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-No voy a gritarte.

La voz de Theo le llegó como una cubeta de agua helada y sintió una corriente eléctrica por toda la columna. Sonaba tan...cansada.

-No voy a insultarte. No voy a golpearte. No voy a reprocharte nada, yo no soy tu madre ni nadie que debería hacerte un favor en la vida.- sus ojos azules le miraban secos, sin nada ellos, solo cansancio.- me he cansado contigo. Me di cuenta de que aunque te diga las cosas una y otra vez seguirás cometiendo el mismo error. No eres capaz de escuchar a las personas porque piensas que siempre tienes la razón, que tú siempre serás la víctima y que tus actos siempre estarán justificados.

Scott le miró atónito.

-¿Querías hablar con Stiles? Podrías haber esperado a que salga del hospital. Porque aunque yo no te quiera nisiquiera en la misma habitación que él, Stiles hubiese aceptado hablar contigo cualquier día. El no te odia, no te tiene rencor, pero tú y tu falta de conciencia al momento de hablar comenzarán a abrir una brecha que no volverá a cerrarse. ¿Y te digo algo? Esa brecha no se abrió por el amor que Stiles te tiene guardado. Deja de tentar tu suerte y haz las cosas bien, Scott.

Sin nada más que decir se dirigió al ascensor y sus ojos no se despegaron de él hasta que sus puertas se cerraron.






(...)








-Jamás lo había visto así de enojado, Theo.- le dijo Hayley un susurro, ambos viendo como Toby le ponía sus lentes a Stiles y este se quejaba porque no veía ni la luz.

-A tí te hacer ver sexy, yo parezco un nerd de una película cliché de los 90.

-Eso es porque nunca lo viste enfado, genia.- le respondió Theo rodando los ojos.- el nunca se enfada, nisiquiera conmigo.

-Y le ha gritado. Ha sido...aterrador.- susurró medio traumada.

-Cuando te agarre de ser idiota le diré que te grite.- comentó con burla.

Hayley le miró severa.

-Nisiquiera bromees con eso.









(...)






-Hola peque.- le saludó el oficial besando la cabeza del adolescente, recibiendo una sonrisa cálida. Revolvió el pelo de Theo, quien tenía un lápiz entre los dientes tratando de resolver un cálculo de matemática. Tenía el libro apoyado en la camilla de Stiles, quién intentaba ayudarle, pero todos sabían que aunque Theo era bastante bueno en todas las materias, matemática era la excepción.

-Tienes tres fórmulas más fáciles para usar, Theo. ¿Por qué te complicas?

-El profesor dijo que usemos las tres, y las otras dos ya las utilicé.- gruñó partiendo el lápiz y casi tragándose la madera.

-Entonces borra el segundo ejercicio y haz ese con esta fórmula, y el que estás haciendo ahora hazlo con la fórmula del anterior.

-¿Tengo que borrar? Pero va a quedar desprolijo.- se quejó tomando la goma.

-No quieres ver mis cuadernos, entonces.

-Cállate que eres igual que Hayley, bien prolijito y usando esos estúpidos papelitos de colores y resaltadores que quedan estúpidamente genial.- gruñó borrando con enfado el cálculo que tanto le había costado.

-No es mi culpa que me los haya regalado para mi cumpleaños.- río acariciándole el cabello.

-Ni is mi cilpi qui mi lis hiyi rigaladi piri mi cumpliiños.- murmuró enfadado.

Hay cosas que no decimos |Stheo| FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora