Jade.

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El gel frío se pasó por su abdomen; la cara de Quil lucia sería pero calmada.

Sonrió al final quitando el aparato y dándole papel para que se limpiara.

- Todo está muy bien, Louis.- Le dice. El omega se halla ya sentado frente al beta. Un ginecólogo que Zayn le recomendó que a él por supuesto igual le recomendaron.

Uno de los pocos que sabía su situación y a quien le debía mucho.

- ¿Seguro?... Los supresores funcionan bien, y lo que me recomendaste para inhibir mis feromonas también pero...- Se relame los labios viniendo a su mente cierto alfa rizado.- Alguien me ha percibido.- El pelinegro frunce el ceño sin entender.

- Es... Imposible, Louis. Están hechos para que nadie pueda detectar tu aroma. ¿Estás...

- Lo estoy.- Dijo sin dejarlo continuar.- ¿A qué se debe?- Quil tragó duro tratando de entender. Suspiró largo y al final solo se encogió de hombros.

- ¿Un buen olfato?, seguro es alfa, ¿cierto?- El castaño asintió.- Posiblemente sea eso. Mira, te cambiaré los supresores para acelerar tu celo. Con estos nuevos deberías presentarlo en una semana. Es importante que no se te olvide tomar las dos dosis de inicio. Y respecto a los inhibidores... Puedes intentar otras marcas...- Louis hizo una mueca asintiendo sin más.

- Bien.



Abre la puerta y lo primero que lo asalta es la voz gangosa del rizado que parece congestionado.

- Toc Toc.- Roda los ojos viéndole con una ceja levantada aunque este no pueda verle. Solo suspira.

- ¿Quién es?

- Lola.

- ¿Lola?- Entonces el alfa salta hacia el abrazándole de tal forma que le carga hasta llevarle a la cocina.

El castaño jadea en un momento en que que creen que chocarán con algo pero Harry conoce muy bien su casa.

- Lo lamento.- Concluye su chiste para así dejarle ver lo que hay en el lugar.

Al parecer, Harry ha experimentado con la cocina, y ha preparado hot cakes dejando un desorden algo peculiar.

- ¿Pero qué?...

- Espero que te gusten.- Le mira de soslayo viendo su sonrisa. Esos hoyuelos que le llamaban mucho la atención.

Se relame los labios suspirando y tomando un cubierto para así empezar a cortar uno. Da una mordida:- ¿Y cómo están?...

- Muy ricos.- Responde. Ve como su sonrisa se ensancha y se siente satisfecho.

Sabe que aquello se debe a el incidente de Harry en el hospital y que este se tomara el detalle de hacer eso le pone contento.

Al menos trabajando para el rizado, no recordaba a diario su pasado.

- Y ese amigo tuyo, Niall... ¿Cómo puedes llevarte con él?... Ugh es tan...

- ¿Tan alfa?- Louis asiente respondiendo afirmativamente mientras sigue doblando la ropa de Harry para guardarla en su cajón.

Es trabajo de Adele pero quería platicar un rato con el rizado para luego hacer sus estiramientos con él.

- Si. Muy alfa. Digo, tú no eres así... ¿Como él puede ser así?- Harry ríe y Louis no le halla gracia a sus palabras.

- No soy tan diferente a él.- Suspira.

- Lo eres.

- No, no lo soy.- Continúa.- Soy ciego si, pero antes de esto tenía una vida. Una donde era un alfa, heredero, y flamante patán para toda omega cuyo aroma no me empalague más de cinco minutos.- Louis dejó de doblar la ropa viéndole atónito. Se relamía los labios para así responder pero no sabía que. - Esta bien... Creo que soy una mejor persona. Tal vez era mi castigo ser ciego...- Bromea.

- No es gracioso, Harry. Eso no es un castigo.- Dice entonces terminando de guardar la ropa para así ir hasta la cama del rizado donde él estaba y golpear despacio su frente indicando que se acostara.

- No lo sabes.

- Lo sé.- Dice casi enseguida y el alfa sabe que está molesto.

Ese olor suyo se escapa de él como una fuga a pesar de que se esfuerce en ocultarlo.

Y Harry no sabe por qué pues si es un olor demasiado dulce. Uno que no le empalaga en lo absoluto. Uno que al contrario, si pudiera olerlo todos los días, lo haría.



Ese día no siguen hablando de más cosas puesto que Louis debe empezar su nuevo tratamiento de supresores, así que después de los estiramientos y alguna que otra cosa, deja al alfa dormitar.

Le ve de reojo antes de salir de la habitación; no se imagina a un Harry patán.

Su rostro, esa suavidad en el, esa sonrisa con hoyuelos... No demuestran demencia.

Quiere entender pero no puede así que empieza por tomar tu primera dosis y se va a dormir.

Entonces, entre sueños, empieza de nuevo a experimentar las terribles pesadillas que le hacen llorar, pero esta vez, justo cuando están a punto de hacerle daño de nuevo, se encuentra con una mirada muy verdosa.

Una entre clara y oscura, casi jade.

Pero que poco a poco al acercarse, nota que es esmeralda.

Louis trata de hablar pero parece que esta mudo, y entonces un nudo se forma en su garganta. Empieza a sentirse raro y no para de moverse.

Abre los ojos y nota que está en su habitación.

Ya es de noche, por lo que ve en la luz que se cuela por su ventana.

Y está... Está mojado debajo suyo.

Colores. "Larry"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora