Destiny: Guardianes.©

Capítulo 2: La Profunda Oscuridad.

Amanda Holiday tenía las naves del equipo listas para despegar rumbo a La Luna. Cada Guardián subió a su respectiva nave, con nervios de dicha misión puesto que sabían que otros Guardianes han muerto en el intento.

--¿Están preparados mentalmente para lo que nos espera allá abajo? —Suspiró Aveline.

—Realmente...no. Pero hay que intentarlo. —Respondió Katia preparando el sistema de vuelo.

—No sean aguafiestas, nosotros podremos. —Alegó Raquel.

Las naves salieron del Hangar y dirigirse a la Luna, preparados y con los consejos de Eris para evitar tener el mismo destino que los demás Guardianes.

Linea del Arquero, La Luna. 20:07 hora terrestre.

—Está bien. Espectro, marca la ubicación del abismo. —Ordenó Oscar.

Los espectros marcaron dicha ubicación y con los Colibrís emprendieron marcha. El equipo se encontraba realmente nervioso y un tanto asustado, pero estando juntos se sentían valientes por fuera. Al llegar a la ubicación tenían el abismo a su vista.

—Muy bien... ¿Qué sigue? —Preguntó Oscar a su espectro.

—Colocarse en ése círculo para formar el puente que llegará al centro del abismo.

La luz que portaban los Guardianes sirven como método de accionado para crear el puente estando dentro del círculo marcado sólo era de esperar la formación del puente. El puente estaba formado y sólo faltaba saltar al abismo, los Guardianes se acercaron al centro del abismo y miraron abajo donde sólo veían la densa niebla que brotaba.

—¿Qué creen que habrá abajo? —Suspiró Oscar asomándose.

—Muerte, supongo. —Respondió su espectro.

—¿La de Crota o la nuestra?

—¡Vamos a averiguarlo! —Exclamó Raquel lanzándose decidida al abismo.

—Agh... Cómo odio cuando hace eso. —Quejó Oscar.

El resto del equipo saltó después de Raquel, estando en caída sólo veían la niebla a su alrededor. Después de una larga caída, por fin llegaron a la profundidad donde al caer quedaron muy heridos pero sus espectros aún podían curarlos, pero no podían revivir debido a la zona de Oscuridad que les rodeaba.

Eris trató de establecer una conexión estable de comunicación con los Guardianes pero debido a la enorme profundidad donde estaban sólo había distorsión en su canal de voz.

—Recuerden... Debemos seguir las lámparas, pero evitar despertar a los Lacayos. —Señaló Oscar desenfundando su arma.

El lugar donde se encontraba apenas se podía tener visión, habían distintas piedras que obstruían el camino pero las señales para salir de ahí eran muy claras, sólo seguir una serie de lámparas para salir de dicho lugar.

El equipo desde su estancia localizaron la primera lámpara que tenía unas rocas a los lados. Avanzaron con lentitud y en silencio para no despertar los Lacayos que habitaban ahí. Un mensaje encriptado llegó al equipo, era de Eris que tenía una advertencia más del lugar que el equipo no sabía. Al llegar a la primera lámpara esperaron la orden de Oscar para avanzar a la segunda lámpara que ya tenían contemplada.