Killing /teen wolf |running #5|

XIX

—Esto es justamente lo que necesitaba —gimió Hannah, cerrando los ojos.

—¿Te gusta? —preguntó Stiles sonriendo, divertido.

—Es lo mejor que has hecho en la vida por mí —volvió a gemir de placer, relamiendo sus labios.

—Hannah, son solo hamburguesas —rió su novio, robándole unas papas a la francesa de su orden.

—Las mejores hamburguesas de Beacon Hills —lo corrigió, tomando un sorbo del refresco que habían comprado para ambos.

Estaban comiendo en la cama de Stiles, sentados con las piernas en posición de loto, uno frente al otro. Hannah llevaba puesta la camiseta de Stiles, mientras que el chico descansaba sin camisa, aun con el cabello húmedo por la ducha que habían tomado unos minutos antes.

—Mi mamá solía llevarnos a Scott y a mí todo el tiempo cuando éramos niños.

—Ugh, no lo menciones. Estoy molesta con él. ¿Viste la manera en la que me vio cuando defendí a Lydia de Tracy? Te lo juro, a veces siento por un momento que entiende. Que entiende lo que está pasando y avanzamos un paso y confío en él para que lidere la salida y luego retrocedemos cincuenta pasos cuando intenta detenerme. Lydia pudo haber salido herida.

—Tal vez porque había otra manera de salvar a Lydia sin atacar así a Tracy.

—Cállate. Suenas demasiado a él —gruñó Hannah.

—Mira, si me lo preguntas a mí Tracy se lo merecía y me alegra que casi la hayas matado. Pero eso es lo que Scott diría y también puedo ver su punto.

—A veces solo quiero aventarlo de las escaleras. Tal vez si se golpea la cabeza con suficiente fuerza comprenda.

—¿Sabes la cicatriz que tiene Scott en la rodilla? Se la hizo cuando lo empujé por la resbaladilla de los juegos en las hamburguesas —comentó Stiles, luciendo un poco orgulloso. Hannah soltó una carcajada, agradecida por el cambio ligero del tema—. En mi defensa, estábamos jugando a los superhéroes y él insistía en ser Superman. Superman sabe volar, Hannah.

—Déjame adivinar, tú eras Batman.

—Me conoces —Stiles se encogió de hombros—. Batman es de mis superhéroes favoritos.

—Los míos eran Supergirl y Aquaman.

—Aquaman es el superhéroe más patético de la historia.

—¡No, no lo es! Controla el mar entero, Stiles. ¿Qué hace Batman? Ni siquiera controla Ciudad Gótica.

—Ciudad Gótica no merece a Batman.

—Stiles Stilinski, no podrías estar más equivocado... —Hannah se calló cuando sintió los labios de Stiles interrumpiéndola con un beso rápido.

—Sabes a hamburguesa.

—Tonto —murmuró Hannah, dándole un golpe en el brazo. Stiles rió, viéndola con cariño.

Terminaron de comer, fingieron ver una película mientras se besaban y finalmente después de un rato, apagaron las luces. La habitación quedó en silencio y a oscuras, sin embargo, ninguno estaba durmiendo.

—Hann —la llamó Stiles silenciosamente.

—¿Si? —susurró de vuelta, alzando la cabeza para verlo. Stiles tranquilamente pasaba su mano por el cabello de Hannah mientras que con la otra apretaba la mano de Hannah, sin querer dejarla ir.

—Realmente me asusta lo que Lydia dijo.

Stiles no tuvo la valentía para especificar realmente qué palabras de Lydia, pero Hannah sabía a lo que se refería. Tragó saliva.