Un Pidgeot arruina mi primer beso

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El regreso al hotel La Minerva no fue tan malo. La gente empezaba a olvidar el asunto del vago y mi ojo, en cambio se reían de mi por ser sacado a la fuerza de un tienda y llamar la atención de los guardias sin razón aparente. 

-Entonces... ¿qué te compraste? -dijo Alex intentando animarme.

-Era algo para mamá. -respondí casi sin ganas de hablar. 

-Y... este... ¿estaba bonito?

Encogí mis hombros un poco. 

-Okey, okey... ¿Y no buscaste algo para Belinda?

¡FAC! ¿Cómo no se me ocurrió eso? De por sí quedé mal con ella durante la mañana y no pensé un segundo en reparar las cosas con ella. Pude buscarla en la plaza para pasear y comprar algo entre nosotros, besarnos dentro de una caseta fotográfica o mínimo haberle querido regalar el anillo que me robaron. De verdad que soy el peor novio del mundo... seguro que por eso sigo soltero. 

Estrellé mi cara contra el asiento de adelante, suficiente explicación para mi amigo de que había hecho algo mal como de costumbre. Llamo la atención del pasajero de adelante y enseguida volteó a verme a través del espacio entre los asientos.

-¿Qué pedo? 

-¿Qué se arma para hoy?

-418, a la medianoche. Lleva 100 bola pal' pisto. 

-Todo bien. Ahí estaré.

-No nos vayas a deja bajear, morro

Si entendieron nada, déjenme explicar nuestro repertorio de lenguaje sonorense: cuando uno está en una lejanía mínima de una pared de sus padres, buscara los recursos, las personas y alcohol para pasarla bien todos y cada uno de los días de su vida. La tradición en Cd. Obregón es una carne asada entre amigos y acompañados de una cerveza fría para calmar el calor del desierto en el que vivimos. Y como sabemos que la cultura es algo importantísimo para la humanidad en estos días, nos llevamos nuestras tradiciones a todos los lugares a los que vamos... eso y una credencial para que vean que eres mayor de edad.

Como la habitación 418 estaba ubicada hasta el quinto piso, debía de pasar desapercibido entre la patrulla de maestros que vayan a vigilar los pasillos durante la noche. Pero claro, ellos también quieren dormir y estarán sonámbulos para cuando la gente se reúna arriba. Habiendo notado que como peleador no tengo dotes muy desarrollados, esperaba que como caminante furtivo tuviera mejor éxito. 

Acordé por WhatsApp con al gene una ruta de entrada y salida sin que fuéramos encontrados evitando elevadores para no llamar la atención de los demás huéspedes, caminando en calcetines para evitar hacer mucho ruido y si a uno lo cacha un maestro o empleado nocturno, sería el chico expiatorio excusándose de ser sonámbulo mientras los otros escapaban. No es por presumir pero todo aquello fue idea mía y todos parecían aceptar la idea de ir en pijamas por el hotel, así sería más creíble lo de caminar dormidos.

Mi disfraz consistía de una camiseta negra manga corta y pantalones de cuadros rojos y negros perfectamente confundibles con la decoración de los pasillos. Seré invisible allá fuera, pero Alex estaría anunciando su llegada con una bata de franela bastante ostentosa. 

-Creí que éramos amigos.

-Pues sí, no estoy haciendo nada malo. 

-Vas a arruinarlo todo para la gene.

-Voy a lucirme allá arriba y tu serás el plebe que traigo de guarura. 

Suspiré rindiendo mis fuerzas de hacerlo cambiar de parecer. Tenia que prever que ningún maestro estuviera en el exterior del cuarto para abrir la puerta sin hacer ruido. Cuando salimos, fuimos lo más rápido posible hacia las escaleras y subimos otro piso sin problemas. Para el cuarto hubo una conserje por algunos cuartos para despertar a la multitud y preguntarles si querían que limpiara. Hasta que fue por cada habitación haciendo la misma molesta oferta, accedí a pasar al impaciente de mi amigo. Nos tuvimos que parar en medio de las escaleras para nuestra ultima parada porque Checo, Andrés, Neto y otros compañeros se encontraban obstruyendo la ruta que seguíamos hasta el momento.

Dany Hdz. y la Muerte del 5° SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora