Cautiva de tu amor

De nuevo a la vida.

Jeronimo temblaba, había protegido a su familia, le había salvado la vida al amor de su vida y a su hija, sus ojos estaban puestos en Enrique quien había caido al piso y luchaba por respirar, Victoria estaba igualmente shockeada pero recuperando un porcentaje de conciencia tomó el arma que Jeronimo tenía en su mano y la arrojó lejos, él así volvió al sitio donde estaba

- V- Victoria, ¿estás bien? Jeronimo tocaba la cara y el cuerpo de Victoria buscando heridas.

- Si, si, no te preocupes estoy bien, estamos bien. Contesto mirando a Malena quien increiblemente no lloraba pero aún necesitaba de asistencia medica.

- Las amo, las amo a las dos. (Besando la frente de Victoria y a su hija)

En ese momento se oyó a Enrique quejandose en busca de aire y Victoria siendo ella misma no pudo evitar ayudarlo, digiriendose hacía él.

- Enrique vamos a buscar ayuda, vamos a traer una ambulancia, si te quedan ganas de vivir esta vida trata de no moverte y respira corto. Y no te creas que esto es compasión, solo pienso en mis hijos. Jeronimo no quiero que nos quedemos aquí, ninguno de nosotros, esta gente nos quería muertos, Valeria a mi y Enrique a ti y ambos a nuestra hija, no quiero darles ni un segundo más.

- Está bien, pienso igual que tú, vamos a buscar el coche, no quedo muy lejos.

Ambos se dirigieron hacía donde había quedado el coche, a un costado también estaba Valeria, aún atada y forcejeando.

- NO TE VAS A SALIR CON LA TUYA VICTORIA TE LO JURO, AUNQUE ME ENCIERREN VOY A SALIR, AUNQUE ME MATEN VOY A VOLVER DE ALGUNA FORMA TE LO JURO. Y A TI, (dirigiendose a Jeronimo) ESTO ES LO PEOR QUE ME PODRÍAS HABER HECHO, SI AMANDOTE SOY CAPAZ DE ESTO IMAGINATE DE LO QUE SOY CAPAZ ODIANDOTE COMO TE ODIO EN ESTE MOMENTO, YA VAN A VER AMBOS!!!!!!!

Sin querer escucharla ambos se subieron al coche y se dirigieron a la ciudad, en el camino Jeronimo aprovechaba para mirar a Victoria, ella estaba con Malena en brazos, acariciandola mientras dormía, era el mejor regalo que el fin de ésta pesadilla podía darle.
En cuanto arribaron a la ciudad fueron directamente a una estación de policias a informar de todo lo sucedido y pedir asistencia para Enrique.

* En donde todo había culminado*

Los oficiales habían llegado siguiendo las únicas huellas que había en ese camino, a un costado había huellas de frenos repentinos y pasos al costado, Camila, Fernanda y Santiago rogaban no encontrarse con lo peor, cuando se dirigieron al espacio entre arboles donde habían dejado a Enrique él aún estaba ahí, luchando por su vida. Los oficiales se dirigieron hacía él y pidiendo una ambulancia lo asistieron de manera básica, Santiago al ver esto estaba en shock, su padre estaba herido de gravedad y la razón por la cual estaba herido era por querer lastimar a su madre, dirigiendose hacía él le gritaba

- ¿DÓNDE ESTÁ MI MAMÁ? NO ME IMPORTAS TÚ, ¿QUÉ LE HICISTE A MI MAMÁ, A MI HERMANA Y A JERÓNIMO? ERES UN MONSTRUO, ERES PEOR DE LO QUE SIEMPRE CREÍ!!!!

Santiago no pudo aguantar las lagrimas, la policia lo separo y Camila y Fernanda lo consolaron, ahí fue cuando escucharon

- ¡FALTA LA OTRA!

- ¡¿Qué?! Dijeron ambas mujeres. ¿Qué otra?

- Valeria Saenz, ¿la conocen?

- Si, es la ex jefa de Jeronimo, estuvo muy mal psicológicamente por celos hacía Victoria, pensabamos que los había superado...

- Bueno por lo visto no. Contestó el oficial. A simple vista hay cuatro huellas, hay tres que faltan junto con el coche.

En ese momento los oficiales recibieron una alerta desde la ciudad, se trataba de la seccional de policia donde Jerónimo y Victoria habían llegado para informarles.
Una vez que les dijeron que se encontraban a salvo en el hospital debido a las heridas no graves de ambos, varios oficiales junto con Camila, Fernanda y Santiago se dirigieron hacía allí.

* Entre los arboles*

Valeria observaba los movimientos, sabía que no tenía muchas opciones, estaba literalmente acorralada. Por su mente pasaba todo, amor, obsesión, desesperación pero sobre todo: odio. Esta vez no quería a Jerónimo, no quería verlo a su lado, quería verlo sufrir, su odio hacia Victoria se extendía hacia él, y ahora no iba a planear algo como lo anterior, no iba a dar vueltas, esta vez iba a hacerlo simple: Acabar con Jeronimo.

* En el hospital *

Jerónimo estaba siendo tratado, la bala que había entrado en su brazo había salido sin herir nada de gravedad afortunadamente, Victoria mientras tanto estaba con otro medico pero no para ella sino para su bebé, Malena se encontraba en neonatología para monitorearla y habían determinado que sufría de una leve hipotermia pero se solucionaria con unas horas de atención, por lo pronto debía quedarse en el hospital.

Victoria aún sufría el shock de todo lo vivido, no soportaba ver a su hija así, no soportaba que se la hubiesen robado, recordar como debió amamantarla para que no llorara le rompía el corazón.
Perdida en sus pensamientos y con los ojos llenos de lágrimas Victoria sintió a Jeronimo abrazarla por detrás y se fundió en él. Con Jerónimo se sentía protegida, se sentía tranquila, sentía que su hija también estaba a salvo y que no les podía pasar nada.
Girando se aferró al pecho se su esposo con cuidado de no tocar la herida.

- Jeronimo... Ha sido demasiado.

- Lo se, lo se pero ya pasó, mirame, ahora solo estamos nosotros, tu y yo con nuestra hija y nada nos puede dañar. Ya pasó.

- Gracias por todo, por el amor, por el cuidado, por no dejarnos nunca.

Y sellaron este momento con un tierno beso como si éste fuese un trofeo después de todo lo vivido, estaban juntos, sanos, su hija estaba a salvo después de todo y ya nunca nadie los iba a separar.