-Porfavor, Derek, sé que estás ahí. Ábreme.- rogó con la frente pegada en la puerta de acero.
-Te he dicho que te vayas, Alex.- dijo desde adentro.
-Solo quiero hablar, nada más que eso. Realmente estoy preocupado por ti. Porfavor.
Pasaron varios segundos hasta que la puerta comenzó a abrirse poco a poco. Quedaron frente a frente, a centímetros de distancia.
-¿Qué?- preguntó frío como una piedra.
-¿Vas a explicarme qué sucede o tendré que venir todos los días a tu puerta para preguntarte que hice mal?
-Te he dicho que no haz hecho nada mal. El que está mal aquí soy yo.- dijo con la mandíbula tensa.- deberías irte.
-No voy a irme, Derek.- le dijo con los dientes apretados, y los ojos llenos de lagrimas de coraje.
-¿Por qué te importa?- preguntó relamiéndose los labios.- ¿Por qué demonios te importa? No te conozco, no me conoces.
-Tiene razón, ¿de acuerdo? ¿Es lo que querías escuchar? Tienes la puta razón.- le dijo furioso, gruñendo.- No te conozco, no sé casi nada sobre ti. ¿Pero sabes que se?
Le miró directo a los ojos, esos ojos enormes y preciosos, rellenos de una constelación de colores.
-Se que cada vez que te veo no hay otra cosa que quiera hacer además de quedarme contigo toda la vida. Aprender que te gusta y que no, aprender cuantos colores tienen tus ojos y aprender cuanto mi corazón puede quererte con solo mirarte.
Derek le miró atónito, pálido.
-Y puede que yo no te conozca, pero se cuando algo no está bien. Stiles lo sabe, el es que me ayudó a reunir el puto coraje de venir aquí y decirte todo lo que siento. Que no me importa cuanto me apartes, cuanto me digas que no me quieres aquí, porque no necesito escuchar tu corazón cuando veo en tus ojos que quieres todo menos seguir estando solo.
Le acarició la mejilla suavemente, repasando su pómulo con su pulgar.
-Tienes que entender qué hay gente que se preocupa por tí, Derek. No estas solo.
-Tal vez no, o tal vez si. Pero lo mejor es que lo esté.- murmuró apartando su mano.- todo lo que está a mi alrededor muere, sale lastimado. Y tarde o temprano eso te destruirá...y va a ser mi culpa. Y ya no puedo soportar más pérdidas, menos...menos la tuya.
-Derek, joder. No voy a irme a ningún lado, y si eso sucede, jamás sería tu culpa. No puedes vivir aterrado de amar a alguien por el miedo a perderlo.- le dijo con suavidad, acercándose.- yo sé que no es fácil, que todos los días parece doler un poco más, pero tienes que seguir adelante y ser feliz por los que ya no están contigo. Tu corazón es noble, tiene mucho que dar, y estoy dispuesto a recibirlo si tú estás dispuesto a recibir todo lo que puedo darte.- le tomo una de sus manos, y entrelazó sus manos dulcemente.- déjame demostrarte que puedo amarte toda la vida, y jurarte que voy a estar contigo siempre, por favor.
-Alex...yo...- tenia la boca seca, las palabras picando en su lengua y los ojos llenos de incertidumbre.
Sin decir nada, tomo su otra mano y la entrelazó con la suya, mirándole a los ojos.
Su pecho dejó de doler con ese sentimiento constante de pérdida y el dolor fue reemplazado por un calor que logró derretir su frió corazón.
Es aquí...contigo, pensó antes de besarle.
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Hay cosas que no decimos |Stheo| FINALIZADA
FanfictionHay que cosas que no se preguntan. Cosas que no tienen respuestas. Cosas que simplemente no sabes responderlas. Y hay cosas que no decimos. •FINALIZADA•