Destiny: Guardianes.©

Capítulo 21

La voz aún podía ser escuchada por el hechicero, el cual tuvo que regresar con su equipo. --Mantén esto en secreto. Estaré en contacto después—. La voz desapareció de las comunicaciones.

—Raquel —habló Oscar. Después del derrumbe de la cueva ya no tenían camino de regreso—. Perdón, pero sí estoy preocupado. 

—Dame tu maldita mano —ofreció su mano. Ambos hechiceros estrecharon sus manos—. Ahora empuña tu arma que tenemos a unas princesas y rey que matar. 

Las Cazadoras guiaron al equipo hacia el Umbral: la brecha donde se encuentran las princesas y el rey. —Espero confíen en nosotras. Es la primera vez que nos entregan un mapa tan raro—habló Kelly. 

—Kelly. No debes pedir la confianza que ya tenemos —respondió Aveline—. Estamos aquí justo por haber confiado en nosotros desde el inicio. 

Los Guardianes se juntaron y dieron un abrazo grupal para emprender su camino al final de todo, todo principio tiene su final y todo final tiene su retorno. 

El Nártex

Plano No Ascendente

Las Guardianas habían creído el llamado de auxilio del equipo Ascendente, pero este las llevó al Nártex: el núcleo del Acorazado. La zona estaba custodiado por Cabal, un batallón colocó explosivos para estallar el núcleo. Ellos no estaban al tanto que su comandante ya estaba muerto y lo querían de regreso. 

—No hay rastro de Oscar y su equipo —dijo Sarahí. Las cuatro chicas permanecían ocultas de los Cabal—. Solamente están estos bastardos y un montón de explosivos. 

—Lucecita —llamó Paulina, su espectro salió—. Realiza un escaneo del lugar y dame una posible consecuencia de explotar el núcleo. 

—A tus órdenes —su carcasa se expandió para lograr un mejor escaneo. Los resultados estaban listos—. Ok. Si explota el núcleo creará una reacción en cadena, además de una enorme explosión que puede resultar mortal para nuestro sistema. 

La hechicera suspiró. —¿Qué dicen? ¿ Salvamos una vez más al sistema? 

—Será mi primera vez —aclaró Sthefany, se encontraba algo nerviosa—. Supongo que para eso venimos. Alguien o algo nos trajo hasta aquí.

—No sé si realmente nos contactó Raquel, pero debemos enfrentar a estos Cabal —ordenó Paulina—. Andrea. ¿Quieres empezar? 

—Es un honor para mí —la rebelde hechicera salió a la vista y lanzó su Bomb Nova hacia un grupo de militantes Cabal. La atención la obtuvo para ella sola, pero los Cabal se retiraron—. ¿Eh? Eso fue muy... rápido.

Los Cabal iniciaron la retirada y Paulina acercó a Lucecita para desactivar los explosivos. La retirada Cabal no fue definitiva, habían vuelto pero esta vez con sus dos Sub comandantes: los Hermanos Escudo. 

—Muy bien —la hechicera colocó las balas en su cañón de mano y lo preparó—. Tenemos trabajo... y del pesado. 

Un hermano: Valus Mau'ual, portaba propulsores para elevarse e impactar contra el suelo; mientras que el segundo: Valus Lu'urn creaba una cúpula de largo rango para protegerse y lanzar potentes disparos de plasmas como si fueran morteros. Mau'ual acorralaba al equipo con sus impactos; Sthefany aprovechó la oportunidad y trepó por la enorme espalda del Cabal sujetándose con sus dagas clavadas en el cuerpo. —¿Qué debería hacer ahora? —habló agitada. Mau'ual se elevó para quitarse a la intrusa, pero esta era insistente y evitó caerse —. Es mi primer bestia que intento domar.