-¡Theo! ¡Theo! !Theo! ¡Theo!- chilló Stiles saltando sobre su cama.-¡THEO DESPIERTA!
-Mmm, no tenemos clase hoy, mi amor. Déjame dormir un poco más.- murmuró enterrando el rostro en la almohada.
-¡Theooooooo!- se quejó zarandeandole.
El moreno solo soltó un quejido lastimero sin abrir los ojos. Stiles rodó los ojos tomándole del cuello de la camiseta de piyama que traía puesto y unió sus labios sacándole un gruñido que se transformó rápidamente en un quejido. Entrelazó sus lenguas en un caliente beso mientras precionaba sus caderas contra las suyas.
-¿Ahora si estás despierto?- preguntó con una pequeña sonrisa.
Rodó los ojos tirándole a un costado junto a él.
-¿Qué sucedió?- preguntó pasándole la mano por debajo de la camiseta, tocando la piel caliente de su cintura.
-Alex invitó a Derek a salir.- dijo emocionado.
-Perdona, ¿¡QUÉ!?- chilló.
-Lo que escuchaste. ¡LO SABIA!
-¡MENTIRA! ¡Te lo he dicho yo!
-¡Pero yo lo pensé primero!- le sacó la lengua animadamente y Theo rodó los ojos pellizcandole la cadera.- Irán hoy a una cita, ¿no son adorables? He visto sonreír más a Derek desde que conoció a Alex que en estos 3 años.
-Si lo dices así, son adorables. A Derek se lo veía muy afligido.- comentó con pena. El moreno tenía leves ojeras debajo de los ojos y parecía encerrado en su propio mundo, sin querer hablar con nadie.
-Le han traicionado tanto...ha sufrido mucho.- comentó con la tristeza naciendole en el centro del pecho.- El siempre da todo de él, y las personas le traicionan de la peor manera.
-Tú solo piensa una cosa.
-Mhmm.- murmuró mirándole.
-Alex también da todo de él.
(...)
-Vamos Derek, esta no es la primera cita que tienes. No seas idiota, no eres ningún adolescente hormonal.- murmuró buscando su billetera.
Pegó un salto que nunca admitirá cuando sintió su celular vibrar en su bolsillo trasero.
-Estoy afuera, Julieta.
-Oh, demonios. ¡Demonios! ¡Mi billetera! ¿Dónde mierda esta? Mierda, mierda, mierda.- murmuró entrando en pánico.
Se miró una última vez al espejo sin estar demaciado conforme con sigo mismo. Su cabello estaba un poco despeinado y se había rebajado un poco la barba para estar decente. Llevaba puesto una camisa blanca que tenia el primer botón del cuello suelto y las mangas por los codos en conjunto con unos vaqueros negros ajustados que hacían juego con unos zapatos elegantes.
Abrió la puerta tan deprisa que la mano de Alex quedó suspendida en el aire. Tenía una sonrisa encantadora en los labios que desapareció dando paso a una enorme 'o'.
-No encuentro mi billetera.- balbuceó nervioso.
Alex seguía mirándole con los ojos llenos de ¿admiración?
-Yo...eh...si-si-claro, te espero.- murmuró sin dejar de verle.
-¿Estás bien?- preguntó extrañado.
-Tú estás mejor, eso seguro.
No te sonrojes, Derek. No seas idiota.
Alex sacudió la cabeza levemente haciéndole reír y suspiró sintiendo como se le derretía el corazón.
-Estás guapísimo. En realidad, siempre lo estás, pero hoy...wow.
Y bueno, a la mierda con el no sonrojarse.
-Tú igual.- susurró con las orejas rojas.- Pasa, serán solo unos minutos.
Alex le sonrió levemente y demonios que no le estaba ayudando a bajar el tono rojizo de sus mejillas.
-Son para tí.- dijo entregándole un ramo de rosas blancas.- espero que no sea demaciado cliché, pero las he visto, y me recordaron a ti.
-¿A mí?- preguntó ladeando la cabeza levemente.- ¿Por qué?
Alex le sonrió encantadoramente.
-Son hermosas.
Joder.
Derek quería besarlo. Quería besarlo con cada célula de su jodido cuerpo.
¡Pero ni siquiera terminaron su primera cita!
-Eres un todo un Romeo.- le dijo sonrisa que dejó el corazón de Alex en el suelo. Blanca, cegadora, verdadera, perfecta.
-Denada, Julieta.- le dijo tomando su mano, la que tenía las rosas.- no debes ponerlas en agua, no se marchitaran a menos que las quemes.- sonrió al ver su seño fruncido.- tuve una pequeña ayuda de Stiles, se le da bien la magia.
Derek levantó ambas cejas sorprendido y prefirió no preguntar, ya tendrán tiempo para eso.
Sin darse cuenta habían quedado demaciado cerca, sientiendo el aire del otro. El aliento de Derek era fresco y con un suave olor a menta, mientras que el de Alex era caliente y con aroma a dulces de uva.
-Debo buscar mi billetera.- susurró casi sobre sus labios.
-No la necesitarás, invito yo.
-Me parece gracioso que pienses que eso va a pasar.
-A mi me parece gracioso que creas que te dejaré pagar, y más cuando eso significa que no me dejarás hacer esto.
Unió sus labios en un beso que fue más un rose de labios, pero eso no hizo que fuese menos espectacular. Sintió chispazos por toda la columna vertebral y las piernas le flaquearon un poco, apenas pudo reaccionar cuando se separaron.
-Tú billetera está en sofá.- susurró dejando un pequeño beso sobre sus labios.
Sonrió mordiéndose el labio avergonzado, parecía un adolescente hormonado.
Alex le tomo de la mano tirando de él y dejó las rosas sobre el sofá, agarrando la billetera en el proceso.
Cuando estaban caminando hacia el auto del rubio gruñó.
-Juro que si me abres la puerta del auto te patearé el trasero.
-Esa es una propuesta indecente, Julieta.
Alex solo pudo hechar su cabeza hacia atrás en una carcajada al ver su cara completamente roja.
¿Les gusta que Alex sea romántico?
Si no les gusta les doy con la chancla.
Ahre no, les amo.
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Hay cosas que no decimos |Stheo| FINALIZADA
FanfictionHay que cosas que no se preguntan. Cosas que no tienen respuestas. Cosas que simplemente no sabes responderlas. Y hay cosas que no decimos. •FINALIZADA•