Killing /teen wolf |running #5|

XXVI

—Odio este plan —gruñó Hannah, caminando dentro de la escuela preparatoria con Liam y Scott a su lado.

—Yo también lo odio —concordó Liam, como siempre fiel a todo lo que ella dijera.

—No tenemos otra opción. Créanme, la idea tampoco me emociona a mí —respondió Scott, hundiendo sus hombros.

—Scott, sabes que ya estoy contigo en todo pero... esto es estúpido y peligroso —suspiró Hannah.

—Creí que amabas las cosas estúpidas y peligrosas.

—Cuando son hechas por mí y no significan aliarse con Theo Raeken.

—No es una alianza —la corrigió Scott—. Él quiere algo y puede ayudarnos a conseguir lo que nosotros queremos, que es salvar a Mason.

—Esto es demasiado extremo —se quejó Liam—. No estamos tan desesperados como para pedirle ayuda.

—En realidad sí —admitió Scott, abriendo la puerta de los vestidores del gimnasio, donde Tracy y Theo los esperaban.

Hannah disfrutó en silencio ver a Tracy enderezarse al notar la presencia de Hannah, observándola cuidadosamente y con miedo en sus ojos, seguramente recordando que la última vez que se habían visto, Hannah la había tenido a su merced.

—Les dije que terminaríamos en el mismo bando —canturreó Theo. Hannah gruñó e hizo un ademan de darse la vuelta para irse, pero Scott la detuvo.

—Por favor —suplicó. Hannah puso los ojos en blanco pero cedió, cerrando la puerta tras de sí y caminando hacia Theo y Tracy.

—¿Qué tal si te golpeo en los testículos para recordarte que no lo estamos? —preguntó Liam a Theo, sin dejarse intimidar. Theo rió a entredientes.

—Amo a este chico —rió Theo.

—Yo no —dijo Tracy, secamente.

—Sabemos que no estás de nuestro lado, Theo —dijo Scott—. Dijiste que querías ayudar a Lydia. Pero te fuiste de Eichen con algo más.

—¿Te refieres a la máscara? —preguntó Theo, como siempre manejando la situación como si todo estuviera saliendo tal y como él quería. Hannah quiso darle un puñetazo en esa cara bonita, pero se contuvo por Scott—. ¿Estás preocupado por eso?

—¿Te la pusiste? —cuestionó Hannah, cruzándose de brazos. Entrecerró los ojos al ver la expresión de Tracy, delatando a Theo—. ¿A quién viste?

—No a Mason —dijo, adivinando la dirección de pensamientos de Hannah.

—¿Qué significa eso? ¿No es él? —preguntó Liam, ansioso porque alguien le confirmara que su amigo no era el asesino controlado por la Bestia.

—Probablemente signifique que es una causa perdida —dijo Tracy.

—¿Estás hablando de ti? —Siseó Hannah, acercándose un paso a Tracy, disfrutando verla retroceder temerosa—. No me provoques, Tracy. Tú y yo tenemos un asunto pendiente.

—Tranquila, Tracy —interrumpió Theo—. Ya sabes cómo se pone Hannah cuando tocan a sus cachorritos. Finalmente, todos queremos lo mismo —sonrió—. Queremos a Mason de vuelta.

—Está bien, pero la diferencia es que nosotros lo queremos vivo —exclamó Scott, casi sonando amenazante.

—Estoy abierto al compromiso —accedió Theo, dando un paso al frente y acercándose a Scott—. ¿Aun tienes el mapa de corrientes telúricas? Te mandaré una ubicación y lo quiero ahí en dos horas.