The winter is coming...(Sterek)

Episodio cinco.

Cora agachó la mirada, cerrando los ojos al darse cuenta de lo que estaba haciendo. Mayormente su descontrol se daba en cuanto su enojo sobrepasaba los límites, o debido a alguna mezcla de emociones, y justo ahora, con el comportamiento de su hermano había casi explotado de forma violenta.

– ¿Cora? – él se acercó, poniendo una mano sobre el hombro de la chica con algo de duda –. ¿Estás bien?

– Vete de aquí – pidió, levantando la mirada –. Me hiciste perder el control, ¿Ves lo que ocasiona tu maldita terquedad?

Derek suspiró con un poco de alivio al notar que su hermana se había controlado.

– Boyd – le llamó –. Cuídala de Stiles.

Dicho eso, se dio la vuelta para volver por el pasillo.

– Es un tonto – murmuró ella –. ¿Tienes las llaves de esta porquería?

– Si – Boyd sacó un puño de llaves, buscando la de la puerta hasta que logró abrirla, dejando entrar a Cora a la habitación.

Stiles estaba sentado en el borde del ventanal, mirando hacia el horizonte con los brazos cruzados. El ruido le hizo voltear, secándose las lágrimas que escurrían por sus mejillas con la tela de su camiseta.

– Stiles – dijo Cora, sentándose en uno de los sillones –. Necesito hablar contigo.

Él sólo asintió.

– Mírame a los ojos – ordenó la chica –. ¿Has visto a Peter?

– No desde que llegamos – contestó con voz baja.

– Cuando Isaac salió huyendo contigo, fue la última vez que lo viste ¿O me equivoco? – añadió.

– No, no se equivoca – Stiles se levantó, caminando hacia Cora para sentarse frente a ella –. Sé lo que quiere preguntar, hágalo.

– ¿Tú mataste a Isaac? – se inclinó para verlo más cerca –. Dime la verdad, a mí no me vas a engañar tan fácil.

– Yo no lo hice – pronunció cada palabra con una pausa.

Hubo un silencio total en la habitación. Cora estaba concentrada en oír los pulsos de Stiles para saber si era verdad lo que decía. Miró sus ojos, estos se veían normales, sus pupilas no estaban dilatadas, ni había un rastro de nerviosismo. Él decía la verdad.

– ¿Qué fue lo que viste en la biblioteca? – preguntó ella –. ¿Qué hacías ahí?

– Uno de los guardias me llevó al lugar sin decirme el porqué – explicó –. Al llegar...– sus palabras se cortaron.

– ¿Al llegar? – insistió con un tono de voz arisco.

Stiles esperó un momento para volver a hablar.

– Isaac estaba agonizando en el suelo – agregó.

Cora agachó la mirada.

– ¿Porqué no pediste ayuda? – preguntó Boyd, quien había estado en silencio todo el tiempo.

– Lo hice, y el guardia me ignoró por completo.

Le reina frunció el ceño, poniéndose de pie para caminar de un lado a otro por la habitación, con los brazos cruzados.

– Esto tiene algo qué ver con el hombre que trató de asesinarme – murmuró para ella misma –. Alguien está poniendo a los hombres en nuestra contra.

– ¿Por qué? – dijo Boyd –. Eso no tiene sentido, ellos brindaron honor y respeto a la corona por el resto de sus vidas.

– No vas a extinguir la traición con honor – contestó ella –. Además, sabes más que nadie que todo el mundo quiere asesinarnos.