Colores. "Larry"

Rojo.

Si se fijan en el amanecer, este es de un anaranjado precioso, similar al color del fuego, pero con matices distintos.

Tras este anaranjado, hay un rojo.

Un rojo colorado, uno que parece querer huir de esa gran sombra que lo atormenta, por qué jamás será el protagonista de sus mañanas.

- ¿Está seguro que podrá con el puesto?- Louis parpadea una, dos, tres veces y al final solo sonríe con delicadeza hacia Anne Styles. Una bella omega, como él, esposa de un magnate filántropo, dueño de una cadena de empresas que al año gana un total de cien veces más de lo que alguna vez podrá ganar en su vida.

- Claro. Puede ver mi currículum. Tengo demasiadas recomendaciones a las cual usted puede acudir de ser necesario. Soy bueno en mi trabajo, solo tengo veintisiete años pero he tenido suerte. He trabajado con personas de todo tipo. Amputaciones, paralíticos, parapléjicos, sordos y mudos...

- ¿Y un ciego?, ¿Ha trabajado alguna vez con un ciego, señor Tomlinson?- Louis ladea el rostro dubitativo.

- Una vez, si. Una beta que nació siendo ciega y vino de vacaciones a Inglaterra. Sus padres requerían ayuda así que fui su fisioterapeuta por aproximadamente un mes. Pero aprendí lo necesario para ello, no se preocupe.- Anne asiente más tranquila.

- Verá... Mi hijo, por quien está usted aquí, no ha nacido ciego.- La señora Styles suspira.- Fue... Un accidente trágico para todos, a decir verdad. Harry es nuestro heredero. Un alfa.- Sus orbes se abren algo sorprendido.- Espero que eso no sea un problema.- El castaño niega inmediatamente.- Él... Es muy calmado, se lo aseguro. Podrá con él. Pero tiene sus días malos, señor Tomlinson. Días en los que nadie puede controlarle de manera correcta y al ser un alfa... Bueno, eso es un caos.- Él entiende y respira hondo.

- Se cómo controlar o al menos sobrellevar ese tipo de situaciones, usted no debe preocuparse.- Anne sonríe más que agradecida y cierra la carpeta donde los datos del omega se hallaban. Se pone de pie y le extiende una mano.

- Bienvenido.- Louis sonríe más que feliz de al fin volver de nuevo al trabajo y se pone de pie de igual modo para así estrechar la mano de la omega.

- Gracias.

- Le daré un rápido recorrido y le presentaré a Harry.- Comienza emocionada. Empieza a caminar hasta la salida de aquella pequeña habitación de estar, abriendo la puerta, deteniéndose para así mirarle por unos segundos.- Señor Tomlinson... Hmm, el anuncio decía que se solicitará sus servicios de lunes a viernes.

- Si señora, estoy al tanto.

- También que se requiere las veinticuatro horas del día, lo que indica que usted vivirá en esta casa cinco días a la semana. ¿Está de acuerdo?- Ella le ve suplicante. Realmente espera que él acepte, demostrándolo de más cuando una de sus manos aprieta la perilla de la puerta con nerviosismo. Pero Louis ya estaba enterado así que solo sonríe.

- Claro.- Ella parece dar un saltito de alegría y empieza a mostrarle aquel lugar.

- Como sabrá esta casa es específicamente de mi hijo. Yo no vivo aquí, ni mi esposo ni la hermana de Harry. Gemma. Aquí sólo vive Adele, la mucama, Ed el ayudante de Harry, ahora usted y por supuesto, Harry.- Louis apunta mentalmente los nombres y continúa siguiéndola.- La casa es pequeña, a comparación de otras, espero que no le incomode.- Y él quiere gruñir puesto que esa casa es diez veces más grande que su mugroso departamento que comparte con sus mejores amigos, pero lo deja pasar y continúa siguiendo a la omega.- Aquí está la cocina, el comedor... La habitación de Adele, la de Ed continúa a la de Harry y aquí....- Abre la puerta, corrediza.- Aquí está él...