Capítulo 47

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Cuando Luhan abrió los ojos se encontró completamente solo en la habitación, miró a todos lados en busca del rubio sin encontrarlo ni siquiera en el baño por lo cual decidió salir de la habitación encontrándose en el pasillo con un par de empleadas que lo miraban con la boca abierta mientras lo recorrían de pies a cabeza, se sonrojó furiosamente al imaginar lo que esas chicas estaban pensando y sin dirigirles la palabra se fue directo a su habitación para tomar un ducha y luego ir al comedor.

Una vez estuvo listo y se decidió a bajar, pudo sentir fácilmente las miradas de completo odio que las empleadas le dirigían. Al entrar al comedor la imagen de Sehun fue la que se encargó de recibirlo, él lo miró de pies a cabeza sólo por unos escasos segundos antes de regresar su total atención al periódico en sus manos nuevamente, Luhan pensó en decir algo con respecto a la noche pasada pero la voz jovial y amable de BoA lo interrumpió.

-Buenos días señorito Luhan, ¿qué va a desayunar?-le preguntó alegremente.

-Lo que sea está bien-sonrió viendo a la dulce mujer asentir y retirarse mientras el tomaba asiento justo al lado de Sehun.

-Ahora que estamos aquí creo que es buena idea poner las reglas-comentó de la nada el rubio.

Luhan inmediatamente miró a Sehun que ya alejaba el periódico y ponía toda su atención en él luego de aquellas palabras.

-¿Reglas?

-Sí, Luhan, reglas. Aunque a decir verdad sólo son dos. Primera; no puedes salir de aquí por nada del mundo a menos que yo o BoA noona vayamos contigo y obviamente lo haya autorizado antes y segunda; no puedes habar hablar con alguien que desconozcas-explicó. El peli-rosa asintió en silencio mirando la mesa como si fuese muy interesante-Luhan, desde ahora te digo que lo que yo diga es una orden y no aceptaré que tú desobedezcas como anoche, ¿está claro?-inquirió seriamente.

-Básicamente soy tu muñeco-masculló-En realidad ya me lo imaginaba pero si te sirve y hace tú ego más grade; sí Sehun, entendí.

La mirada amenazante de Sehun no lo hizo retractarse de lo dicho porque en realidad estaba molesto, no entendía como el rubio podía ser tan amable en ocasiones pero bastaba un segundo para que lo arruinara por completo.

-Espero le guste-Luhan vio el plato que BoA colocó frente a él e ignoró la mirada de Sehun para sonreírle a la hermosa mujer.

-Muchas gracias BoA noona-dijo alegremente viendo como ella asentía y, tras una reverencia, se retiraba dejándolos solos.

-Cuando acabes de comer ve a la sala de estar, hay algo que necesitas revisar-instruyó el mayor poniéndose de pie.

-¿Tus empleados saben a lo qué te dedicas?-preguntó curioso.

-Por su puesto, Luhan. Ellos saben que soy un joven y exitoso inversionista-sonrió visiblemente divertido por su explicación.

-Tú no eres un inversionista-farfulló con el ceño fruncido.

-Sí lo soy-afirmó-De dónde saqué el dinero para hacer dichas inversiones ya es cosa mía, Luhan. ¿Por qué no creerías que soy tan imbécil como para no encontrarle un uso productivo a ese dinero, verdad?-Luhan jamás había pensado en eso-No, yo no soy tan imbécil, amor mío. Termina de comer y reúnete conmigo en la sala de estar-indicó antes de salir del comedor dejando solo a Luhan con la sensación de que esa casa se sentía incluso más vacía que cuando vivía con sus padres en ella y ellos se ausentaban.

Una vez que terminó de comer, hizo lo que Sehun le había dicho que hiciera; caminó apresurado y con la cabeza agachada para no ver a ninguna de las empleadas a la cara y escuchar sus murmullos sobre las posibilidades de lo que había pasado la noche pasada entre el señor de la casa y él. Entró silenciosamente a la sala de estar donde Sehun miraba con indiferencia a la hermosa mujer que le mostraba una camiseta y le explicaba algo sobre la calidad del material.

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