Derek tuvo una extraña sensación en el pecho al oír eso.
Definitivamente, Stiles era la persona más noble e inocente que había conocido, le había perdonado todo sin siquiera pensarlo un poco, como si se conocieran de toda la vida y tuvieran la confianza de sobra.
No se pudo decir lo contrario de Stiles, él también tenía una sensación de alivio, o algo parecido, al saber que Derek ya no lo veía como un asesino.Tuvieron un par de minutos silenciosos, sólo cruzando miradas, hasta que Derek habló.
– ¿Quieres comenzar con tu puesto de consejero o...– hizo una pausa –. Regresar a Winterfell?
– Vine por ése trabajo, es lo que haré, ¿Me lo permitirá?
– Claro que sí...– puso una mano sobre el hombro del chico –. Las segundas oportunidades te hacen aprender.
– Por si fracasas e intentas una tercera vez, ya sabrás cometer errores con sabiduría.
– Espero que no fracases – se corrijo –. O que yo lo haga...de nuevo.
Stiles rió bajo y asintió antes de comenzar a hablar, pero fue interrumpido al momento en que alguien tocó la puerta de la habitación.
– Pase – dijo Derek con voz fría.
– Majestad – entró un caballero –. Ha llegado alguien desde el Norte.
***
Cora suspiró de aburrimiento mientras un anciano le contaba sus inquietudes en la sala del trono. Mayormente, en la sala del trono, se llevaban a cabo ceremonias, juicios y exilios, pero también se ultizaba para escuchar las quejas de los aldeanos, e intentar ayudarles en su problema.
– Majestad, le juro que no estoy loco...– insistió el anciano, dando un paso para acercase a Cora pero siendo detenido por el guardia –. Escúcheme, mi reina.
– Le he escuchado decir lo mismo por más de quince minutos – rodó los ojos –. Váyase, no tengo tiempo para sus alucinaciones.
El hombre quiso acercarse de nuevo, pero ésta vez, el guardia usó más fuerza para detenerlo.
– Ya oyó a la reina, retírese – señaló las puertas.
– ¡Quiero que me crea! – se rehusó a ir –. ¡Majestad! – el guardia lo jaló del brazo para sacarlo del salón mientras el hombre pataleaba y gritaba –. ¡Vi a un dragón por el horizonte, se lo juro, créame!
– Los dragones están extintos – Cora se levantó para que su voz se oyera hasta el fin del pasillo –. Los matamos a todos junto con sus domadores, entiéndalo.
– ¡Pero yo lo vi! – las puertas se cerraron de golpe, dejando al enorme salón en silencio.
La reina cerró los ojos, volviendo a tomar asiento en el trono, intentando ignorar los gritos del hombre que se alejaba poco a poco. No podía negar que sentía una leve preocupación al detectar la sinceridad que contenían las palabras del anciano, pero quiso dejar eso para después.
– El que sigue – habló.
Las puertas volvieron a abrirse, dejando entrar ahora a dos guardias y a un muchacho. El olor del chico hizo que Cora alzara la vista, dándose cuenta de que se trataba de Michael, el hermano de Stiles.
– Majestad – el muchacho agachó su cabeza en signo de respeto y saludo.
– Dejadnos solos – ordenó la chica, y enseguida los guardias salieron del salón –. ¿Has venido por el motivo de la carta que Stiles envió a tu familia hace unos días?
– Así es, y por lo que sé, usted ordenó que escribiera la carta – Cora asintió, por lo que agregó –. Necesito explicaciones.
– Hubo un gran lío – explicó entonces –. Pensé que necesitaríamos su ayuda, por eso la carta. Pero ahora todo ha ido bien.
ESTÁS LEYENDO
The winter is coming...(Sterek)
РазноеUbicados en un mundo dividido por siete reinos, donde el verano es capaz de durar décadas y el invierno toda una eternidad, donde rastros de una extraña magia surge de los rincones más sombríos. La tierra del Norte, Invernalia, está resguardada por...