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3 meses después...

—Hola mamá.
—saludo Scott con cariño, estrechando a Mellisa en un abrazo de oso.

—Oh, cariño. Te extrañe tanto. Ahora no dejare que vayas a la universidad.
—dijo con tono burloso, besándole toda la cara.

—Mama.
—se quejo quitándose el labial de la cara.

—¿Cómo estuvieron estas vacaciones?
—pregunto interesada, mientras ayudaba al moreno a subir las maletas.

—Fueron las mejores.
—admitio sonriendo, pero la sonrisa se le decayó un poco.
—Pero faltaba Stiles, ¿sabes?

—Cariño...creo que deberías hablar con el.
—aconsejo su madre preocupada, sin mirarlo, porque había cosas que Scott no sabía.

—Si, debería. Pero no contesta ninguna de mis llamadas, ni mensajes, nos ignoro durante meses y nisiquiera quiso venir con nosotros.
—se quejo, sacando la ropa de la maleta.

Mellisa lo miro atónita.

—¿De verdad no les dijo nada?
—pregunto en un susurro.

—¿Decirnos que?
—fruncio el seño el Alfa, mirándola con confusión.

—Scott, hay que cosas que no son mí deber decir. Pero cariño, ¿no hablaste con el? ¿no notaste lo que le paso? ¿ninguno de ustedes?
—pregunto tomándole las mejillas.

—Mama, se cansó de nosotros y se fue a tener nuevos amigos, supongo. ¿Quieres que vaya a rogarle?

—Scott, ¿nisiquiera fuiste a verlo? ¿tienes almenos una prueba de lo que estás diciendo?
—pregunto con la desepcion palpable.
—No, pensé que querría su espacio.
—murmuro.

Le saco las manos de las mejillas.

—Se fueron durante tres meses de fiesta en fiesta a miles de kilómetros de aquí, ¿y nisiquiera fuiste a chequear que el estuviese bien? Porque no puedes decirme que notaron los cambios, son hombres lobo.

—Mama, simplemente se alejó. Si él no quiere estar con nosotros, no voy a a obligarlo.

—No es eso lo que te pregunte, Scott.
—le dijo enfadada.
—¿Ustedes notaron los cambios de Stiles? ¿Si, o no?

Scott agachó un poco la mirada.

—Si.
—musito.

—¿Y en vez de ir a ver a tu mejor amigo decidiste irte por tres meses y dejarlo en banda?
—pregunto sin creerlo.

—Pero el se había alejado...
—dijo tratando de justificarse.

—¿Y no crees que haya una razón para eso?

Pero hay cosas que no se responden.

(...)



—Extraño a Stiles.
—se quejo Lydia, mirando para todos lados en la casa de Hayley, quién haría una fiesta, esperando que el castaño haya sido invitado.

—Yo igual.
—murmuro Érika, mientras hacía un puchero.
—Quiero a mí Batman.

—Se siente raro que nadie me burle por mis bufandas.
—dijo Isaac con el seño fruncido.

Boyd puso los ojos en blanco.

—Deberiamos entrar, talvez este adentro en la piscina.
—ofrecio Kira con suavidad.

—¿Nadie fue a verlo?

Pero nadie respondió. Porque otra vez, hay cosas que no sabes responderlas.

Hay cosas que no decimos |Stheo| FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora