The winter is coming...(Sterek)

Episodio quince.

Michael fue a visitar a su hermano al amanecer, tomando con sorpresa el hecho de ver a Stiles de pie frente a la ventana, mirando el cielo con detenimiento.

– Has mejorado bastante rápido – habló el mayor, cerrando la puerta tras él –. ¿Qué tal la herida?

– Ya no duele, eso es lo importante – Stiles se giró para ver a Michael, notando que éste tenía una expresión de preocupación –. ¿Y ese gesto? ¿Está todo bien?

Michael suspiró, sentándose en un pequeño sofá sin mirar a Stiles.
Rápidamente su hermano ya estaba junto a él, esperando por una respuesta a su pregunta.

– He recibido noticias de la familia – comenzó a hablar Michael –. No creo que te agrade...

– ¿Es Stella? – dijo de inmediato –. ¿Qué pasa con ella? ¿Es sobre su boda?

Antes de que Stiles hiciera más preguntas, Michael sacó la carta que Derek le había entregado el día anterior y se la dio a su hermano quien la leyó en cuanto la tuvo en sus manos.

– Theo...– susurró el menor, haciendo un gesto de total angustia –. Tenemos que impedir esa boda, Michael.

– ¿Cómo? – alzó las cejas –. ¿Vas a viajar a casa ahora mismo para impedir una boda que ya está totalmente planeada?

– ¡Se trata de Stella, nuestra hermana menor! – suspiró –. Haría lo que sea por ayudarla, ¿Acaso tú no?

– Claro que sí, pero esto es imposible – se levantó –. ¿Quieres que padre nos odie aún más de lo que ya lo hace?

– Mi padre no me importa – admitió Stiles –. Stella es mi única preocupación ahora...

– Stiles – interrumpió Michael –. No puedes ayudarla, no ésta vez.

El menor se quedó en silencio, luego sentándose en el borde de su cama con cuidado sin dejar el gesto de angustia a un lado.

– Le escribiré una carta a Stella – murmuró –. Le haré saber que estamos con ella, que...que yo la sacaré de ahí cuando pueda.

– Stiles.

– Y voy a llevarla al Este como le prometí, allí encontrará a alguien mejor...

– Stiles – insistió Michael –. No puedes prometer algo que no vas a cumplir.

– ¿Cómo sabes que no lo haré? – le miró.

Michael soltó un suspiro.

– Ella ya es una mujer casada, su esposo decide, no tú.

Le dio unas palmaditas en el hombro antes de dirigirse a la salida.

– No hagas nada estúpido, hermano – dijo el mayor antes de salir de la habitación.

Michael caminó en dirección al aposento de Cora, pues acababa de amanecer y la chica aún estaba dormida, por lo que tenía que protegerla. Se puso de pie frente a la puerta, cruzando los brazos a la altura de su pecho, mirando alerta a los pasillos por si alguien se acercaba. De pronto, la puerta se abrió, dejando a Cora salir de la habitación.

– Buenos días, mi reina – saludó Michael, y ella asintió en silencio, haciendo que el humano se preocupara –. ¿Sucede algo?

– Sí, joder...– pasó una mano por su cabello –. ¿Sabes dónde está mi hermano?

– Con Stiles no estaba, así que supongo que en su habitación, aún es temprano.

– Bien, acompáñame.