Capítulo 31

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Siete años atrás

Justo cuando Jonathan cumplió los dieciséis años, Valentine no se encontraba con él, sin embargo le había dejado un regalo sobre la mesa.

"Otra arma"

Sophia puso los ojos en blanco mientras iba a la cocina directo a prepararle el desayuno de cumpleaños que el adolescente amaba, Hot Cakes de cereza.

Eran las seis de la mañana y el chico estaba durmiendo. Todo estaba oscuro afuera y ella odiaba madrugar, pero lo hacía por él y eso no le importaba en absoluto. Se dispuso a sacar los materiales para comenzar a cocinar un desayuno que terminó de hacer a las siete de la mañana.

-Buenos días- Un par de suaves y calientes labios se implantaron en su mejilla. La joven tuvo que mirar hacia arriba antes de sonreír.

-Buenos días, cumpleañero- Ella recordaba el momento cuando Jonathan le llegaba a su altura, en ese entonces debía tener unos trece años. Ahora, tres años después él se había desarrollado tanto y en tan poco tiempo que ya le sacaba una cabeza de altura, sus facciones se habían hecho más duras lo que lo hacían ver demasiado hermoso y su cuerpo era totalmente musculado por el arduo entrenamiento que hacía por su padre. Inconscientemente la joven se mordió el labio inferior mientras lo detallaba.

Unos rápidos dedos agarraron su labio inferior, haciendo que éste se rompiera y dejara salir un poco de sangre. El dedo índice de Jonathan agarró una gotita de sangre, la observó y metió su dedo en la boca.

-Tu sangre es hermosa, brilla como mil piedras preciosas y es aún más dulce que cualquier cosa que he probado- Sonrió de vuelta.

La joven dejó de mirar hacia esos túneles profundos que tenía por ojos.

-¿Qué deseas hacer hoy, cumpleañero?- Le preguntó mientras observaba las runas de color negro cincelarle la piel desnuda de su torso.

-Hoy quiero estar contigo todo el día en casa, no tengo ganas de salir- La chica se encogió de hombros mientras sus manos tocaban el caliente estómago de Jonathan.

-Como desees. Pero primero vete a lavar antes de desayunar- Comenzó a empujarlo hacia atrás.

-¿Te molesta que ande en ropa interior frente a ti?- El joven comenzó a reír burlonamente- ¿Acaso ya no me vez como a tu hijo? Porque siendo sincero, yo dejé de verte como a una madre desde que tengo catorce años, mamá- Jonathan se acercó demasiado a su cara, tanto que sus dos respiraciones se mezclaban en un solo aire caliente.

-Jonathan...- Replicó ésta

-Está bien, me iré a arreglar. Pero espero muchos Hot Cakes de cereza a cambio. Dicho eso salió corriendo hacia su habitación y la cerró. Sophia casi se deja caer en el suelo, sus piernas le temblaban.

Ella también había dejado de ver al adolescente como a su hijo cuando éste comenzó a verse más como un hombre que como un niño. Él le hacía sentir cosas que nunca ningún hombre a lo largo de su vida la había hecho sentir alguna vez.

Sirvió dos platos en la mesa del comedor y llevó la montaña de Hot Cakes que, de seguro el noventa y ocho por ciento, se los comería él.

Jonathan bajó demasiado casual, jeans negros con un hoodie negro que llevaba entreabierto, mostrando la falta de camisa debajo de él. Sophia cerró sus piernas por debajo de la mesa apretándolas.

-Nunca me podría cansar de comer esto- El chico se sentó frente a ella, no era una mesa tan grande, tanto que ella podía sentir las rodillas del chico rozar sus piernas desnudas por la minifalda que llevaba puesta.

Ambos llevaron los platos sucios a la cocina después de haber comido en silencio. Sophia se dispuso a lavarlos, pero unas manos agarraron su cintura para hacerla pegar al cuerpo caliente del adolescente.

-¿Jonathan?- Preguntó en medio de un gemido al sentir el miembro duro del chico en su espalda.

-Ya ves cómo me pones, madre- Volteó a la chica quedando los dos frente a frente, mientras él volvía a acercar su cara con la de ella para comenzarla a besar. El beso con Jonathan fue algo torpe al principio, el chico le estaba dando su primer beso, pero después de unos segundos comenzó a llevar el ritmo de los labios de la mujer haciendo que los abriera para permitir el paso de sus lenguas calientes.

La cargó para ponerla en el mesón de la cocina y comenzó a desvestirla dejándola solo en ropa interior. Ella por su parte, deslizó el cierre del hoodie hacia abajo mientras caía en el suelo, hizo lo mismo con el pantalón, pero a diferencia de ella, él no tenía ropa interior por debajo.

Gimió al tomar con su mano el largo y erecto pene del adolescente mientras deslizaba sus finos dedos de arriba hacia abajo, provocando un gruñido salir de sus labios.

-No lo haremos aquí- La chica le susurró al oído, mientras éste tomaba con sus dedos uno de sus pechos- Si me vas a dar tu primera vez, déjame hacerlo algo especial para ti, mi niño.

Antes de terminar un parpadeo, ella estaba tendida sobre la cama de Jonathan, completamente desnuda esperando a ser penetrada por él.

Ángel Infernal. (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora