Escarlata.

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Dedicado a:
mlniallis

Era mucha sangre.

Demasiada.

Sentía un dolor inmenso que llegaba hasta sus huesos y no paraba.

La sangre seguía brotando de su cuerpo, ese color rojo escarlata. Ese al cual le había aprendido a temer.

Y trataba de correr pero sus piernas no respondían.

Entonces unas grandes manos tomaron sus piernas y jalaron de él. Del indefenso él. De lo que creyó haberse deshecho. Y ahora estaba solo. Solo con aquel quien jalaba aún de su cuerpo y le llevaba al abismo.

- Louis... ¡Louis!- Despertó ante la demandante voz de alfa.

La habitación estaba alumbrada por luz artificial.

Según su ventana, aún no había amanecido, y a su lado, sentado con los ojos desorbitados tratando desesperadamente de averiguar su estado emocional, al parecer, estaba Harry.

Estaba totalmente empapado en sudor, y aún así el alfa le sostenía de los brazos apegándose lo suficiente para desprender un aroma tranquilizante. Uno que para que mentir, estaba ayudándole a respirar con regularidad.

Cerró los ojos dejándose llevar por aquello, apoyando la frente en el pecho de su jefe, básicamente.

- ¿Todo mejor?- Abrió los ojos cuando escucho esa voz que no provenía del rizado.

- Si, Adele. Al parecer un mal sueño, ¿no?- La pregunta fue ahora dirigida a él y solo asintió con lentitud captando entonces que lo que estaba desesperadamente absorbiendo para sus nervios era, después de ya casi un mes trabajando para los Styles, con Harry, sus feromonas.

Estas eran profundas.

El agua que cae golpeando las hojas de los árboles. La humedad.

Eran gratificantes.

- Me había asustado.- Otra voz de nuevo interrumpió con su calma. Ed.

- Le prepararé un té.- Enseguida dijo la omega. Sintió como Harry asintió y luego al volver a inhalar con fuerza, notó como ahora solo quedaban ellos dos en la habitación.

- Lo lamento.- Dijo a la par en la que se enderezaba y veía con vergüenza al rizado. Por primera vez, estaba agradecido de que él no pudiera verle, pues su rostro era algo que no quería que viera.

Las lágrimas amenazaron con salir de sus ojos y solo podía tomar grandes bocanadas de aire, todas impregnadas de Harry.

- Está bien. Te hemos escuchado desde hace al menos una media hora, y no despertabas así que tuve que venir enseguida cuando Ed y Adele no pudieron contigo.- Soltó una risita.- Se supone que yo soy el desahuciado.- Louis soltó el aire pesadamente negando.

- Fue una pesadilla. Les agradezco la paciencia. Esto no suele ocurrirme siempre, lo juro.- Se apresuró a decir. No quería ser una molestia, y si a Harry se le ocurría por decirle a su madre de su problema que hacía meses no se presentaba, podrían despedirlo.

De solo pensarlo se erizó.

- Hey... Tranquilo. A cualquiera le pasa.- Louis le miró con detalle. No. No a cualquiera le pasaba, y sabiendo por la experiencia que el alfa tenía con traumas post de su incidencia, seguro sabía que algo le ocurría.

- Has sido muy amable al... Ya sabes.- Agregó.- Gracias.- La cara del rizado estaba completamente relajada. Sin una pizca de molestia o algo que indicara que estaba enojado por el incidente.

- De nada.- Dijo con simpleza. Hubo un momento de silencio en el que solo las respiraciones se escuchaban.

Louis se vio a si mismo más calmado y poco a poco dejó de sentir aquellas feromonas.

Prefería conservarlas un tiempo más pero sería muy vergonzoso pedírselo.

Sobre todo por que era Harry de quien trataba.

Harry que en aquel casi un mes que llevaba trabajando para él, había notado que simplemente se trataba de alguien que se mantenía a raya, a pesar de lo parlanchín que fuera, a pesar de las tardes enteras que habían pasado juntos practicando el humor del rizado, chistes nada cómicos de Toc Toc, sin saber cómo le había logrado convencer de ello. Harry era alguien demasiado dañado. Demasiado oculto. Alguien que como él, tenía una historia. Una que no iba a compartir con él pues por que, ¿por qué lo haría?

En ese casi mes solo había visto dos veces los días malos de Harry, y eran, aquellos dos, por lo mismo que acababa de pasarle.

Una mala noche.

Un sueño al parecer, según lo que Adele le comentó la primera vez, donde el rizado veía los colores de nuevo, donde era libre en su mente caminando entre el mundo.

Entonces despertaba y volvía a su realidad.

Una donde todo era negro.

Siquiera gris, solo, negro.

Entonces era un día malo para Harry, y por lo consiguiente, para todos.

Luego, notó, como el alfa sentía culpabilidad por sus emociones que no controlaba en esos días, y se encargaba de pedir disculpas a todos.

Si algo sabía que los alfas odiaban, era no tener el control de sí mismos.

Entendía el comportamiento de Harry.

- Hmm. Es verdad. Mañana es un día muy, muy aburrido. Que no te sorprenda que ande grosero con todo el mundo.- Louis parpadeó saliendo de sus pensamientos viendo como esos faros verdes, que no tenían vida, tenían un brillo especial.

Quería creer que Harry podía verle pero realmente solo era un reflejo.

- ¿Qué hay mañana?- Pregunta algo despacio.

- Mi cita mensual con el oculista.- Bufa. - Un día terrible.- Alarga la última letra y se desparrama un poco en su cama.

Louis sonríe negando, viendo entrar a Adele con una taza en las manos.

- Un día necesario para ti, Hazz. Deja de quejarte. Ten Lou.- Le dice con dulzura. El castaño acepta la taza agradeciendo.

- Entonces... ¿Supongo que la señora Styles estará aquí?

- Mi madre, mi padre, mi hermana; ¡Todos!- Dramatiza. Luego chasquea la lengua desviando el rostro.- Es el día en el que me visitan como si realmente les importara más allá de ser el heredero. Y esperan siempre buenas noticias acerca del tratamiento que he llevado en los meses anteriores. Esperan un milagro de mejora. ¿Pero qué crees?, han pasado dos años desde entonces. Yo ya perdí la esperanza, ojalá ellos la pierdan de una vez también.- Adele le miró con tristeza sin nada que decir mientras Harry seguía en el vacío.

Louis se relamió los labios asentando la taza en su mesita de noche, apretándolos luego y suspirando.

- Bueno, podemos practicar ese nuevo libro que te compró Ed. El de los chistes de Juanito.- Una riza espontánea brota de los labios del alfa. El castaño la corea.

No pueden llamarse aún amigos, pero en definitiva es uno de los mejores empleos que ha podido conseguir.

***
Hey :)

Quería solo dejar una aclaración o nota rápida.

Y es que como notarán, esta historia es muy diferente a Vendido.

Demasiado.

Aquí, Harry y Louis son personas con problemas tanto físicos como emocionales.

El amor ira surgiendo de a poco, y siento que la narración será algo distinta. Más calmada?...

Lenta?, no lo sé.

Espero que no les aburra.

Gracias por el apoyo.

Colores. "Larry"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora