№29

13.2K 986 560
                                    

Arianne

Son dos horas y pico de trayecto en tren que, durante el viaje, el tren tuvo que detenerse varias veces debido la tormenta de nieve. Me golpeé la cabeza contra la ventana cuando el sueño se estaba apoderando de mi cuerpo. Asustada me sobresalté sobre mi sitio y miré a mi alrededor por si alguien me había visto, pero la verdad, no había nadie en ese vagón, quizás una o dos personas más que pasaban de mí. Miré la hora, eran las 12 de la noche y aún no habíamos llegado. Así que se estaba haciendo largo el viaje.

Jimin seguía con el teléfono apagado, realmente no sé si hice bien en ir a buscarlo porque recordé sus palabras de la última discusión "Luego no me busques"... Pero esta vez me tragaré mi orgullo. 

Aunque en ese momento no sabía qué pensar... En mi cabeza me pasó la idea de que quizás no había sido buena idea salir de esta forma tan inesperada a por él, porque quizás Jimin me manda a la mierda. Pero bueno, ahora no iba a volver. Ni siquiera aún he llegado. 

Y así estaba siempre, indecisa y dudando sobre mis actos.

El conductor del tren tuvo que despertarme cuando llegamos a la estación. Le agradecí algo somnolienta, rápidamente tomé mis pertenencias y bajé del vagón para encaminarme por el solitario lugar. Fue ahí cuando me di cuenta que no sabía por dónde empezar a buscar. Y que me iba a dejar una pasta en taxis. Estaba nevando y las farolas apenas iluminaban la calle. No había nadie quien me pudiese ayudar y apenas podía ver donde estaban los taxis. Si había claro... 

Para colmo, me había quedado sin batería en el móvil por lo que no podía llamar a ninguno. Di unos cuantos pasos en busca de alguna tienda de conveniencia abierto y por suerte, encontré uno al girar la esquina. Cuando entré el joven aburrido de estar trabajando de turno de noche se sorprendió al verme. Le saludé y le pedí un café caliente. También le pregunté si podía cargar el móvil. 

Me bebí el café con calma, ya que sería una noche muy larga y fría, sin duda. Al menos, el café estaba caliente y lo agradecí. Cuando mi móvil se encendió, lo primero que vi son las llamadas de Jaebum, luego marqué rápidamente el número de la central de taxis para que me pudieran enviar uno. 

Me sabía mal ignorar a Jaebum, pero ahora mismo no quería pensar en él, pero sé que es un tema que voy a tener que resolver más tarde o temprano. 

Unos largos minutos después, un taxi paró delante de la tienda de conveniencia, me despedí de aquel chico, que por cierto, había compartido un par de palabras con él. El joven me miraba algo raro cuando le pregunté si él estaba enamorado. 

- mmm, ahora mismo, no... - me contestó algo inseguro, quizás le incomodaba mis pintas. Realmente parecía que yo iba a esquiar con tantas capas y abrigos que tenía encima. 

- ¿No? ¿No hay ninguna chica o chico que te guste? - le pregunté con toda la confianza del mundo. Ahora mismo yo debería ser como el típico cliente charlatán que no se calla ni de bajo del agua. Él negó con la cabeza tímido. - Ow... Bueno, mejor. Así no sufres.

- ¿No se dice que es muy bonito ''enamorarse''? - me preguntó el chico inocente. Evité reírme.

- Depende. Tiene sus dificultades como te imaginarás...- dije y me encogí de hombros.

- ¿Cómo?

- Nada, nada. No me escuches que no doy buenos consejos. De hecho, soy yo quien los necesita.

- ¿Necesita consejos... sobre... amor? - me preguntó tímido. Me reí por lo bajo. - ¿A dónde va? - pregunta curioso. 

- A descubrir mis verdaderos sentimientos. - contesté y vi el taxi que había pedido estacionarse enfrente de la tienda. 

Perfect Man 2 » Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora