rendido ante ella cuando podía comprender con más claridad a la mujer que alegraba la vida de su papá. Victoria sentía a Martín como un hijo más, como el segundo niño que no le tocó tener.
Jerónimo, al igual que todos, de sentía feliz viendo ésta escena, su esposa, sana y salva, con sus hijos, Martín y la pequeña recién nacida. Para todos era felicidad completa y así siguió la mañana, con Malena en brazo de todos y hablando de los planes a futuro, todo tema era tratado entre risas salvo los últimos dos meses, para eso Victoria debería hablar con los oficiales y los psicólogos del hospital esa noche.

* En un pueblo a las afueras de la ciudad.

Enrique se arrastraba, una de sus piernas estaba herida de gravedad y su rostro estaba cubierto de sangre. Había logrado salir vivo del coche antes de que se estrellara pero no iba a salirle gratis. Como pudo llegó a la casa de unos ancianos quienes ignorando de quién se trataba lo recibieron y curaron ellos mismos, pagándoles el favor Enrique se retiró del lugar partiendo a otro más alejado de la ciudad, no podía volver a su casa porque estaba siendo intensamente buscado, y no podía acudir a nadie porque todos los teléfonos cercanos a él estaban siendo controlados. Así que Enrique decidió llamar a la persona que alguna vez supo estar en su misma situación.

Ya se que hace semanas no escribía, la universidad me saca todo el tiempo. Disculpen :)

Cautiva de tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora