Mi sueño se hace realidad... para variar

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Es agradable volver a la Sala de Audiencia sin estar semidesnudo.

Habían reunido a todos los Campeones allí en una mesa alagada para discutir el tema de las luces boreales. Nadie había dicho una palabra desde que el Gran Orador mandó a todos a sus casas. Se miraban impacientemente unos a otros, sus cascos de combate estaban enfrente de cada uno y algunos la abrazaban tan fuerte como si su vida dependiera de ellos.

Los guerreros ocuparon asiento junto a sus iguales, pero como yo era el único Campeón Serpiente me dejaron sentarme en medio de loa Águilas y cerca de mi amigo.

Sólo falta que un grillo suene para que se pusiera más aburrido. Cuando la puerta de la servidumbre crujió, decidí que mi paciencia se había acabado.

-¿Alguien va a decir algo o...? -le dije a Cuau lo más bajo posible, pero llamé la atención de todos en la mesa y voltearon los ojos como si hubiera dicho algo estúpido.

-Güero, tenías que ser tú el que rompiera el hielo. ¿No es así? -habló Erik con tono de burla.

-Ya que nuestro... campeón honorífico... decidió dar la palabra, será mejor que comencemos a discutir del mal augurio a partir de ahora.

Con la orden del Mujer Serpiente se generó un griterío entre todos los presentes. Unos hablaban en español y otros en náhuatl, tal vez una mezcla de ambos idiomas y no entendí nada de lo que sucedía.

-Hey... ¡Hey!- llevé mis dedos a la boca y silbé lo más sonoro posible para callar a todos- ¡Cierren la boca...! –ahora tenía la atención y no los veía contentos de haberlos interrumpido- Ejem... Por favor.

Se me quedaron viendo, esperando que tuviera algo interesante que decir.

-De acuerdo... hablemos de uno en uno, ¿cuali? Bien... Unas luces psicodélicas brillaron en un espejo gigante de obsidiana, lo entiendo. No hay de qué preocuparse. Si refleja la luz del sol, significa que afuera está sucediendo lo mismo. Para mí que se trata del calentamiento global. No es para tanto.

-Dany... - me dijo Cuau a mi derecha- Ya tuvieron contacto con los espías en la superficie... Dijeron que el cielo está tan oscuro como siempre. La contaminación de Ciudad de México no dejaría que se viera una sola luz que no fuera la de un edificio o el aeropuerto. Las luces de colores se vieron únicamente en nuestro techo.

-Okeeeeeey... Eso sí es para preocuparse.

Moctezuma III habló y muchos asintieron con la cabeza.

-Señores... -dijo Erik no tan convencido como el resto- Mantener a los ciudadanos encerrados sin dar anuncio no me parece la mejor solución. Usted sabe muy bien lo que significan esas luces. Creo que es momento de informar a nuestro batallón de la verdadera situación en la que nos encontramos.

Oí murmullos entre los soldados. Estos volteaban al rey con miedo de que ordenara arrestar a Erik o a él esperando que se disculpara.

Sabía de lo que estaba hablando. Los indígenas suelen creer en las fuerzas de la naturaleza como manifestaciones de los dioses o espíritus que los dominan para dar un mensaje. Estas supersticiones predijeron muchos de los acontecimientos más significativos de la historia de la humanidad, en especial para los mexicas. Que recuerde, la última vez que se vieron luces como esas fue durante el gobierno de Moctezuma II y poco después fue la llegada de los españoles a México... ya sabemos lo que pasó después. No es de esperar que la reacción de la población actual haya sido la vi hace unos minutos.

Dany Hdz. y la Muerte del 5° SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora