Juntos, los tres.

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El mensaje era claro, durante la madrugada habían dejado el papel en la puerta, solo contenía una dirección.

En ese preciso momento Jerónimo y Victoria, después de insistir a la familia que se queden con algunos oficiales en la casa, corrieron hacia donde la nota indicaba. Victoria había pasado los peores momentos de su vida, nunca había estado alejada de ninguno de sus hijos, siempre los sobreprotegia incluso a Santiago antes y después del accidente que le llevo dos dedos de su mano cuando era solo un niño, esa vez fue la primera y ultima que Victoria "permitió" que uno de sus hijos se lastimase.
Con Malena era igual, Victoria durmió abrazada con la bebé desde la primera noche, para jerónimo era casi imposible sacársela aunque sea para que ambas durmieran más cómodas. Cuidaba de Malena todo el día y adonde sea que fuese se la llevaba con ella.
Jerónimo por su lado era sobreprotector de ambas, Martín era grande y estaba en la etapa donde los chicos pasan más tiempo fuera que dentro de la casa asique, aunque atento a su hijo, su paternidad se centraba en la pequeña que aún no llegaba al año, vivía cada acto de Malena con fascinación y un amor inconmensurable, al igual que disfrutaba de Victoria siendo mamá.

Ahora después de días de agonía, de angustia, de no comer ni dormir como se debía estaban a punto de recuperar a su hija aunque se les fuese la vida en eso.
Subiendo al coche se dirigieron al lugar acordado esta vez sin decirle a la policía ya que el papel indicaba "nada de policías" así que finalmente decidieron no avisar, de todas maneras no habían ayudado ni cuando Victoria desapareció, ni cuando Enrique se fugó y tampoco ahora; lo que Victoria y Jerónimo aún no sabían era que detrás del secuestro de la pequeña estaba también Valería, y eso seria una ventaja para los perversos exs.

Llegando al lugar se encontraron con la casa donde se habían escondido los últimos días, entrando corriendo después de cerciorarse que los oficiales estaban posicionados Jerónimo y Victoria corrieron dentro casi sin tocar el piso, una vez dentro la casa estaba completamente apagada, el estómago de Victoria se retorció cuando a lo lejos escucho un pequeño llanto, corriendo hacia donde venia el sonido Victoria y Jerónimo se dirigieron al sótano de la casa, ahí el sonido se acercaba cada vez más y el corazón de ambos padres casi de detiene al encontrar a la pequeña Malena acostada en una cuna en el medio de la habitación, corriendo hacia ella Victoria la tomó y abrazó casi fundiéndose en ella, las lágrimas de ambos no tardaron en llegar al igual que los besos y los chequeos para asegurarse que que bebé esté completamente sana. Lo estaba, para felicidad de todos, Malena ya no lloraba, solo buscaba instintivamente el pecho de su mamá, después de todo habia pasado días tomando leche en biberón y no era lo que más le gustara a la pequeña.
Viendo ésta exigencia de su hija Victoria solo atinó a cumplirla y así, después de días, le volvió a dar el pecho a su Malena;  mientras, Jerónimo obsevaba la escena con amor y un nudo en la garganta viendo lo hambrienta que estaba su hija, volviendo a la realidad ambos decidieron volver arriba y salir de esa casa con su hija a salvo pero obviamente no iba a ser tan fácil, acomodando su ropa nuevamente, Victoria siguió a Jerónimo.

- Tenemos que irnos.

- Si, si, lo se, vámonos, quiero sacar a nuestra bebé de aquí.

- Esta bien, escuchame, no sabemos si hay alguien arriba esperando así que yo voy primero y sea lo que sea que pase corre Victoria, la policía debe haber llegado, ponte a salvo.

- No me voy sin ti Jerónimo no...

- Victoria, estamos hablando de nuestra hija también (tocando la cabeza de la pequeña) tu y ella ya pasaron demasiado como para seguir con esta pesadilla, si algo pasa, lo que sea, asegurate de que ustedes dos estén bien, yo también me aseguraré de eso. Te amo, las amo, son lo más hermoso que pude haber imaginado.

- (llorando) yo te amo a ti, ambas lo hacemos y no hace falta nada de esto porque nos vamos juntos, los tres.

En ese momento fue que subiendo las escaleras Valeria finalmente se reveló ante ellos cruzandose en la puerta, ni Jerónimo ni Victoria podían creer que nuevamente se encontraran con ella, todo parecía haber quedado en el pasado, incluso por la cantidad de tiempo que había transcurrido desde aquella vez que Jerónimo la confrontó y ella atacó a Victoria, ahora nuevamente estaba detrás de hacerles daño pero ahora era mucho más perversa.

- ¡¿Tú?! Exclamó Jerónimo.

- Que linda familia, debo admitir que cuando me dijeron que habían tenido un hijo no pude mas que sorprenderme, ya saben, por la edad y eso... (Sonriendo)

- ¡No puedo creer que seas capaz de meterte con un bebé!

- Victoria yo no podía creer que te metieras con un niño como Jerónimo en comparación con tu edad y sin embargo lo hiciste, así que yo tomé mis medidas también.

- Valería todo había quedado en el pasado, ¿para qué volver con lo mismo? Además arreglemos las cosas nosotros, dejalas ir.

- Todo había quedado en el pasado hasta que recibí la visita de un amigo que me volvió a abrir los ojos (en ese momento aparece Enrique en el costado de la puerta)

- ¿No pretenderás que estemos sorprendidos verdad? ¡¡¡Era hasta obvio, están locos los dos!!!

- Locos si un poco, pero por ti Victoria, sólo por ti, yo de amor y Valería bueno, de odio pero no te preocupes, hemos hecho un trato, ¿verdad?

- Si, (levantando la mano derecha) he prometido no dañar a Victoria ni al pequeño angelito molesto que han hecho juntos...

- Están locos, no pensé que llegarían a tanto...

- Ya ves, la gente a veces te da sorpresas pero basta de esto, ahora es el tiempo de la acción. En ese momento Valería sacó un arma y les apuntó a ambos, por reflejo Jerónimo puso su cuerpo frente al de Victoria y su hija mientras Victoria cubría a la bebé lo más que podía.

- Valería, calmate, no hay necesidad de esto...

- No, lo se, o espero que sea así, vamos a ser cordiales pero esto es por las dudas, tú te vienes conmigo y ella con su esposo. Ven.

- No, ni lo sueñes, Victoria se queda aquí.

- (cargando el arma) Jerónimo no me empujes a hacer algo que no me gustaría. O te vienes conmigo y Victoria con Enrique o te quito del medio con un disparo en una pierna y luego a ella aunque ahí me puede fallar la puntería...

Cautiva de tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora