Cautiva de tu amor

La vida sigue, juntos.

Habían pasado tres meses, ya todos estaban recuperandose de lo vivido, Jerónimo había sanado y Malena ya contaba con nueve hermosos meses de vida, una vida que aunque era corta igualmente había sido muy intensa.
Victoria no se separaba de su beba, la tenía con ella casi todo el día y cuando no siempre sabía dónde y con quién se encontraba, Jeronimo trabajaba más en casa que en la editorial y disfrutaba ver del crecimiento de su hija y lo adorable que Victoria era para con ella.
La vida estaba acomodandose a como era después del nacimiento de la pequeña y solo se dedicaban a disfrutar cada momento.
Enrique había sobrevivido pero no para ser libre, luego de recuperarse su destino obvio era la carcel, mientras esperaba su juicio fue encarcelado por el secuestro de Victoria durante su embarazo, por el secuestro de Malena y por intentar asesinar a Victoria y Jeronimo. Lo seguro era que no iba a salir por muchos años sino por siempre, sus hijas aunque lamentaban todo y estaban del lado de su madre de todas formas lo visitaban, Santiago desde que supo que su padre fue protagonista del secuestro de su madre y su hermana eligió no verlo jamás.
Valeria por su lado aún era buscada aunque los oficiales creían que se había fugado a otro pais.

La vida seguía para todos, Victoria seguía en su empresa, Jerónimo trabajaba en la editorial más importante del pais, los hijos de Victoria crecian increíblemente tanto en sus profesiones como en su vida en general y los amigos estaban sanos y felices.

Victoria sacaba a Malena a paseos cortos, la llevaban a conocer todo tipo de animales, incluyendo a Clementina, amaban verla crecer, a ésta edad ya comenzaba a estar más conciente de su alrededor y disfrutaban cada reaccion que tenía, después de verla llorar de miedo, de alimentarla para que no hiciera ruido, de escuchar a dos personas dispuestas a matarla Jeronimo y Victoria se enamoraban de su hija cada vez que la escuchaban reir sin parar.

Solo aceptaban dejarla con Camila ya que estaba Bernardo presente y como medico podría atenderla si pasara algo, con Fernanda porque no solo era experta en hijos sino que estaba Meme para supervisar  cada consentimiento hacia la bebé aunque secretamente ella consentía a su nieta como ningún otro, y obviamente Jerónimo y Victoria aceptaban que se quedara con Helena, ¿con quién mejor que con su obsesiva amiga para que cuidara cada paso de Malena? Victoria se sentía culpable de aprovecharse de la obsesión de Helena pero también tranquila porque ésta fuese así.

Gracias a todos estos momentos Jerónimo y Victoria lograban tener un momento a solas, un momento para ellos sin bebé y sin familia, lo necesitaban y la familia también necesitaba verlos relajados.
Iban a cenar, salían a ver una pelicula o simplemente se quedaban en casa con una cena especialmente preparada por ella y un buen vino elegido por él. A veces lo simple era lo más necesario. Y a veces solo se necesitaban el uno al otro, escucharse, bailar con alguna copa de más y una noche entera de hacer el amor les sanaba toda herida que aún quedase por ahí. La mañana siguiente se levantarían felices y agradeciendo estar juntos un día más.