-¡Kayla! Sentada.- le dijo Stiles a la cachorra con un poco de crema con salsa en el dedo.
La cachorra lo hizo, y él le permitió lambetear su dedo.
-Buena niña.- susurró acariciándole la cabeza.
-Deja al pobre animal, Stiles. Desde hace tres días que no has dejado de enseñarle eso.- le dijo Parrish viendo como el adolescente estaba sentado en suelo esperando a que la comida este lista con la cachorra a su lado.
-Noup, porque luego se hará grande y no me hará caso.
-A quien me recuerda.- murmuró negando con la cabeza.
-¡Yo sí te hago caso! ¡Ya limpié el sofá tres veces!
-No me lo recuerdes. Solo ve, anda, siéntate que la comida está lista.- dijo fingiendo un escalofrío.
Stiles solo río a sus espaldas.
(...)
-¡No voy a volver a Star Wars, Stiles! ¡Elige otra!
-¡Pero es un clásico!
-¡Que ya hemos visto unas mil...-
La voz se le cortó al momento de abrir la puerta, viendo a cierto moreno parado y completamente avergonzado.
-¿Quién es?- preguntó Stiles pero los ojos se clavaron en la persona cuando llegó a su lado.-¿Scott? ¿Qué haces aquí?
-Yo...emm...supe que ayer saliste del hospital y pensé que sería mejor hablar las cosas lo más rápido posible. Si es mal momento puedo volver luego...si eso es lo que tú quieres.
Parrish miró a Stiles.
-Es desición tuya.
-Enm, de acuerdo, pasa.- le dijo incómodo. Se hizo a un lado dejándole pasar y Scott entró lentamente cohibido, con la cabeza agacha al igual que un cachorro regañado.
-Permiso.- susurró asintiendo a la mirada que le dio Parrish. Era la mirada que...la mirada que John solía darle a todos los chicos que solían invitar a Stiles a salir.
'ten cuidado con lo que haces, tengo un arma en mi bolsillo.'
Un escalofrío le recorrió toda la nuca pero le ignoró volviendo a la realidad cuando oyó la puerta cerrarse.
-Yo tengo que terminar de firmar unos papeles. Tienen la sala libre, llámenme si necesitan algo.
Jordan se retiró a su oficina luego de acariciarle el cabello a Stiles y darle una mirada significante al moreno.
-Em, siéntate donde quieras.- le dijo Stiles agachando la cabeza y pudo ver sus mejillas coloradas. Sus hombros estaban rígidos al igual que su espalda y se frotaba las manos de una manera nerviosa.
Frunció el seño mirándole y preguntándose cuando había cambiado tanto. El siempre solía mirarte a los ojos al hablar, con la cabeza en alto y un tono de voz seguro y fuerte, aunque siempre tenía pequeños tics nerviosos como frotarse las manos o mover las piernas de arriba a bajo. Solo cuando estaba triste se volvía cerrado, callado y sin siquiera poder mirarte sin avergonzarse.
-¿Qué querías decirme?- preguntó mirándose las manos mientras se mordisqueaba el labio.
-Yo...primero quería disculparme por lo que sucedió en el hospital. Te angustié cuando estabas débil e hice que te sientas peor. Lo siento mucho. Nisiquiera debí haber ido ese día, perdóname.- se lo dijo honestamente, como si por primera vez se hubiese cuestionado sus acciones.
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Hay cosas que no decimos |Stheo| FINALIZADA
FanfictionHay que cosas que no se preguntan. Cosas que no tienen respuestas. Cosas que simplemente no sabes responderlas. Y hay cosas que no decimos. •FINALIZADA•