Ahora más tarde comenzaré a revisar cada capítulo, corrigiendo errores que me he dado cuenta que tengo. Espero que, cuando termine, pueda actualizar otra vez.
Ojalá disfruten el capítulo.
Los amo <3
POV Sophia
-De verdad comienzo a detestar despertarme porque algún imbécil me ha noqueado- Se susurró a sí misma la joven de ojos violetas cuando recobró sus sentidos.
Sintió estar costada sobre un mar de mullidas nubes y se podría quedar ahí toda su vida, pero se obligó a sentarse para saber dónde carajos se encontraba ahora. Pero su sorpresa fue mayor cuando se dio cuenta que estaba en un lugar demasiado familiar, su cuarto en aquel castillo donde había sido criada y donde se suponía que no debía estar todavía.
Inmediatamente se intentó parar de su cama pero un dolor asquerosamente sofocante se extendió desde la punta de sus pies hasta su espalda, haciendo que la chica arqueara su columna y cayera hacia atrás, sobre su cama, del dolor soltando un alarido.
Pronto, la puerta se abrió dando paso a cuatro seres que se apresuraron a llegar hacia ella.
-¡Sophia, quédate quieta por lo que más quieras!- Reconoció una voz familiar en la lejanía, pero no logró encontrar a su dueño, sus ojos no reaccionaban llevando algún tipo de información.
-Alguien traiga el akmur- Otra voz, más pacífica y grave que la anterior, resonó en algún lugar de la habitación- Princesa Sophia, debe calmarse, no es bueno que se mueva tanto- La chica no entendía el por qué ambas voces decían que debía inmovilizarse, ella se sentía incapaz de mover su cuerpo; pero tampoco sabía por qué no podía ver.
Pero aun así, su consciencia estaba ahí, sintiendo los sonidos de varias cosas a su alrededor. Las dos voces que le impedían moverse, a las cuales se les unieron varias más que venían en susurros y cuchicheos, pero sin comprender exactamente de que hablaban. La chica quería gritar, era la peor sensación que podía experimentar; no sabía lo que le podían hacer, pero estaba completamente segura que si la llegaban a matar, no lo sentiría, no lo vería llegar y eso le aterraba.
Pronto, fue recuperando lentamente el control sobre su cuerpo y notó lo cansada que se sentía, ni siquiera podía mover la lengua pues se sentía pesada; y su garganta estaba adolorida e inflamada. ¿Qué le había ocurrido?
No pudo responder esa pregunta porque en ese mismo instante estaba reestableciendo su visión gradualmente; aunque sus parpados se cerraban cada vez con mayor prolongación, se obligó a ver todo a su alrededor para encontrarse, de nuevo con la vista de su habitación, pero esta vez habían varias botellas y trapos tirados sobre cualquier superficie que hacía parte de la decoración del cuarto; también habían seres en aquel lugar, por ejemplo dos sirvientes que siempre se hacían cargo de ella y un alguien que no pudo reconocer.
Intentó abrir la boca para hablar, pero ni esa actividad fue capaz de realizar.
Una de las personas lo notó. Era un hombre de no más de treinta años, tan hermoso que le dolía verlo; o tal vez no le dolía verlo y solo era a causa de sus parpados luchando por estar abiertos, pero sí era hermoso. Un hombre pelinegro, con rasgos mediterráneos, piel bronceada, y unos ojos del color del hielo devastadores.
Sophia sonrió internamente al intentar descifrar a cuántas mujeres y hombres había hecho suspirar y tener a sus pies con solo una mirada. Pero ella sabía que solo era una fachada del típico predador en una cadena alimenticia para llamar la atención de su presa, porque su alma destilaba la misma maldad que destilaba todas las almas demoniacas, por lo tanto el hombre debía tener un par de ojos negros como su misma alma y no los matadores azul hielo que mostraba.
-Sophia, él es el médico que te cuidará mientras te repones, cariño- La mencionada tuvo que quitar su mirada del hombre frente a ella para ubicarla sobre aquella voz familiar que había escuchado antes, Devov. Quien al parecer acababa de llegar a la habitación- Su nombre es Hod.
De nuevo, la chica tuvo que sonreír internamente "Hod, el majestuoso. ¿Cómo no lo sería sí parece un maldito dios de la sexualidad?"
-Princesa Sophia- Hizo una reverencia ante ella- Estoy para sus servicios.
Ella hubiese respondido al saludo por cortesía como tanto se empeñó su padre en hacerla aprender cuando era una niña y debía recibir clases de modales; pero su situación no se lo permitía, entonces simplemente lo dejó pasar.
-Soph...- Su amigo comenzó a hablar, pero en ese momento la chica sucumbió ante el dolor que sentía sus parpados al ser prohibidos ser cerrados, haciéndolo, dejando vía libre para que el cansancio se apoderara totalmente de su mente apagándola por lo que sería un buen rato hasta que se sintiera completamente restaurada.
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Ángel Infernal. (TERMINADO)
FanfictionUna joven observaba, desde el cielo, la muerte de Sebastian Morgenstern. Ella sabía que debió haber hecho algo para impedir que esto llegara hasta ese punto, pero no pudo hacerlo, por órdenes de su padre, la joven no pudo salvar de la muerte trágica...