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El rostro de Parrish estaba comenzando a tornarse morado mientras intentaba llevar algo de oxígeno a sus pulmones. Una mujer junto a una adolescente de dieciséis años estaban a su lado mientras la gente enloquecida intentaba llamar a la policía.

-Golpeale el pecho.- le dijo a su madre y el oficial pudo ver manchas negras que empezaban a tapar a su visión.- ¡Golpeale el pecho con toda tu fuerza!

Esta vez grito mostrando sus ojos amarillos y su madre, que era humana, le golpeó justo en la parte del esternón. Escupió a un lado la poca comida que no podía tragar y comenzó a toser con furia, mientras la chica le daba palmadas en la espalda.

-Pasame un vaso de agua.- el pidió a su madre y lo puso frente a sus labios.- toma de a pequeños tragos.- le advirtió.

Recién dos minutos después estuvo en forma y se levantó lo más rápido que pudo. Había dos mujeres con niños en brazos que estaban llorando igual que sus madres. Las personas estaban aterradas y dos hombres de mayor edad estaban impidiendo que otros hombres más jóvenes salgan.

-¡Si sales va a matarte! ¡Esta demaciado borracho!

-¡La policía vendrá en cualquier momento Pol!

-¡No voy a esperar a que lo mate a golpes!

Gruño llamando la atención de varias personas y miro a la joven que era una loba. Esta asintió sin preguntar nada y comenzó a gritarle a las personas que salgan por las puertas traseras.

Camino hacia la entrada sintiendo como el fuego iba rodeando su cuerpo, como el calor lo cubría como una manta protectora y la furia se instalaba en todo su pecho.

El Sheriff aún seguía golpeando a Stiles con el arma a pesar de que este estaba inconsciente. Rugió con fuerza llamando la atención del ex comisario, haciendo que este le mire.

-Fenómeno.- maldijo entre dientes levantando su arma. Su mano temblaba de la cantidad de alcohol que tenía en su sistema pero aún así disparó dándole en la pierna.

Nisiquiera se inmutó ante las balas debido a que eran normales y sus sentidos estaban al máximo.

Volvió a rugir haciendo temblar las hojas y el cuerpo de John salió expulsado hacia atrás, cayendo de espaldas en el asfalto totalmente inconsciente.

Corrió hacia Stiles permitiendo que sus llamas desaparezcan y lo cargo en sus brazos, viendo como la ambulancia llegaba a toda velocidad y los enfermeros bajaban de la misma con una camilla.

De golpe se sintió fuera de lugar y desorientado, no sabía lo que estaba pasando hasta que sintió como el castaño era arrebatado de sus brazos. Intento dar una paso en su dirección, pero dos manos sobre su pecho se lo impidieron llevándolo una vez más a su lugar.

-Esta en buenas manos.- le consoló una mujer mayor.

-No.- murmuró viendo como la puerta de la ambulancia se cerraba, llevándose a Stiles con ella.- ¡No! ¡Stiles!

-Va a estar bien, oficial. Pero necesitamos que se tranquilice, porfavor.

-No...no. El me necesita. Me necesita.- murmuró apartando las manos de su cuerpo.

-Mellisa Mcall se encuentra con el, ella está atendiéndolo. Porfavor relájese. Debe dar el testimonio de lo sucedido.- dijo al mismo tiempo que John era ingresado en otra ambulancia.









(...)







-Nunca estuve tan decepcionado de ustedes, y créanme que nunca pensé que diría eso.

No estaba enfado. O molesto. O rabioso. Estaba cansado, decepcionado.

-Eran las únicas personas en el mundo en las que confiaba de verdad. Después de tantos años había aprendido a confiar, luego de que me hayan traicionado una y otra vez las personas más cercanas a mi, pensé que eran diferentes.- admitió con voz plana.- pero terminaron siendo la misma mierda de la que he escapado toda mi vida. Los he apoyado en todo lo que he podido, les he dado un techo, protección, una manada, una familia, una vida digna. Les he dado todo de mi, y me traicionaron de la peor manera. Hice todo por ustedes, y nisiquiera un favor pueden cumplirme.

Erika avanzó un paso con las lágrimas corriendo por sus mejillas.

-No teníamos idea, Derek. Lo sentimos, lo sentimos mucho.- sollozó intentando tomar su mano, pero el moreno no se lo permitió.

-No me tomes de imbécil, Erika.- le gruño entre dientes.- son hombres lobo, y vas a decirme que no olieron la medicación, la enfermedad, la desesperación que emanaba Stiles. Theo lo hizo, ¿por qué ustedes no?

Nadie respondió.

-Porque no les importa.- dijo alejándose, con los ojos bien abiertos.-son tan egoístas que lo único que importa son ustedes mismos.

-Derek...- musitó Isaac con los ojos llenos de lágrimas.

-¿Como pudieron hacerle eso a Stiles?- cuestionó con la voz rota.- ¿a un miembro de su manada? ¿a su amigo? ¡El se quedó con ustedes cuando nadie más lo hizo! ¡los salvó más veces de lo que podrían contar y así se lo pagan!

-Pensamos...pesamos que necesitaba espacio. Luego de todo lo que pasó con el Nogitsune...- intentó justificarse Scott.

-Le hicieron creer que fue su culpa.- dijo anonadado.- ¿Como se sentirían si un espíritu zorro te poseyera y matara a tus amigos, y luego estos te ignoraran? ¡¿EH?!

-No...No lo habíamos pensado así. Creíamos que quería un tiempo. Todos estábamos mal...

-¿Se lo habían preguntado? ¿Al menos habían hablado con el?- gruño cuando nadie le respondió y rugió.- ¡RESPONDANME!

-¡NO!- Le grito Scott con la voz rota, llorando.-¡No lo hicimos!

-Lo del Nogitsune paso hace ya mucho tiempo...Y nisiquiera fueron capaces de hablar con el.

Se dio la vuelta. Ya no podía mirarlos.

-Fuera de aquí.

-¿Que?- murmuró Lydia en un hilo de voz.

-¡FUERA DE AQUI! ¡LARGO!

-Derek...Porfavor.- le pidió Erika pero fue interrumpida por un gran rugido que hizo temblar el lugar.

-No voy a volver a repetirlo.












(...)








-Ya está, Theo. Ya está. Ya pasó.- murmuró Hayley acariciándole la espalda con cariño.- Todo eso ya pasó, Stiles está bien, estamos bien.

-Los odio.- murmuró sollozando contra su hombro, abrazándose a ella.- los odio tanto.

-Lo sé. Lo sé lobito.- murmuró besándole el cabello.

-¡THEO! ¡HAYLEY!- grito Toby detrás de ellos, escuchando como Alex encendía el motor del auto.

Lo vieron tragar saliva antes de hablar, con la expresión rota.

-Es Stiles. Esta herido.

Hay cosas que no decimos |Stheo| FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora