XI

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Hubo un momento de completa incomodidad cuando Hannah se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Se había abalanzado sobre nadie más que Scott McCall, tirándose ambos al suelo quedando ella sobre él. Por unos segundos, ninguno habló. Hannah se quedó sin palabras, sonrojándose de una manera que era visible aun en la penumbra de los túneles. Scott parecía aún más incómodo, sintiendo el rostro de Hannah a escasos centímetros de distancia.

—¿Se van a besar? —preguntó Liam, incómodo, rascándose la nuca. Inmediatamente Hannah reaccionó, poniéndose de pie y ayudando a Scott a hacer lo mismo.

—¿Qué haces aquí? —inquirió Hannah, mirando a Scott expectante.

—¿Qué hacen ustedes aquí? —respondió de la misma manera.

Hannah no cedió y Scott tampoco parecía tener intención de hacerlo. Se vieron a los ojos, retándose a responder.

—Me siento como cuando mis padres se divorciaron —murmuró Liam en voz baja. Eso pareció romper un poco la tensión, pues Hannah esbozó una pequeña sonrisa e incluso Scott soltó una risita rígida.

—Los seguí —admitió Scott, con leve rastro de vergüenza al decirlo en voz alta. Hannah suspiró.

—Lo sé. Pensé que te habíamos perdido cuando dimos esa vuelta —murmuró. Se quedaron en silencio de nuevo—. ¿Por qué nos estabas siguiendo?

—¿Por qué vinieron aquí?

Liam volteó a ver a Hannah, como pidiéndole permiso para hablar. Con un gesto de la mano, y poniendo los ojos en blanco, le dijo que sí.

—Creemos que por aquí está el lugar a donde nos llevaron los doctores —dijo Liam—. A Hannah, Hayden y a mí. Malia dijo que también estaba aquí. Que la esencia era la misma.

—Ella dijo que tenías razón —añadió Hannah.

Scott sonrió levemente, sintiéndose satisfecho de por fin tener razón en algo.

—Hay un giro que siempre se saltan —musitó Scott—. Es fácil no verlo.

—¿Cuántas veces nos viste pasarlo? —preguntó Liam receloso.

—Cinco —Scott estuvo a punto de hacer una broma sobre cómo Hannah parecía estar perdiendo sus habilidades de observación pero se contuvo. Antes, hubiera sido gracioso y se hubiese ganado un codazo amistoso de la chica. Ahora, probablemente le dejara de hablar y le diera un golpe en la cara—. ¿Quieren que les ayude a encontrar el lugar? —preguntó Scott. Aunque fue en plural, los tres sabían que la pregunta era para Hannah.

¿Me quieres aquí?, pudiera haber preguntado. Hannah asintió lentamente.

—Sí. Tengo algo que hacer, y si me tengo que ir antes, está bien que te quedes con Liam.

A pesar de ser una explicación simple, Scott sintió lo que implicaban sus palabras. Solo te estoy soportando por Liam. Pero si era todo lo que iba a conseguir de ella, lo aceptaría. Así que asintió, como si sus palabras no hubieran dolido y los tres comenzaron a caminar.

 🌙🌙🌙🌙🌙

Stiles tomó la mano de Lydia, postrada en la camilla de su habitación en Eichen House, totalmente inmóvil y con la mirada perdida. Le dolía verla así. Le dolía aún más saber que no podía hacer nada para sacarla de ese estado.

—Tus maestros nos dieron algo de las cosas en las que han trabajado —murmuró Stiles, sintiéndose como si hablara solo—. Querían que te lo guardáramos —se relamió los labios, sin saber qué más decir—. Vi algo de la hipótesis Riemann. Umm... cosas como cero no triviales, funciones de la zeta y muchas otras cosas que no entiendo. Tal vez puedas despertar y explicármelo —hizo una pausa—. Hannah te extraña. Creo que parte de por qué es así ahora es por ti. Tú eres la única que puedes decirle su mierda y realmente te escucha. Te necesita. Todos lo hacemos. Tienes que regresar. Con nosotros. No podemos hacer esto sin ti. Lydia, tienes que despertar.

Killing /teen wolf |running #5|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora