№9

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Arianne

La tormenta ha causado un apagón donde yo trabajo y durante horas ha sido un caos total, sobretodo porque hay muchas fotos que yo necesitaba editar pero es obvio que sin electricidad me era imposible. El de mantenimiento acabó anunciando que los plomos se habían quemado y que estaríamos sin luz hasta el día siguiente porque se tirarían toda la noche trabajando. Mi jefa, estresada buscaba como loca una solución porque necesitaba que yo tuviese unas fotos preparadas para meter en la próxima revista y nos encontrábamos a contrarreloj.

- Puedo trabajar en casa, ahí tengo todo lo que necesito. - le propuse.

- ¿Síi? ¿Esta segura? - me preguntó mi jefa que no hacía nada más que mirar de un lado a otro nerviosa.

- Claro, no se preocupe.

- ¿Le dará tiempo? Piense que las necesito para mañana por la mañana.

- Las tendrá mañana mismo listas para la revista y para la portada del mes. - Eunjin gritó emocionada y me dio un abrazo, mi jefa era así de cariñosa a veces.

- Muchísimas gracias, Arianne, sé que lo conseguirá. ¿Por qué no le pide a Jaebum que le ayude? Así no le tomará mucho tiempo. - lo buscó por toda la sala que al menos estaba iluminada por la poca luz que entraba por las ventanas. - ¡Jaebum! - gritó al verlo y este en seguida se acercó.

Jaebum aceptó de inmediato, la verdad es que agradecería su ayuda porque ya pensaba que me tiraría toda la noche trabajando.

- ¿Te apetece ir a comer ramen antes de ir a tu casa? Yo invito - me dijo él cuando mi jefa se marchó.

- Ya me invitaste a café esta mañana, puedo invitarte yo - contesté y alzó su ceja y me mostró una sonrisa.

- Pero quiero volver a invitarte, en otra ocasión lo harás, pero hoy pago yo. - me guiñó el ojo.

- De acuerdo... - acepté rendida con una sonrisa.

Jaebum era muy simpático y divertido conmigo, además también era muy lindo. Cuando estábamos llegando a mi casa, él estaba contándome una anécdota de cuando era pequeño y su madre se olvidó de recoger sus sabanas mojadas de pipí del tendedero justo el día que celebraba su cumpleaños junto con todos sus amigos. Se murió de la vergüenza.

- ¿Con 9 años te meabas en la cama? - le pregunté divertida.

- Sí, solía soñar que meaba en un vater... - me reí mientras ponía la clave de la puerta- Pero ya no, eh. No te preocupes que ya sé ir al baño.

- ¿Debería preocuparme? - le miré con las cejas fruncidas y con una sonrisa mientras entrabamos en mi casa.

- Quién sabe si tú y yo... - lo dejó en el aire me miró pícaro y me reí con él, sé que esta bromeando.

- ¿Si tú y tú qué? - la voz de Jimin nos sorprendió. Estaba de pie delante nuestra con una expresión seria. Jaebum lo miró y me miró a mí confuso.

- Él es el que esta cuidado de Haeri - hablé mirando a Jaebum e ignorando a Jimin.

- Perdona pero - intervino Jimin mirando a Jaebum - me llamo Jimin, cuido a Haeri, también soy su vecino y por último pero no menos importante, su ex.

Me tapé la cara avergonzada- lo último sobraba, Jimin - dije entredientes mirándole con mala cara. Jaebum alzó la ceja divertido.

- ¿Quién eres tú? - preguntó Jimin a Jaebum.

Interviné- Eso no es de tu incumbencia - cogí del brazo a Jaebum para llevarlo a mi estudio - Vamos - pero cuando intente moverlo se quedó parado.

- Soy Jaebum - su mano se puso delante de él esperando que Jimin lo estrechara pero él solamente lo miraba desconfiado- Soy su compañero de trabajo y su amigo más... cercano - le dijo y le mostró una sonrisa, Jimin entrecerró los ojos.

- No somos nada, Jimin - dije yo nerviosa ahora.

- Por ahora - habló Jaebum.

- ¿Que vais a hacer?- preguntó Jimin. Solté un bufido, vaya escenita me estaba montando. Lo voy a matar.

- Cosas de mayores - contestó Jaebum divertido para molestarlo y le pegué un golpe en el brazo. Jimin estaba con cara de pocos amigos.

- Ya para de picarle - Jaebum se río y yo me dirigí a Jimin - Espera un momento, por favor- le dije a Jaebum tomando fuertemente el brazo de un Jimin claramente molesto y lo arrastré hasta mi cuarto.

Estaba cabreada.

- ¿Qué haces? ¿Estas mal o qué? - dije molesta cuando cerré la puerta detrás mía. Jimin me miraba incrédulo.

- Ese imbécil me cae mal.

- ¡Me da igual! ¡Tú solamente tienes que cuidar a mi hija y no meterte donde no te llaman!

Dicho eso no me esperé ser acorralada contra la puerta. Los ojos de Jimin me miraban fijamente a los ojos, un poco más y veo fuego en sus ojos. Esta demasiado celoso y es un idiota, en serio.

- Apártate - murmuré dejando de mirar sus ojos, entonces sus dedos tocaron mi cara lentamente y me hizo hacer contacto visual con él.

- Me molesta su presencia, no me da confianza.

- Sigues siendo un niñato - le dije entredientes mirándole con frialdad. Estábamos a una distancia peligrosa y podía notar como se tensaba- Tenemos que hacer un trabajo, es solo trabajo, Jimin - expliqué cansada.

- Pero...

- No hay peros, apártate - tomé sus brazos fuertes y los hice que los quitara de mi alrededor - No seas un cretino. Te recuerdo que tú y yo ya no somos nada. - dije clara. Jimin bufó y me miró fijamente a los ojos como si hubiese decidido algo.

- ¿Y si te digo que me da igual todas las veces que vayas a recordarme eso?

Le miré en silencio porque mi corazón latió rápido.

- Eres un idiota - mascullé y me aparté bruscamente de él. Abrí la puerta y le miré antes de salir- No nos molestes.

Salí de mi cuarto y fui a buscar a Jaebum que ahora se encontraba jugando con Haeri que recién se había despertado. Fui a saludar a mi hija que me recibió con un abrazo. Jimin apareció por la sala y me puse de pie.

- Sígueme - le dije a mi compañero que asintió con la cabeza y pasamos por el lado de Jimin que seguía sin expresión y mirándonos fijamente. Jaebum le sacó la lengua y él le fulminó con la mirada.

Idiota celoso, te lo mereces.

-♥-

Perfect Man 2 » Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora