La venda le picaba, y eso sólo le irritaba.
Las voces se intensificaban, sin saber a quién hacerle caso, hasta que otra sonó aún más fuerte pidiendo el silencio absoluto.
Tenía miedo, no podía negarlo. Lo último que escucho antes de entrar a la operación fue la voz de Louis, diciéndole que le veía al otro lado. Recuerda haberle contestado con un "Ponte bonito."
No podía evitar sentir un gran escalofrío recorrerle cuando unas manos frías y ásperas empezaron a tocarle para removerle la venda.
- Tranquilo, soy yo, Harry.- Era él doctor Jackman. El rizado solo asintió aferrándose a las sabanas.
Sentía como le cosquilleaba las vendas, siendo estas removidas poco a poco. Mantenía los ojos cerrados con fuerza, tanta que le estaba lastimando:- Bien, puedes empezar a abrir los ojos lentamente.- Le dijo el Doctor. Harry soltó un suspiro empezando a hacerlo, temblando incluso.
Era, literal, de un extraño color rosa muy pálido; los colores aún no se distinguían con totalidad pero podía... Ver.
Unas cuantas lagrimas empezaron a salirle mientras alzaba levemente la mirada hacia la cara de angustia que su madre poseía. Su padre a su lado tenía el semblante preocupado.
- ¿Harry?- Preguntó la señora Styles. El alfa alzó más la mirada hacia ella. Sonrió.
- Puedo ver.- Dijo entonces. Anne dio un grito de felicidad corriendo a abrazarle. Desmond le siguió haciendo lo mismo, mientras el Doctor Jackman solo reía.
- ¿Cómo te sientes?, ¿Qué tal los colores?- El rizado suspiró mirando al Doctor.
- Casi todo se ve rosa.
- Completamente normal. Te tomará un arduo tratamiento más una nueva intervención para dejarte como nuevo. Mientras, empezarás a aclarar los colores, poco a poco, Harry.- Le avisó. El alfa solo asintió mirando entonces la habitación.
Se sentía como un intruso pues hacía mucho que no veía nada tan pintoresco.
Entonces sus ojos se abrieron mirando a su madre.
- ¿Y Louis?- Sonaba alarmado. Mucho. Anne frunció el ceño con la sonrisa aún en el rostro.
- Esta afuera junto con Gemma. Le dijimos que no hacía falta y que se tomara unas vacaciones hasta que estés de regreso en casa pero es un muchacho muy persistente.- Suspiró ella. Harry no pudo evitar soltar una sonrisa dejando sus hoyuelos al descubierto.
- Dile que pase, quiero verlo.- Decir aquella palabra le daba un cosquilleo, y era tan gratificante.
- Ah, pero, debes descansar cariño. Louis puede esperar.- Añadió ella.
- Es verdad, además debemos darte otra ronda de medicamentos para...
- Por favor. Déjenlo entrar.- Dijo casi como una orden. Los presentes solo pudieron verse entre sí empezando a salir de la habitación.
Harry suspiró acostándose en la camilla cerrando los ojos por un momento pues un leve dolor le atacó.
Tomó aire disfrutando levemente la oscuridad que le brindaban sus párpados.
De cierto modo extrañaba aquello, tal vez, descubrió que así todo era más fácil.
El sonido de la puerta abriéndose le hizo salir de su ensoñación, levantando el rostro y abriendo poco a poco los ojos.
Si, la oscuridad era muy reconfortante. Pero los colores del mundo eran bellos, y más si estaban pintando a personas realmente preciosas como la que tenía frente suyo:- Hola Louis.- Sonrío.
El omega tenía las mejillas rojas con los labios apretados, desviando levemente la mirada. Su pelo, de color castaño, estaba algo revuelto pero tenía una linda ropa casual que le amoldaba perfecto a su cuerpo. Con esa estatura perfecta para él, y bueno...:- ¿No vas a saludarme?- Dijo. El omega alzó la mirada algo contrariado asintiendo así.
Sus ojos eran apenas perceptibles, pero a pesar de todo el rosa, distinguía el destello azulado.
Un azul profundo como el océano que le hizo estremecerse enseguida.
Ese omega, Louis, ese omega era suyo.
Louis tembló al dar el primer paso, estando ya cerca siendo tomado por el mayor y jalado hacia él.
Harry enrolló sus brazos a su cintura, acomodando enseguida la nariz en su cuello. Louis quedó estático por un momento, subiendo sus manos con lentitud a rodear al alfa. Sentía que se volvía gelatina y pronto colapsaría.
Admite que tenía miedo pues tal vez no fuera del gusto del rizado, y ahora solo le albergaba la pena.
Estaba ansioso, mucho, y eso lo demostró minutos después, cuando se separó del más alto y se miraron brevemente antes de que le tomara de las mejillas para así besarle. Harry estaba con los ojos bien abiertos sintiendo como el pecho se le hinchaba de la felicidad, aferrando más al omega a si y devolviéndole aquel beso de manera pasional.
Enroscaban sus labios y se daban roces de pequeñas mordidas, al final separándose por falta de aire.
Harry sonrió con esos hoyuelos que le fascinaban.
¿Desde cuándo?, quién sabe, pero ya no importaba.
Se la había pasado con los pelos de punta en todo el proceso de la operación y ahora solo quería que Harry tuviera una buena impresión de él.
Incluso el aroma del rizado era más perceptible en ese momento y solo le hacía balbucear.
Una risita proveniente del alfa le hizo callar y sonrojarse de manera violenta. Sentía que moriría.
- Eres hermoso, ¿sabes?, y aunque no fuera así no me importaría pues hicimos un trato, ¿recuerdas?- Louis respingó viéndole algo perdido.- Yo me operé. Ahora tú dejarás que te corteje.
Si. Todo era color de rosa.
***
Me tardé un chingo ya lo sé, pero tenía tres exámenes que me dejaron muerta. No ando muy bien en la uní y eso sólo me estresaEn fin, ya las recompensare con algo mejor que esto jaja
Vi que hay nuevas lectoras :) bienvenidas y gracias por leer
❤️🌻
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Colores. "Larry"
FanfictionUn omega, fisioterapeuta experimentado. Un alfa, heredero, ciego. Harry T, Louis B.