Una mujer caminaba por los pasillos de una vieja hacienda, maldiciendo entre dientes cada vez que daba un paso. Sostenía una pluma de cuervo manchada por tinta en una de sus manos, no le importaba pintar su piel con la tinta negra, su coraje era mayor, pues se sentía traicionada, creyendo que todos sus planes caerían de un momento a otro, y no lograría su mayor meta.
Abrió la puerta de su habitación con un golpe, soltando un grito lleno de rabia, y dejando caer la pluma hecha nudo por la presión de su puño sobre la alfombra.– Malditos sean los Hale – gruñó, poniendo sus puños sobre un escritorio lleno de cartas –. Debí imaginarlo, que estúpida fuí...
La mujer golpeó el escritorio, sacando su furia.
– ¡El maldito de Peter Hale! – gritó –. ¡Nunca debí entregarle mi confianza!
Miró todas las cartas que yacían sobre el escritorio, todas escritas por Peter Hale, y dirigidas a ella.
Leyó la carta más reciente, la que le fue entregada apenas dos semanas atrás, recordando cuán emocionada se había sentido al leerla en cuanto fue puesta en sus manos, pero ya no sentía el mismo efecto al leer aquella frase:'Prepara a tus hombres, que la guerra se acerca, y el invierno con ella...'
Peter la había escrito, de eso no dudaba, pero eso no significaba que no hubiera preguntas rondando en la mente de aquella mujer, había muchas, pero sólo una era la que realmente le preocupaba: ¿Peter le daría alguna señal para comenzar la guerra?
***
Stiles despertó al sentir que el carruaje daba una sacudida.
– ¡Ay! – miró a los hermanos, quienes no parecían muy contentos de oír su grito –. Lo siento, ¿Qué pasó?
– Un obstáculo en el camino – dijo Cora, encogiéndose de hombros –. Joder, como duermes, pareces oso...
Derek soltó una risa casi inaudible.
– Estaba muy cansado – el castaño se recargó en el respaldo del asiento –. ¿Cuánto tiempo dormí?
– Casi la mitad del camino – Derek señaló la ventanilla –. Ya es de noche.
– ¿Y ustedes no dormirán? – preguntó un poco desorientado.
– No tenemos sueño – contestaron ambos al unísono.
Stiles asintió, encogiéndose en el asiento, y tapando su cuerpo con su abrigo. Sí que le dolía el trasero, pero no podía quejarse, iría a King's Landing (no iba tan entusiasmado) y eso era bueno, suponía.
De pronto, el carruaje se detuvo, a lo que Stiles sintió algo de miedo, pues las miradas que los hermanos se lanzaron no transmitían nada bueno.– Bajaré yo – dijo Derek –. Quédense aquí.
Cora asintió, cruzando los brazos al momento en que Derek salió del carruaje.
– ¿Qué dicen? – murmuró Stiles –. Dime que no es algo...
El sonido de alguien cayendo al suelo le hizo quedarse en silencio.
Cora gruñó, desobedeciendo la orden de su hermano al salir, dejando a un Stiles temblando de miedo en el asiento. La chica miró el exterior, había un hombre tirado junto a su caballo, mientras que otro amarraba a los demás caballos al tronco de un árbol, pues iban atravesando un bosque.– Mi reina – dijo el hombre –. Entre al carruaje, y cuide al muchacho.
– Yo no obedezco órdenes suyas..
– No son mis órdenes – el hombre terminó su labor, y sacó su espada –. Son órdenes del Rey.
– ¿Dónde están? – Cora olisqueó a su alrededor, pero no detectaba ningún aroma más que el de Stiles y el del caballero –. ¿Dónde está mi hermano?
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The winter is coming...(Sterek)
RandomUbicados en un mundo dividido por siete reinos, donde el verano es capaz de durar décadas y el invierno toda una eternidad, donde rastros de una extraña magia surge de los rincones más sombríos. La tierra del Norte, Invernalia, está resguardada por...