Destiny: Guardianes.©

Capítulo 14: El Acorazado.

Jardín Negro. Ubicación de las Cazadoras.

Las nuevas acechadores nocturnas habían terminado su misión de búsqueda y rescate. La cual sólo terminó en la obtención de la tercera sub-clase de cazador. El mentor Cayde había encomendado a las cazadoras rescatar a un viejo amigo suyo: Tavis.
Desgraciadamente las cazadoras no lograron llegar a tiempo y Tavis resultó ser víctima de los Vex, en el Jardín Negro; pero afortunadamente la llama del vacío aún ardía en su cuerpo, dicha llama otorgó a las cazadoras su tercera sub-clase: Acechador Nocturno, o Acecha Tinieblas.

Las cazadoras iniciaron su regreso a la Torre e informar sobre su éxito y fracaso en la misión. Mientras, en la Torre el mentor Cayde recibió el motor sigiloso que había mandado a buscar para una misión encubierta.
Los Guardianes con sus nuevas sub-clases decidieron ir al Crisol a ponerlas a prueba, y eran el centro de atención debido que la obtención aún no estaba disponible para todos. El hechicero Oscar fue requerido por Cayde para seguir instrucciones, el Guardián llegó al Hangar donde le esperaba el mentor, con él estaba Holiday que terminaba un encargo del Exo.

--¿Sabes? ¡Eres una gran artista, Amanda! —aprobó la nave que Holiday preparó—. Ni siquiera se vé la modificación, gran trabajo —habló el mentor.

Holiday alzó su vista hacia él. —¿No es ésta, la nave de Eris? —preguntó arqueando la ceja. Sabía perfectamente que era de Eris debido al aspecto que poseía, un aspecto digno de Colmena.

—¿Lo es? —respondió sarcástico.

—Zavala autoriza las salidas de todas las naves —habló la rubia mientras sostenía un plano en sus manos.

Esas palabras no le agradó al mentor, ya que Eris no sabía que había tomado su nave, y Zavala no aprobaría nada mandar un Guardián al acorazado. —Hmm... —tomó una herramienta de Holiday—. ¿Qué tal... Una misión encubierta... Donde usamos una nave con motor sigiloso, infiltrarse en un acorazado en los Anillos de Saturno... Crear una zona de teletransporte y, mandar a la caballería? —sugirió señalando a Holiday con la herramienta.

—¿Qué tal... «vuelo de prueba»? —sugirió.

—Sí. Eso —habló para marcharse.

—Aquí te espera para cuando estés listo.

Cayde se detuvo al oír eso. —¿Yo? Yo ni loco me subo —palmeó el hombro del hechicero—. El hechicero lo hará.

La noticia sorprendió a Holiday, y al mismo hechicero pues no sabía exactamente lo que haría. El mentor le ordenó alistarse para su travesía a una zona de peligro. La noche cayó sobre la Torre y los Guardianes con subclases nuevas arribaron a sus habitaciones después de un largo día en entrenamiento, el equipo de Oscar se enteró que éste tendría una misión por solitario pero no tuvieron más detalles.

—¿Oscar, qué harás? —Aveline se le acercó al ver alistándose en la habitación.

—Saldré. Tengo una misión de exploración —limitó sus palabras. No podía dar explicaciones porque no había tiempo para explicaciones, esas palabras le recordaron a alguien del pasado.

La Titán le soltó una sonrisa. —Bueno, ten cuidado. Suerte, compañero —deseó.

El hechicero preparado se dirigió al Hangar por la nave y partir. Holiday le esperaba con ansias. —Oscar. Los controles son los mismo que tu nave —explicó. El Guardián subió a la nave y encendió la consola de mandos, el interior de la nave era desordenado pero no le importó.

—Muy bien —habló, estaba nervioso por la misión un tanto suicida—. Holiday. Sí no vuelvo, diles a mis amigos que morí heróicamente.

—Heróicamente tonto, más bien: suicida —se burló su espectro—. Despegando.