Capítulo 85

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Minseok miraba temeroso a través de los pequeños huecos de la puerta por donde se filtraba la luz del exterior, había estado escuchando gritos y disparos pero eso había cesado hacía unos minutos, escuchaba voces fuera de la habitación y eso sólo podía asustarlo aún más mientras que el insistente pensamiento de que Jongdae no volvía no paraba de repetirse y eso comenzaba a preocuparlo mucho. 

-¿Dónde estás?-susurró angustiado, sintiendo los ojos llenos de lágrimas cada vez que parpadeaba. 

La puerta de la habitación se abrió y él cerró los ojos, cubriéndose con ambas manos la boca para no hacer ningún ruido. ¡Diablos!, él era un asco ocultándose, cuando era niño y jugaba al escondite siempre lo encontraban porque terminaba haciendo algún ruido y eso no había cambiado en nada. 

La puerta del closet se abrió y él se negó a abrir los ojos al estar muerto de miedo, había alguien hablándole pero no lo escuchaba temiendo que se tratara de Jung que le estuviera describiendo la forma en la que iba a matarlo; ese repugnante viejo había hecho que la vida de Luhan fuera una pesadilla y seguramente ahora iba herirlo también a él y a su bebé. 

-Jongdae-susurró apenas el nombre del castaño, abrazando instintivamente su vientre mientras rezaba para que nada le pasara a su hijo. 

La sensación de los brazos y el aroma de aquel chico fastidioso de sonrisa felina, lo rodearon y fue lo único que necesitó para que las lágrimas lo traicionaran, comenzando a salir sin su permiso. 

-Idiota, idiota, idiota-repetía dolorosamente, aferrándose a él-No vuelvas a asustarme así, ¡te lo prohíbo! No puedes volver a irte de esa manera en una situación como esta, eso es actuar como sí no tuvieras ningún tipo de responsabilidad-lo regañaba sin parar de llorar. 

-Minseok-escuchó la voz de Chen, tratando de calmar su angustia y miedo-No hagas ruido, aún están afuera... son demasiados y yo no puedo solo-susurró apenas. 

-Tengo miedo-murmuró aún sin atreverse a abrir los ojos. 

-Todo saldrá bien, yo... te lo dije antes... sí es necesario daré mi vida por ambos-le recordó. 

-Jongdae-llamó apenas con la voz audible-Lamento lo de hace un rato. 

-Ya no importa-aseguró y aunque Minseok no podía verlo, sabía que le estaba sonriendo con la misma ternura de siempre. 

-No..., si importa-dijo con su quebradiza voz-Porque tú siempre estas demostrándome lo mucho que me amas y yo... yo siempre terminó lastimándote, pero no es porque me guste o algo así, es... sólo que... soy muy torpe y no sé cómo tratar a alguien como tú... ya sé que te pido cosas que no debería y que te provocan ideas equivocadas, pero... yo lo hago porque confío en ti y sé que sí te lo pido a ti, todo saldrá bien y por eso lo hago-explicó como pudo, sacándole un suspiro agobiado. 

Por alguna razón estar hablando de eso en ese momento y el hecho de que Minseok ni siquiera quisiera verlo a los ojos lo hacían sentir miserable y atormentado, ya que era consciente de que todo aquello era gran parte por su culpa y saber que había arrastrado a su dulce chico a eso lo hacía sentir como una verdadera porquería. 

-El que lo lamenta soy yo... te metí en todo esto cuando nada de esto tiene que ver contigo... en ese entonces y aún ahora soy un egoísta y en verdad yo ya acepté que no me amas... te... te prometo que cuando salgamos de esto te dejaré ir a casa, Minseok-aseguró aunque sabía que eso iba a matarlo de dolor. 

-¿De que hablas?-preguntó por el simple hecho de que no entendía nada, abrió los ojos entonces pero no miró al mayor y permaneció con el rostro oculto en el pecho de Chen. 

360°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora