------ Acosta.

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El silencio reinó en la casa. A las dos hermanas y a Memé la noticia del embarazo las había tomado por sorpresa (Bueno, ¿a quién no?)

- ¿De verdad? dijo Mariana una vez que pudo reaccionar.

- ¿Otro hermano? dijo Paula.

Mientras Memé solo atino a levantarse y abrazar a su hija. Sin lugar a dudas su opinión y relación no era la misma con respecto a Jeronimo de como había sido hacia unos años.

Ésto si era una sorpresa porque si a alguien le temían era justamente a Memé.

- Felicidades Victoria!! Dijo Memé tocando la barriga. Un nieto más!!!

- Nieta, es una niña. ¿Y ustedes, no me van a felicitar acaso?

- Siii, si mamá, es que- la sorpresa (risas de todos) una hermanita, ahora ya no seré la más pequeña. Dijo Mariana fingiendo una cara triste.

- Felicidades mamá y felicidades a ti también Jeronimo. ¿Puedo? Preguntó Paula para poder tocar la barriga.

- Gracias.

- Siii, adelante.

Ambas hermanas y después cada invitado habían dejado de lado la cena para tocar la barriga y realizar mil preguntas. Por suerte el miedo y la ansiedad habían pasado para la pareja y ahora si, solo quedaba disfrutar del embarazo a pleno, con la familia y con cuidado y muchos mimos. Aunque aún faltaba Martín pero Victoria y Jeronimo sabían que si alguien iba a estar contento era él.

La cena transurrio, ahora si, de forma normal, aunque todos veían a Victoria como si brillara en la oscuridad, Santi presumía con sus hermanas que se había enterado antes y que como hermano iba a proteger a su hermanita mientras las hermanas bromeaban entre malcriarla y sobreprotegerla. Una vez que la cena acabó todos se despidieron sin antes darle un beso y un abrazo gigante a la futura mamá y despedirse de su hermanita en camino, sin lugar a dudas más alla de los miedos por ser un embarazo de riesgo todos tenían espacio para la felicidad que les producia saber que iba a llegar una nueva integrante a la familia y que ésta era justamente producto de un amor del que todos ellos habían sido testigos y que algunos hasta habían luchado para que triunfara.

Cuando llegaron al departamento Victoria estaba agotada, había sido un día extenuante física y mentalmente, y aun quedaba algo más: decirselo a Martín.

Éste estaba con su abuelo pero no iba a tardar en llegar,  Victoria y  Jeronimo tenían cita con la inmobiliaria en la semana para comenzar a ver casas y mudarse ya que en el departamento que era de Jeronimo definitivamente no iban a caber mucho tiempo más.

Una vez que llegó Martín, Jeronimo y Victoria lo sentaron para comunicarle las buenas nuevas.

- ¿Pasa algo?

- Si, queremos contarte algo.

- Nada malo ni de que asustarte, Martin.

- Bueno, mucho misterio para no ser ni malo ni grave, diganme.

- Esta bien, ¿tu recuerdas cuando hace un año mas o menos tuvimos una charla... emm... digamos "amor"?

(Martín asintió mientras miraba a Victoria con algo de vergüenza de que Jeronimo esté contando sobre sus charlas)

- Y recuerdas que en un momento me preguntaste si Victoria y yo pensabamos formar una familia.

- Si, y tu me dijiste que nosotros ya eramos una familia. Dijo Martín sonriendo.

- Bueno, ese momento era muy distinto a lo que se nos presenta ahora, seguimos siendo una familia pero ahora seremos una familia un poco más grande.

En ese momento Martín entendió mas rápido que todos a los que le habían anunciado el embarazo durante este largo día. Y solo se abalanzó hacia ambos para abrazarlos.

- ¡¿VOY A TENER UN HERMANITO?!

- De hecho, una hermanita... Agregó Victoria.

- ¡¿De verdad?!

- ¿Prefieres que sea hermanita? 

- De hecho creo que si, mis mejores amigos son hermanos mayores y me gusta como tratan a sus hermanitas.

- ¿Entonces todo bien? Pregunto Jeronimo.

- Papá, ya no soy el niño caprichoso de hace unos años. Contesto Martín con aires de niño adulto.

- Eso, él ya es el hermano mayor, tratalo como tal. Bromeó Victoria. ¿Quieres tocarla?

- Sii, ¿Puedo?

- Adelante...

Y acto seguido toco la barriga, era una imagen muy tierna ver al ya calmado Martín tan feliz por la noticia de su hermanita.

Los tres platicaron un rato, el cual Martín no dejaba de acariciar la barriga, y luego se fueron a la cama.

Una vez allí, Victoria y Jeronimo se contaban de las diferentes reacciones que habían tenido las amigas de ellas y Henry, sin lugar a dudas había  sido un día perfecto. Aunque todavía había más.

Como todas las noches Jeronimo acariciaba la barriga buscando una reacción de parte de su futura hija, mientras tanto intercambiaban planes y proyectos para su vida, como la nueva casa o arreglos médicos con respecto al embarazo y era también el nombre lo que estaba en esas platicas nocturnas.

- Esperanza.

- Mmm no.

- Anna.

- Muy corto.

- Rosario.

- No.

- Mercedes...

Ambos se miraron para luego reir, la relación con Memé era excelente pero definitivamente su nombre para la bebé estaba fuera.

- Yo tengo uno pero no se... Dijo Victoria.

- Dilo...

- Bueno, es un poco melancólico pero tiene personalidad. Malena.

En ese momento paso lo que tanto habían buscado desde que se enteraron que esa bebé estaba ahí, Jeronimo sintió una patada (Y por supuesto Victoria también). Él saltó de la cama para luego volver y tocar la barriga sin parar y sentir las pataditas que seguía dando la bebé. Era emocionante para ambos, por fin la habían podido sentir, Jeronimo casi no aguantaba lagrimear mientras Victoria se concentraba en sentirla girar dentro de la barriga, sin lugar a dudas ahora si estaba demostrando que era una Acosta, y por supuesto una inquieta.

- Creo que eligió su nombre. Dijo Jeronimo secándose las lagrimas que ya no contenía.

- Creo que si.

- Es hermosa, son hermosas las dos. Dijo Jeronimo acercandose a besarla y abrazando a Victoria sin dejar de tocar la barriga.

- Faltaba todo lo que pasó hoy, faltaba que todos supieran que aquí estaba para que se hiciera sentir.

- Es lo mas hermoso que tengo, ella, tu y Martín. Dijo Jeronimo mirando a Victoria a los ojos. Las amo y las voy a amar y cuidar para siempre.

- Y nosotras a ti. Contesto Victoria cerrando los ojos para dormir mientras sentía a su bebé aun pateando y a las manos de Jeronimo en su barriga, sin lugar a dudas éste era el cierre perfecto para uno de los mejores días que había tenido en toda su vida y aun faltan muchos mas.

Cautiva de tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora