Capítulo 30

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Continuación del Flash Back

Veintidós años atrás

Ha pasado un año desde que el hijo de Valentine y Jocelyn Morgenstern nació. Era un niño precioso, tenía un cabello rubio platinado como el de su padre, que contrastaba con su blanca piel haciéndolo lucir más pálido y era el dueño de una hipnótica mirada negra. Color que había sacado de la sangre demoniaca de Lilith.

Unas pocas semanas atrás su madre, Jocelyn había escapado de Idris al encontrarse una escena desgarradora, su casa estaba envuelta en cenizas y sobre las cenizas, había cuatro esqueletos pertenecientes a su familia. Ella había tomado la decisión de irse del lugar, olvidando por completo sus años oscuros al lado de Valentine y todo lo que éste había hecho con su hijo.

Ahora Valentine tenía toda la custodia del pequeño Jonathan, a quien le deparaba un futuro no tan brillante y prometedor.

Sophia le había contado a su padre y a Raziel lo que Valentine estaba haciendo con Ithueriel, lo que ellos dos habían hablado y cómo ella le quitó la voz al ángel. Raziel se la pidió, él le devolvería un poco de voz, la justa y necesaria para no permitir que el encadenado hablara de más en las torturas. Torturas que no se podían evitar, pero que la chica le hizo prometer al ángel, que Ithuriel no sentiría para no sufrir. Él se lo había prometido.

Por otra parte, Lilith había sido castigada por Raziel, quien la había escoltado al infierno para dejarla en un mundo infernal donde prácticamente era imposible escapar, Edom.

Catorce años atrás

Jonathan ya tenía nueve años. El chico ahora había crecido en muchos sentidos; era más alto que cualquier niño de su edad, era muchísimo más inteligente, tanto como para igualar a un joven de dieciséis años, mucho más rápido y fuerte que cualquier cazador de sombras. Pero cada día se hacía menos humano, desde el trato tan poco paternal que recibía de parte de su padre, como el hecho de que éste le recordase cada vez que podía el que su madre hubiese huido de todo por culpa de su ser abominable y el saber que su padre prefería a un niño adoptado antes que a él. Todo eso hacía que Jonathan odiara cada día más a los cazadores de sombras.

Sophia sabía que debía haber dejado en paz a Valentine luego de que Lilith fue castigada. Pero ella no era capaz de dejar solo al niño ante la creciente maldad en él, ella sabía más que nadie lo que era sentirse rechazado por su anti naturalidad. Muchos seres angelicales y demoniacos se lo habían hecho saber cada día desde que tuvo consciencia; pero aprendió sola a ser fuerte y a hacer oídos sordos a esos comentarios. Por esa razón, cuando Jonathan tenía seis años de edad, ella había aparecido en su vida por primera vez.

Cada vez que Valentine se iba para cuidar al otro niño Jonathan, Sophia aparecía en su casa para cuidar del pequeño de ojos negros. Él la amaba, sentía que ella era el afecto maternal que le faltaba y ella lo sabía, por eso trató de darle ese afecto maternal y criarlo hasta donde pudo de una manera más humana. Jugaba con él, le hacía de comer, los dos leían hasta que el pequeño se dormía en sus brazos, ella curaba sus heridas causadas por los golpes de Valentine o por su forma de entrenar tan inhumana. En pocas palabras, le hacía olvidar del martirio que era su corta vida.

Pero cuando Valentine regresaba todo eso acababa, la chica le hacía prometer al niño que no le contaría a su padre sobre lo que pasaba cuando él estaba, para cuidar al niño de lo que el loco de su padre pudiese hacerle.


Ángel Infernal. (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora