Enamorarse de su mejor amiga fue lo mejor que le pudo pasar.
Perderla fue su error.
✎ Publicada: 15/11/2016
✎ Finalizada: 26/04/2021
✎ Prohibida la adaptación o copia de mi obra.
Después de eso, volví a entrar en el edificio. La verdad es que no me arrepentía de absolutamente nada de todo lo que dije y eso me hizo sentirme extremadamente aliviado. Por un momento creí que los managers se me echarían encima, pero todo lo contrario, me recibieron con una sincera sonrisa. Los que verdaderamente no estarían para nada contentos son los máximos directivos... Pero me daba absolutamente igual todo.
Mis compañeros seguían felicitándome y animándome por lo que había acabado de hacer. Se les veía realmente felices por la decisión que había tomado, todos sabíamos que era una decisión que se iba a estar hablando durante un buen tiempo por parte de la prensa, también había sido algo provocativo para mis superiores. Pero yo ya creía que era la hora de no agachar más la cabeza, no iba a ocultar que amaba a una mujer y que ya no me sentía igual de a gusto trabajando aquí.
Tenía pensado marcharme de una vez de ahí, pero visualicé a Seunbi saliendo del ascensor y encaminándose directamente hacia mí. Se veía muy pero que MUY cabreado. Todo el mundo se quedó en silencio en cuanto lo vio.
- ¡Tú! - me señaló con su dedo. Su cara estaba roja de lo enfurecido que estaba - Has tomado la peor decisión - me fulminaba con la mirada, me tomé la confianza de apartarle el dedo lentamente mientras le mostraba una sonrisa provocadora. Este señor estaba apunto de sacar humo por sus orejas de lo furioso que estaba.
- Yo no pienso lo mismo... - respondí mostrándole una sonrisa de lado y soltó su típica risa sarcástica.
- Nos veremos pronto en los juzgados. Pienso dejarte sin un centavo por el incumplimiento del contrato. - me amenazó, aún así no mostré ni una señal de arrepentimiento.
- Sísí - asentí rodando los ojos. No me daba nada de miedo. En absoluto, pues tenía numerosas pruebas de que la compañía se había pasado años sin pagarme ni un duro e incumpliendo el contrato con miles de cosas más. De hecho, mis abogados ya estaban preparando la denuncia. - No te preocupes, quizás nos vemos mucho antes.
Seunbi se quedó confuso y de inmediato entendió que yo les denunciaría primero. Tuvo que respirar antes de seguir hablando o mejor dicho bramar como un burro.
- ¡Que alguien lo eche de aquí! - gritó llamando la atención de todos los que estaban ahí pero nadie le hizo caso. Solo hacía el ridículo. Se dio la vuelta y se fue por donde vino. Me aguanté la risa aunque me estaba resultando algo difícil.
- Hey Jimin - Taehyung llamó mi atención y me giré sobre mis talones - ¿Quieres que vayamos a celebrarlo? - propuso.
- Me encantaría, chicos. Pero mejor lo dejamos para otro día, estoy deseando volver a casa. - ellos asintieron con la cabeza. Lo entendieron perfectamente y les agradecí por ello.
Cuando me quedé solo en el coche me di cuenta que mi móvil no paraba de recibir miles y miles de mensajes. Lo entiendo, todo el mundo estaría sorprendido con lo que ocurrido. Por ahora no quería contestar a nadie, así que, encendí el motor y me dirigí a casa de una vez.
Arianne
No me lo podía creer.
Me había quedado en shock después de ver a Jimin decir todo eso por la televisión. Tanto me impactó que no podía ni moverme del sofá, ni apartar la mirada de la pantalla donde aún se hablaba de ello. Haeri me miraba confundida, ella no entendía que estaba pasando, así que siguió mirando sus libritos tranquilamente. Cuando comencé a reaccionar, solo pensaba si él lo había hecho bien. Quería pensar que sí, además, parecía que había tomado una rotunda e irreversible decisión. Por mi parte, no podía dejar de sentir que lo que había hecho era bueno, Jimin quería pasar tiempo con su hija y... conmigo.
Cuando menos me lo esperé el timbre de la puerta sonó y rápidamente corrí hacía ella, sabiendo que se trataba de Jimin. Una vez la abrí, ahí lo vi. Ambos nos quedamos en silencio por unos segundos, cara a cara. Las palabras no salían de mi garganta pero en cuanto vi una sonrisa dibujarse en su cara, me lancé contra él para abrazarlo fuertemente. Este soltó una carcajada y me tomó en brazos entrando de una vez en el piso. Ambos nos reíamos mientras aún seguía en sus brazos sin sentir el suelo.
- Soy libre - expresó y vi sus ojos muchísima felicidad. Tomé su cara con cuidado y junté mis labios con los suyos.
- Papiii~ - Haeri gritó detrás nuestra y ambos nos separamos algo avergonzados. Jimin volvió a dejarme en el suelo con cuidado y al ver a su hija fue a por ella y la tomó en brazos. - Te he echado de menos - dijo ella poniendo pucheritos mientras lo abrazaba fuertemente.
- Y yo, pequeña, y yo. Pero a partir de hoy voy a pasar contigo mucho pero que mucho tiempo.
- Wiii. - celebró ella y conecté miradas con Jimin para compartirnos una sincera sonrisa.
...
Rodeé el pecho de Jimin una vez me había acomodado en nuestra cama. Había sido un día muy largo e intenso y ambos nos encontrábamos exhaustos. Antes de acostarme había arropado a Haeri en su cama, se había quedado dormida en el sofá al poco después de cenar. Sentía que estar ese momento en mi cama, junto con el hombre que amaba era lo que más había anhelado. Era una sensación de paz y calma, una felicidad de la que no se podía describir con palabras. Sus manos acariciaban mi pelo suavemente y sería en cuestión de minutos en los que caería dormida.
- Con lo que ha pasado hoy - habló él y abrí los ojos pues me estaba quedando dormida - Me gustaría pedirte paciencia. Es posible que hablen de nosotros durante semanas, pero es que yo no puedo evitar eso... Con el tema de las fotos que Haeri sale... Es cuestión de horas para que borren toda foto donde ella salga por ser menor. Mis abogados no han parado de trabajar para protegernos.
- Gracias... Aguantaré todo eso, no te preocupes. - le aseguré levantando la cabeza y dicho eso le dejé un beso en la mejilla pero antes de que volviera a tumbarme sus manos tomaron mi cara con delicadeza y nos fundimos en un apasionado beso prendiendo la llama que ninguno de los dos pudo apagar esa noche.
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