Prueba de vida.

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Malena no paraba de llorar, día y noche a toda hora, Valería había logrado que aceptara el biberón pero solo tomaba poco y luego volvía a llorar, por momentos la cargaba y mecía de un lado a otro y por otros se cansaba y solo la dejaba llorar. La imagen era demasiado triste, la pequeña sola en una habitación llorando hasta ahogarse por la simple razón de querer a su mamá y a su papá.
Habían pasado tres días y esa era la estrategia, recurrir a la desesperación de ambos padres para que accedan a todo lo que se les pidiera.
Enrique casi no había tenido contacto con la bebé, quizás ahora había entendido que esa niña no era hija de él con Victoria sino de Jerónimo y por eso casi no quería verla siquiera, algo que irritaba a Valería ya que en este plan debían convivir en una casa de campo a las afueras y era ella quien debía encargarse de la bebé ya que se encontraban solos, igualmente Valería debía disimular y continuar su vida, algo que no era difícil ya que trabajaba desde casa y solo debía mostrarse normalmente con sus conocidos, luego podía pasar todo el tiempo restante escondiendo a la niña, aunque no era lo que quería verdaderamente.

Existe una conexión especial entre las madres y sus hijos, aun más cuando son pequeños, como si aun estuviesen unidos por el cordón que los une desde el momento que existen en el mundo interior de cada madre, se demuestra de muchas formas, algunas en sentimientos y otras físicas, Victoria estaba pasando por ambas desde el primer momento que no tenia a su hija, la tristeza se apoderaba de su mente y de su cuerpo impidiéndole comer o levantarse de la cama, sentía que iba a morir de tanto llorar si eso fuese posible, y físicamente la ausencia de su hija solo le recordaba aún más que su bebé la necesitaba, sus pechos se llenaban de leche al punto de necesitar sacársela y guardarla, además en distintos momentos del día de sus pechos comenzaba a salir leche incluso aunque se haya sacado leche hacia un momento y Victoria sabia que ésto pasaba muchas veces cuando el bebé llora y la madre aunque se encuentre lejos igual lo vive, éste simple hecho que quizás algunos no crean y otras por experiencia si, a Victoria la hacia sufrir más que nada ya que significaba que dónde sea que estuviera su bebé estaba llorando y sin ella, algo que casi no hacia con ella ni con Jerónimo, la angustia se apoderaba de su mente y la tristeza no la dejaba respirar.
Jerónimo trataba de disimular sus sentimientos viendo a Victoria tan mal pero no lo lograba, en la casa faltaba la alegría, ya no era lo mismo. La familia se encontraba en la búsqueda, los hijos de Victoria se habían contactado con todos sus conocidos y amigos y la policía se había instalado en ambas casas. Todo parecía un deja-vu perverso que volvía a repetirse como cuando Enrique había secuestrado a Victoria, todo era igual pero ésta vez no podrían esperar a que pasen meses porque eso significaba no volver a ver a Malena.
Ésta vez Enrique había perdido absolutamente la cabeza y aún ni siquiera se había puesto en contacto. Valería estando ya harta de cuidar a la bebé sola decidió plantear llamar a la familia finalmente.

Cuando la policía llamó a declarar a Victoria y Jerónimo lo primero que ambos dijeron fue el nombre de Enrique y obviamente reclamaron porque no lo encontraron. Habían buscado a Enrique en todos lados, controlado a la familia, intervenido los teléfonos de todos los conocidos, su casa estaba casi bloqueada por agentes pero nada. Enrique estaba en casa de una propiedad no declarada que había quedado de cuando escondió sus bienes de Victoria, su nombre no aparecía y no podían ligarla a él.
Luego de un tiempo logro interceptar a Valeria y con un buen lavado de cerebro logró convencerla, apelando a lo que Victoria "le había sacado" a Valeria y hasta animando su sed de venganza, finalmente prometiendo que se llevaría a Victoria lejos dejando a Jerónimo en sus manos Valeria aceptó la locura que le proponía Enrique: secuestrar a la bebé de ambos y usarla para extorsiónarlos.

Ahora si los oficiales debían correr contra el tiempo, se trataba de un bebé y teniendo en cuenta de lo que había sido capaz Enrique no era descabellado pensar en qué querría enrique con la bebé.

Mientras tanto Victoria, Jerónimo y la familia entera no pegaban ojo y no podían hablar sin romper en llanto, fue en una de las reuniones familiares donde únicamente animaban a los papás que recibieron el primer mensaje por Malena.

Cautiva de tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora