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-Después de que mamá muriera...nunca pensé que te despediría tan pronto.- el joven susurró, mirando la lápida luego del funeral.

John Stillinski
Amigo, esposo, padre
1972-2020

-Siempre pensé que crecería a tu lado toda la vida, pensé que llegarías a conocer a mis hijos y ser el abuelo que siempre soñaste.- murmuró con la voz rota.- yo sé que me quisiste mucho, yo sé que aun lo haces y que siempre lo harás.

Las lagrimas resbalaron por sus mejillas salvajemente, pero sin intentar evitarlo.

-El demonio tenía razón, ¿sabes?- murmuró con la voz rota, llena de amargura.- Cuando el dijo que sin importar si lo vencíamos o no, yo iba a vivir con la incertidumbre. Tenía razón.- repitió, los ojos picándole ante el viento chocando contra sus mojados orbes.

El cielo era gris y nublado, pero el sol se podía ver a los lejos. Quiso pensar que la vida le estaba dando una señal, pero el pecho le dolía demasiado para pensar en semejantes señales.

-Ahora lo único que me queda es vivir el resto de mi vida odiándome, por haber pensado que me habías abandonado cuando en realidad eras esclavo de un mal que una vez me esclavizó a mi...o vivir odiándote por haberme dejado cuando te enteraste que iba a sufrir como mamá, dejando que el mal te consumiera poco a poco.

Sollozó con las manos hechas puños en el césped, ahora las lágrimas cayendo sin control alguno mientras la lluvia comenzaba a caer suavemente sobre sus mejillas.

-Nunca voy a saber qué pasó realmente, y voy a tener que vivir el resto de mi vida sin saber a quien odiar más...a ti o a mi.- apretó las flores que tenía sobre su regazo y las abandonó sobre la tumba, gentilmente dejando la insignia de su padre sobre estas.- Así que hoy vine aquí para decirte que te perdono, papá. Te perdono, por ti y por mi. Te dejo ir sabiendo que voy a recordarte con cariño, con el amor que me enseñaste a dar y recibir. Y te perdono para poder perdonarme a mi mismo, y darme la posibilidad de poder seguir adelante.

Se levantó de su lugar suavemente, limpiandoce las lágrimas con el dorso de su mano mientras miraba el cielo por última vez.

-Adiós, papá. Saluda a mamá por mi, ¿de acuerdo?

Hay cosas que no decimos |Stheo| FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora