Cautiva de tu amor

Nuevos amigos, viejos enemigos

Tiempo había pasado. Malena cumplía medio año, era una niña sana y dulce, con los ojos verdes de su mamá y la sonrisa conquistadora de su papá, su cabello era negro y crecía rápido mientras su humor era igual de hiperactivo que su papá, apenas balbuseaba pero estaba atenta a todo, comía mucho y ya no lloraba como antes, si bien había otros niños en la familia Malena era la luz de la familia.

Festejando los tres años de Vicky, la hija de Paula y el medio año de Malena toda la familia y allegados decidieron pasar un día de campo juntos, había pasado medio año también de recuperar a Victoria, ésta aun seguía con tratamientos para recuperarse por completo pero más allá de eso todo era nuevamente normal.
Jerónimo trabajaba en el diario más importante del pais como director de edición, un puesto que solo podía soñar. Victoria seguía en su empresa cada vez más activa y también se encargaba de la educación de Martín y los cuidados de la pequeña Malena, con sus otros hijos ya grandes y haciendo sus vidas como adultos y Martín en plena adolecencia se dedicaba por completo a la bebé, ésta era una experiencia diferente a la de sus anteriores hijos, Malena había llegado en un momento maduro de su vida, estaba relajada y con experiencia, cuando la bebé lloraba al instante sabía por qué era, todas las tareas parecían más fácil y después de todo lo que vivió en el embarazo ahora solo quedaba disfrutar de su hija y su esposo. Jerónimo por su parte veía a Malena como un milagro, nunca había soñado con tener un bebé con Victoria y viéndose ahora y viéndola a ella como madre solo podía emocionarse. Estaba enamorado cada día más de su esposa, la veía como bobo varias veces al día, se emocionaba con acciones simples como ver cocinar a Victoria, verla dándole de comer a Malena o simplemente dormir una siesta junto a ella podía hacer que las mariposas en su estomago vuelen como si fuese la primera vez que la vio.

Toda la familia estaba feliz viendo lo tranquilos que estaban al fin, Paula se dedicaba por completo a su trabajo y trataba de dejarle tiempo a su maternidad aunque aun estaba aprendiendo y tratando de unir ambas cosas. Santiago seguía con su carrera creciendo pero a su ritmo propio sin cambios ni intromisiones junto a Estrella, su ahora esposa desde hacia unas semanas. Mariana ya convivía con Andrés, su novio, el tema de casarse había sido hablado pero ambos preferían esperar y solo convivir.
Camila seguía su romance con Bernardo, su enfermedad estaba en control afortunadamente y su personalidad era la misma de siempre, con chismes y consejos a sus amigas, las reuniones con cócteles "mata penas" se hacían como antes y las vergüenzas que le hacia pasar a victoria preguntando sobre su vida sexual también continuaban. Fernanda había comenzado una relación con Henry, el mejor amigo de Jerónimo y parecían el uno para el otro.
Todo estaba bien, era raro pero lo necesitaban, ese día iba a ser enteramente para festejar el nacimiento de la primer nieta de Victoria y también que Malena existía en sus vidas hacia medio año, y no solo como una integrante más de la familia sino como resultado del amor y la lucha de sus papás y significado de que el amor lo puede todo, siempre.

Toda la familia estaba en un parque, ahí había algunos otros niños principalmente amiguitos de la hija de Paula y el hijo de Tatiana, ésta se había vuelto cercana a la familia desde que Enrique secuestró a Victoria, se preocupaba sinceramente por él y sufría por todo lo que pasaba, después de todo era el padre de su hijo.
En el parque todos comían juntos mientras se escuchaban las carcajadas por algún chiste de Camila o Jerónimo, la tarde era hermosa y soleada, luego del postre los niños se fueron a los juegos que había para ellos mientras los padres seguían platicando, Malena se había ido en brazos de Paula ante la atenta mirada de su mamá.

- Tranquila, esta jugando...

- (riendo) ay lo se pero tengo miedo que le pase algo...
Contestó Victoria.

- Pero no le va a pasar nada, es una niña sana y feliz.

- Lo se, perdón, tienes razón, tengo que relajarme.

Victoria sobreprotegía a Malena y aunque Jeronimo trataba de calmarla de todas maneras la entendía, quizás porque a él le pasaba lo mismo con ambas.

Relajándose Victoria se sumo a la charla que estaban teniendo Camila, Bernardo, Fernanda y Helena, Jerónimo mientras hablaba con Santiago y Andrés planificando un partido de fútbol para ese fin de semana. Mientras ésto pasaba Paula, Estrella, Tatiana y Mariana estaban con los niños, Malena se encontraba dentro de un cubo que contenía pelotas, no era peligroso ya que era para bebés de su edad, no se caería de ninguna manera y ninguna de las pelotas cabía en su boca, de todas maneras era cuidada atentamente por sus hermanas. En un momento uno de los niños cayó de un columpio y todos corrieron a socorrerlo, su frente sangraba y no paraba de llorar, al asegurarse de que mas allá del golpe estaba bien y que lo llevaban a un hospital Mariana y las demás volvieron a cuidar a los niños, pero algo estaba mal, todos los niños se encontraban en su lugar salvo Malena.