IV

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Los ojos de Hannah tardaron en acostumbrarse a la luz, su mente estaba demasiado nublada y se sentía como si la hubiese arrollado un tren. Incluso antes de voltear, supo que Stiles estaba ahí. Volteó a verlo, admirando su perfil mientras dormía. Se veía tan adorable con su mejilla recargada en su rodilla, los labios entreabiertos y húmedos y las purpuras ojeras decorando su hermoso rostro. Su pálida piel contrastaba con los lunares alrededor de su cara y el cabello negro caía por su frente. Se veía cansado, así que lo dejó dormir.

Pasaron varios minutos hasta que Stiles despertó, parpadeando varias veces.

-Estás despierta -musitó. Hannah asintió. Lentamente, Stiles colocó uno de sus mechones rubio detrás de su oreja tiernamente. Ella sonrió apenas un poco.

-¿Cómo está tu padre?

-Bien. Estable. Sanando.

-Tienes miedo. Es por eso que estás aquí en lugar de a su lado -adivinó Hannah. Stiles sonrió apagadamente, tomando las manos de Hannah entre las suyas.

-Me conoces perfectamente.

-Él no te juzgará, ¿sabes? Por lo de Donovan.

-Tú no puedes saber eso.

-Eres su hijo. Te ama y te conoce tan bien como yo.

-¿Cómo te sientes tú? -preguntó Stiles, cambiando de tema.

-Fatal. Pero sané, lo puedo sentir.

-No me dijiste que eras Alfa ahora.

-Eso no importa.

-Ni que lo tuyo con Scott había acabado.

-Lo haces sonar como si estábamos en una relación...

-Y me mentiste cuando te pregunté si en verdad estabas bien.

-Tenías demasiado en tu espalda. No quería preocuparte aun más -murmuró Hannah, acariciando con su pulgar la mano de Stiles.

-Soy tu novio. No importa lo que esté pasando, también me preocupas tú. Siempre -se quedó callado un instante- . Hannah, fue horrible. Creí que te iba a perder.

-Intentaré no volver a hacerlo -musitó. Stiles suspiró, cerró los ojos por un instante y acercó su frente con la de Hannah.

-Realmente me asustaste. No lo vuelvas a hacer jamás.

Hannah asintió lentamente, sin saber qué más decir. No haría promesas que no sabía podía cumplir. Aunque después de todo, sus promesas no habían servido de nada ni tenían valor alguno. Le había prometido a Hayden y a Corey que estarían bien y ahora...

Los pensamientos de Hannah fueron interrumpidos por los labios de Stiles. No era un beso suave, como esos que se daban siempre. Ni en un beso de pasión, como aquellos dados en su cama con la luz de la luna sobre ellos. No. Era un beso de "te necesito", y ambos estaban dispuestos a dar su ser entero con tal de cumplirlo. Se necesitaban ahora más que nada. Tenían que permanecer juntos cuando todo lo demás se había deshecho ante sus ojos.

Las manos de Hannah se enredaron en el cabello de Stiles, jalándolo para acercarlo más a ella. Necesitaba tenerlo cerca, necesitaba aferrarse a algo estable cuando todo a su alrededor parecía arenas movedizas. Stiles parecía sentirlo de la misma manera, sin despegarse de ella ni un instante por miedo a perderla como unas horas atrás.

-Vaya, así que es por eso que los latidos de Hannah se escuchan hasta la otra habitación -comentó Melissa, sobresaltándolos, y haciendo se separaran.

-El doctor Stilinski solo estaba dándome un tratamiento especial -respondió Hannah con sorna- . Y ahora estoy curada. Un verdadero milagro médico.

Killing /teen wolf |running #5|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora